Primera ruta
del nuevo año 2018, el cual ha comenzado con una jornada desapacible como
corresponde a la época que estamos, y cayendo algunas gotas nos hemos reunido
en la Plaza Mayor un grupito compuesto por parte del Club por Eltiolavara,
Mariano, Javichy y Rafa, a los que se nos han unido los integrantes de la U. C.
Juan Carlos y Mónica.
Decidimos
hacer un recorrido hacia “Canto Ceñido”, por lo que con ese objetivo
abandonamos el pueblo por el antiguo camino de San Martín de Valdeiglesias a
Villa del Prado, con Juan Carlos y Mónica de “liebres” tirando del grupo a un
ritmo que “los mortales” no pudimos aguantar.
Conforme
íbamos ganando metros de altitud las gotas que caían se iban convirtiendo en
copitos de nieve, pudiendo observar cómo la parte de arriba de los cerros
blanqueaba por la poca nieve que cuajaba sobre las jaras y las encinas.
Habiendo
entrado ya en calor durante la subida (al menos el cuerpo, porque las manos……..)
tras la misma nos reagrupamos en el alto en la ladera del cerro de Santa Lucía para
continuar con dirección hacia la Cañada de Talavera, para lo que más adelante abandonamos
el camino para descender hasta los pies del cerro Otanejo, desde donde tomamos
un senderito que transcurre junto al arroyo del Bodegón y que nos llevó hasta
la Cañada de Talavera.
Nos incorporamos
entonces a la Cañada de Talavera, donde giramos a nuestra izquierda para hacer
frente a la cuesta asfaltada, donde en el alto y como cada vez nevaba más,
hicimos una breve paradita para sacar los chubasqueros de la mochila antes de
que la cosa se pusiera “más seria”.
Tras “enfundarnos”
los chubasqueros reanudamos la marcha bajando hasta la carretera N-403, a la
que nos incorporamos durante unos pocos metros hasta desviarnos a la izquierda
para abandonar el asfalto y tomar un camino para dirigirnos hacia la laguna del
Manantial del Andrinoso.
Bordeamos la
laguna por un sendero y cruzamos a continuación el arroyo del Linar para
dirigirnos hacia la carretera M-541, la cual atravesamos para enlazar con la
vía Pecuaria del arroyo del Boquerón, donde unos metros más adelante
comenzaríamos el bonito ascenso entre los pinos hacia Cadalso por la ladera de
La Nava del Cerro, durante el que aprovechamos para hacernos una fotito de
grupo aprovechando la gran cantidad de copos de nieve que caían.
Continuamos
con el ascenso y llegamos a Cadalso de los Vidrios, bordeando el pueblo por
diversos senderitos entre los pinos y haciendo la “parada barrita” a los pies
de la Peña Muniana, donde nos hicimos una nueva fotito de grupo con la Peña “blanqueando”
detrás nuestra.
Reanudamos
la marcha y continuamos bordeando el pueblo para enlazar con el camino del
Canto del Agua, por el que recorrimos unos metros para a continuación cruzar la
carretera M-507 y tomar el antiguo camino de Cadalso de los Vidrios a Almorox,
por el que rodamos durante unos dos kilómetros hasta desviarnos a la izquierda
para tomar un camino-sendero por la ladera de Canto Celidorio, pasando junto a
una cantera de granito abandonada, con enormes bloques de piedra a los lados
del camino.
Siguiendo el
sendero llegamos hasta las cercanías de nuestro objetivo, Canto Ceñido, desde
donde únicamente quedaba dejar allí las bicis para continuar el trayecto “a pie”
hasta llegar al Canto. En ese momento “pusimos en la balanza” elegir entre
subir al Canto o encaminarnos de regreso al pueblo para tener tiempo de unas “cervecitas
de reyes”, resultando ganadora la segunda opción, por lo que dejamos visitar el
Canto para otra ocasión y emprendimos camino del pueblo.
Descendimos
entonces por el camino del Pajar del Mudo hasta la Cañada de Talavera, a la que
nos incorporamos durante unos metros para a continuación desviarnos por un
senderito que nos llevó hasta la carretera N-403, pasando bajo la misma por un
tubo para a continuación emprender la subida hacia El Encinar del Alberche.
Ya Javichy
comenzaba a notar la inactividad de muchos días sin tocar la bici, teniendo que
parar a hacer estiramientos durante la subida, aunque tras unos segundos pudo
continuar con normalidad.
Nos
reagrupamos al llegar a la pista de hormigón, por la que realizamos la última
parte del ascenso hasta llegar a la urbanización, atravesando a continuación la
misma hasta llegar a las pistas de tenis, donde Javichy abandonó el grupo para
bajarse al pueblo por la carretera mientras los restantes continuamos
atravesando la urbanización hasta enlazar con el camino del Majanal.
Nos
desviamos a continuación para bajar entre las encinas hasta el arroyo Arrofresnos
y emprender después la subida por la ladera del Cerro Crespo hasta enlazar con
el camino del Valle, por el que realizamos los últimos kilómetros hasta
regresar al pueblo.
En la mañana
más fría de lo que va de invierno, nos ha salido una bonita rutilla de unos 36
kilómetros en la que hemos estado acompañados por la nieve durante buena parte
de ella y llegando a una temperatura de -2º.
Pese a las
inclemencias meteorológicas, nos lo hemos pasado fenomenal y hemos disfrutado
un montón, con un terreno en estado ideal por las lluvias caídas y terminando
la ruta con unas cervecitas que nos han sabido a gloria.
Y el próximo
domingo tenemos visita……….!!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario