En la
jornada de hoy sorprendentemente hemos amanecido con una temperatura mucho más
suave de lo que correspondería para estar en enero, lo que hacía prever que a
media mañana disfrutaríamos de una temperatura “agradable”.
Dispuestos a
dar pedales nos hemos juntado a la hora de siempre en la Plaza Mayor un quinteto
compuesto por Eltiolavara, Transcastro, Mariano, Jorge y Rafa.
Para esta
jornada habíamos previsto dirigirnos hacia tierras de Villamanta para hacer una
“visita sorpresa” a nuestro amigo Alberto, al que llevamos unos meses “sin ver
el pelo”, y regresar después al pueblo recorriendo la zona de “Los Corrales”,
que es la zona de monte que está situada a la espalda del parque de bomberos de
Aldea del Fresno y que hacía bastante tiempo que no visitábamos.
Comenzamos a
rodar unos quince minutos después de las nueve abandonando la Plaza Mayor con
dirección sur para dirigirnos hacia el antiguo trazado del ferrocarril
Madrid-Almorox, por el que rodando a buen ritmo ferrocarril fuimos calentando
las piernas hasta llegar a la pista asfaltada que va hacia la ermita de La
Poveda, a la que nos incorporamos con dirección hacia la ermita.
Nos parecía
mentira no quedarnos “helados” en pleno mes de enero y rodando a buena
velocidad llegamos hasta la ermita de La Poveda, dejándola a nuestra izquierda
para continuar por el Camino de La Poveda con dirección a la carretera M-507.
Al llegar a
la carretera, nos incorporamos a la misma durante los aproximadamente tres
kilómetros que nos separaban del puente de "La Pedrera" sobre el río
Alberche, donde tomamos un camino en paralelo al río con dirección sur para más
adelante girar a la izquierda hasta llegar a la carretera M-510, a la que nos
incorporamos durante unos metros hasta girar a la derecha para tomar un
caminito que al principio asciende suavemente pero que después se convierte en
“un cuestón” que nos hizo “empezar a sudar”.
Tras el
cuestón llegamos a la zona de “Suertes Viejas”, desde donde nos dirigimos hacia
el camino de Navayuncosa, por el que rodamos durante unos seis kilómetros hasta
girar a la izquierda tomando el camino de la Virgen y bajar por la dehesa de
Navacotonosa hasta llegar al antiguo trazado del ferrocarril, al que nos
incorporamos para dirigirnos hacia Villamanta.
Más adelante
tomamos durante unos metros la carretera M-530 hasta llegar a la glorieta de
entrada al pueblo junto a la Ermita del Socorro, desde donde nos dirigimos a la
casa de Alberto, donde estuvimos haciendo “la parada barrita” en su compañía,
alegrándose mucho de vernos y comentándonos cuánto nos echaba de menos los
domingos.
Tras unos
minutillos, reanudamos la marcha y nos dirigimos al parque que hay junto a la
ermita del Socorro, donde repusimos agua en su fuente y nos hicimos una fotito
de grupo.
Reanudamos a
continuación la marcha tomando durante unos metros la carretera M-530 con
dirección hacia Villamantilla hasta desviarnos a la izquierda por un caminito
poco transitado por el que llegamos hasta el camino de la Senda del Socorro,
que separa los términos municipales de Villamanta y Villamantilla y por el que
recorrimos la parte alta de la dehesa de Valdemanto.
Después de
recorrer un buen tramo por el camino, nos desviamos a la izquierda para
disfrutar de un bonito tramo de senderos entre las jaras que antes era el
camino vecinal entre Aldea del Fresno y Villamantilla pasando por la finca de
Los Corrales, donde nos encontramos con la desagradable sorpresa de que la
puerta de entrada, que siempre había estado abierta, en esta ocasión se
encontraba con una cadena y un candado.
Es lo que
tiene la “gente con dinero”, que pueden cerrar caminos públicos y hacer lo que
les salga de los coj…….
Pues nada,
pasamos las bicis por encima de la puerta y continuamos con el camino previsto
pasando junto a la casa de la finca y descendiendo después hasta el Arroyo
Grande, donde de nuevo (aunque esta vez ya lo sabíamos “de siempre”) tuvimos
que pasar las bicis y nosotros al otro lado de una puerta de más de dos metros
de alta para a continuación cruzar el arroyo, que apenas llevaba agua.
Bordeamos
después Aldea del Fresno por el camino que recorre la orilla del río Alberche
hasta llegar de nuevo al puente de La Pedrera, donde hicimos el recorrido “a la
inversa” que al comenzar la ruta, incorporándonos a la carretera M-507 para
recorrer los casi tres kilómetros necesarios para poder enlazar con el camino
de La Poveda y llegar por él hasta la ermita.
Como íbamos
bien de hora decidimos “pedalear un poquito más”, y para ello desde la ermita
tomamos un camino bordeando la chopera y a continuación por “los Cinco Sotos”
hasta girar a la derecha para poner rumbo de regreso al pueblo cruzando la
carretera M-952 y realizando los últimos metros por el camino del Charco.
Y así nos
hemos marcado una bonita ruta de unos 54 kilómetros por la zona de Aldea del
Fresno, Villamanta y Villamantilla con una temperatura espectacular que llevó a
Jorge a quitarse los guantes durante unos kilómetros debido al calor.
No viene mal
una mañanita “primaveral” en medio de invierno, ya veremos el domingo que viene…..
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