Aunque durante la noche no había caído “ni gota”, precisamente a la hora de nuestra última ruta del año comenzó a “chispear” y ya que la previsión era de agua durante toda la mañana, únicamente dos valientes comparecieron en la Plaza Mayor para darle al pedal, Eltiolavara y Rafa.
Con intención de dar una vuelta y estar pronto de
regreso, el dúo abandonó el pueblo por el antiguo trazado del ferrocarril
Madrid-Almorox para dirigirse hacia el embalse de Picadas tras pasar por detrás
del Safari Par, recorriendo a continuación toda la vía verde de Picadas hasta
llegar a la depuradora de Pelayos.
A continuación ascendieron por la Cañada de Talavera
haciendo una parada intermedia para hacerse la fotito de la jornada y la “parada
barrita” continuando después recorriendo la Cañada durante casi diez kilómetros
hasta tomar el antiguo camino de San Martín de Valdeiglesias a Villa del Prado
y descender hasta el pueblo tras realizar una rutilla de unos 34 kilómetros
acompañados de la lluvia durante toda la jornada, aunque como si “estuviera
esperando”, precisamente en las cercanías del pueblo era cuando más llovía,
aunque eso no impidió disfrutar de una bonita ruta cuando disfrutas haciendo
este deporte.
Y el próximo domingo….. la primera de 2022.