Tras una
jornada de sábado con una “ventolera” considerable, por suerte el domingo ha
amanecido una mañana estupenda, sin viento y con solecito, juntándonos en la
Plaza Mayor a la hora habitual “los de siempre”, es decir Eltiolavara, Horacio
y Rafa. A punto de comenzar a rodar se nos han unido Juan Carlos, el Presi de
la U.C. y David, del Caravan, al que hacía mucho tiempo que no veíamos el pelo.
Sin ruta
prevista para hoy, Juan Carlos propuso “investigar” un posible recorrido para
la marcha que está organizando en el pueblo para el próximo mes de junio,
accediendo gustosamente a que nos hiciera de “guía” durante la jornada, y aprovechando
a su vez nuestros conocimientos de la zona para proponerle “sobre el terreno”
distintas alternativas al recorrido.
Y comenzamos
a rodar con rumbo sur para abandonar el pueblo por el antiguo camino de Villa
del Prado a La Torre de Esteban Hambrán, por el que “dándole al palique”
recorrimos los primeros kilómetros de la ruta “picando p’abajo” y sin ninguna
dificultad.
Por el “Camino
de La Torre” llegamos hasta el “Charco del Arropino”, donde nos incorporamos al
camino de Las Migueras además de mojarnos los pies al cruzar el arroyo
Arrofresnos, que bajaba con bastante agua.
Con la “putada”
de mojarnos los pies casi al inicio de la ruta (menos mal que la mañana no era
fría) enlazamos con el camino de Montrueque para tras un kilómetro y medio
desviarnos a la izquierda para tomar lo que antes era “el camino de los
Almorojanos”, que ahora está casi perdido y por el que llegamos hasta las cercanías
del Poblado del Alamín, bordeándolo para llegar hasta la carretera M-540.
Atravesamos
la carretera y continuamos por un camino pasando junto a la finca “La Blanca”,
cruzando después el antiguo trazado del ferrocarril Madrid-Almorox para
continuar hasta enlazar con un camino que transcurre en paralelo al arroyo de
Navacarrala y por el que comenzamos a ascender con dirección hacia El Encinar
del Alberche.
“Zigzagueando”
entre las jaras y las encinas ascendimos hasta enlazar con el camino del
Majanal, continuando después hasta llegar a la urbanización de El Encinar del
Alberche, donde comenzamos a bordear la urbanización por el cortafuegos de su
parte sur haciendo frente a unos buenos repechos.
Después de
pasar una valla de alambre salimos al cortafuegos que delimita las provincias
de Madrid y Toledo, por el que descendimos unos metros hasta desviarnos a la
derecha y dirigirnos hacia la una de las zonas más bonitas de la ruta, casi dos
kilómetros de un estrecho senderito entre los pinos y encinas, con una primera
parte más llana y una segunda de ascenso algo más durilla hasta salir a la
pista que enlaza las urbanizaciones de El Encinar y Pinar de Almorox, por la
que descendimos unos metros hasta girar a la derecha para hacer frente a otro
buen repechón de más del 20%, haciendo al llegar al alto la “parada barrita” de
la jornada además de la fotito de grupo.
Tras la
parada al solecito para reponer fuerzas, reanudamos la marcha para ascender
hacia el cerro de Pino Romero, volviendo a descender después hacia el arroyo
del Moro para afrontar de nuevo un buen repecho que nos condujo hasta la
carretera M-507, donde paramos unos minutos para dar aire a la rueda delantera
de Juan Carlos, que había perdido aire.
Cruzamos a
continuación la carretera y tras unos metros por la Cañada de Talavera nos
desviamos a la derecha para “dar más emoción” a la ruta y realizar un ascenso
bastante más durillo por el que llegamos hasta la Cañada en su parte de pista
asfaltada, bajando por la cuesta y abandonando la Cañada para tomar el
senderito que últimamente hacemos a la inversa y que transcurre junto al arroyo
del Bodegón, para enlazar a continuación con el camino-cortafuegos que nos
condujo hasta el Cerro Lucía, desde donde tomamos el antiguo camino de San
Martín de Valdeiglesias a Villa del Prado para realizar el descenso final hasta
el pueblo.
Por suerte la
climatología nos sigue respetando los domingos y hemos podido disfrutar de otra
mañana estupenda en la que nos hemos hecho una bonita ruta de unos 37
kilómetros en los que a excepción de la primera parte de bajar hacia el río ha
sido de “bastante nivel”, teniendo que hacer frente a unos cuantos repechones
de categoría que seguro que a muchos “les van a encantar”.