martes, 29 de enero de 2019

Domingo 27 de enero de 2019 (Sendereando por tierras de Almorox)


De nuevo en esta jornada dominical hemos amanecido con la compañía del viento, aunque en esta ocasión y a diferencia del domingo anterior, ello no ha importado y el número de asistentes ha aumentado, juntándonos en la Plaza Mayor a las 9,00 un grupo compuesto por Eltiolavara, Perejil, Senderitos, Noesperoanadie, Horacio, Rafa y Transcastro, que por fin se reincorporaba al grupo tras su “convalecencia”. Se ha unido también a nosotros Paco “el máquina”, al que hacía unas semanas que no veíamos.
Hoy estaba previsto realizar una ruta con un tramo de exploración que había preparado “El Presi”, y para ello abandonamos el pueblo con rumbo sur para dirigirnos hacia el camino del Valle, por el que cruzamos el arroyo Arrelobos y el arroyo Arrofresnos y llegamos hasta el camino del Majanal, donde giramos a la derecha para continuar ascendiendo por el mismo hasta llegar a las cercanías de El Encinar del Alberche.
Hicimos una parada durante unos minutos para reparar un pinchazo en la rueda trasera de Transcastro, y a continuación os incorporamos al cortafuegos que bordea la urbanización por su parte sur, donde de nuevo (y extrañamente) Transcastro volvió a pinchar…….¡¡Otra vez a arreglar el pinchazo!!.
Tras unos minutos para reparar de nuevo el pinchazo y con el consiguiente “cachondeíto” tomamos un par de calles de la urbanización y salimos al cortafuegos que separa las provincias de Madrid y Toledo, donde nos incorporamos durante unos metros a la pista que comunica las urbanizaciones de El Encinar y Pinar de Almorox hasta desviarnos para tomar un senderito entre los pinos y salir de nuevo más adelante a la pista para rodar por ella hasta llegar a la urbanización de Pinar de Almorox.
Nos internamos en la urbanización y tomamos una calle para a continuación salir a un camino que bordea la urbanización y por el que en paralelo a la carretera N-403 llegamos hasta la urbanización de El Romillo.
Cruzamos a continuación la carretera y nos incorporamos a la Cañada de Talavera durante unos metros hasta desviarnos a la derecha para tomar el camino del Pajar del Mudo durante un kilómetro y medio hasta llegar al punto de comienzo de “la exploración prevista”, desviándonos entonces a la izquierda para incorporarnos a un camino que tras unos metros se convertiría en un senderito espectacular entre los pinos por el que “zigzagueando” fuimos bordeando el Cerro Cruz hasta llegar a la Cañada de Talavera, donde al solecito hicimos la parada barrita de la jornada además de una fotito.
Tras los minutillos de relax reponiendo fuerzas y comentando lo bonito que había sido el sendero, reanudamos la marcha y tomamos unos pocos metros la Cañada de Talavera para desviarnos a continuación a la izquierda con dirección hacia la Granja Escuela Prado Luengo, desviándonos de nuevo a continuación para descender por un sendero hasta el arroyo de Las Tejoneras, y comenzar después a ascender por otro bonito sendero por la ladera de Peña Cabrera y continuar hacia la zona de la Ermita de San Julián.
Después de recorrer algunos senderos casi perdidos y algún trocito de camino llegamos hasta la carretera M-544, donde a unos pocos metros se encontraba nuestra siguiente parada de la ruta, el puente de Las Barguillas, donde de nuevo hicimos una paradita de relax y una fotito de grupo.
A continuación ascendimos por un sendero que nos condujo hasta el camino de Los Enebrales, que tomamos durante unos metros para después tomar un sendero-trialera que con algún tramo chungo nos condujo hasta un antiguo molino junto al arroyo del Tabalón, desde donde a continuación tuvimos que hacer frente al “escollo” de la jornada, es decir una subida de unos 500 metros pero con más del 20% de inclinación y que nos llevó hasta Almorox.
Tomamos aire unos minutillos tras la subida y a continuación atravesamos el pueblo de Almorox para dirigirnos hacia el antiguo trazado del ferrocarril Madrid-Almorox, al que nos incorporamos para después desviarnos por el camino de Valdeolivas y llegar hasta la parte de atrás de la urbanización de Las Hoyas, donde enlazamos con el camino que bordea la urbanización y continuamos bajando hasta llegar a la carretera M-540.
Nos incorporamos a un senderito paralelo a la misma que transcurre sobre la conducción de agua y a continuación tomamos unos metros de camino para enlazar con el antiguo trazado del ferrocarril Madrid-Almorox, donde al igual que el domingo anterior nos esperaba un viento considerable que nos daba “de cara” y que nos hizo los últimos metros más durillos.
Finalmente nos ha salido una ruta espectacular de unos 42 kilómetros, donde hemos descubierto unos nuevos senderos preciosos que sin duda recorreremos muchas veces en el futuro aunque la mala noticia ha sido que nos hemos quedado sin cervecitas debido a los pinchazos de Transcastro……

martes, 22 de enero de 2019

Domingo 20 de enero de 2019 (Una buena mañana para "ventilarse")


Nueva jornada invernal, en esta ocasión con el viento de acompañante además del frío habitual, con lo que únicamente en la Plaza Mayor a nuestra hora habitual se reúnen los “valientes”, estando en esta ocasión Eltiolavara, Perejil, Rafa y Horacio, que se reincorporaba al grupo tras recuperarse por fin de sus “costillas maltrechas”. Se nos ha unido también al grupo Javi “Tresme”, que hacía mucho tiempo que no rodaba en nuestra compañía.
Y siguiendo con la costumbre invernal, pusimos rumbo p’al monte para quitar el frío del cuerpo lo antes posible abandonando el pueblo por el antiguo camino de San Martín de Valdeiglesias, con Horacio abriendo el grupo y Perejil “en cola de pelotón”.
Realizamos los casi cinco kilómetros de ascensión hasta llegar al alto en la ladera del Cerro Lucía y tras descender unos metros para ponernos “a resguardo” del aire nos reagrupamos para después continuar por el camino y dirigirnos hacia la Cañada de Talavera, llegando a la “bifurcación” de la “Casa de la Coneja” y desviándonos a la derecha para continuar ascendiendo suavemente por la ladera del Cerro de la Puebla hasta llegar a un “alto” entre éste cerro y el Cerro Temblón, donde nos encontramos con un cartel que nos cerraba el paso anunciando que había “fusilamiento” de animales (montería para entendernos).
Pasamos el cartel y por evitar la zona nos desviamos a la izquierda para comenzar a subir por un cortafuegos por la ladera del cerro de la Puebla, desviándonos después de nuevo a la izquierda para tomar el camino que habíamos investigado hacía varias semanas y que recorre toda la falda del Cerro de la Puebla hasta salir al cortafuegos que va desde la cima del cerro hasta el camino de San Martín y por el que realizamos un rápido descenso.
Como en el camino de San Martín también nos encontramos con otro cartel de “Montería”, continuamos bajando unos metros por el cortafuegos hasta llegar al arroyo del Bodegón, desde donde cogimos un senderito para enlazar con la Cañada de Talavera y girar a nuestra izquierda para subir por la cuesta asfaltada, donde justo al llegar al alto pasamos una puerta en la alambrada para incorporarnos al cortafuegos que sirve de delimitación de las Comunidades Autónomas de Madrid y Toledo.
Realizamos un rápido descenso por el cortafuegos, que se encontraba en un estado ideal por la poca lluvia que había caído el día anterior, llegando hasta la carretera M-507, donde continuamos por un cortafuegos en paralelo a la misma primero ascendiendo unos metros y después descendiendo hasta llegar al cruce de las carreteras M-507 y N-403.
Tras pasar una valla nos incorporamos durante unos metros a la carretera M-507 y tras cruzar la N-403 nos desviamos a la izquierda para dirigirnos hacia las casas de Prado Luengo y desde allí tomar unos metros un camino en y enlazar con el precioso senderito que descubrimos no hace mucho y que serpenteando entre los pinos nos condujo hasta el Campamento Alfonso VI, donde hicimos la “parada barrita” de la jornada además de una fotito de grupo.
Después de unos minutos de relax, reanudamos la marcha y atravesamos el Campamento Alfonso VI para realizar a la inversa el camino que habíamos descubierto el domingo pasado y que nos llevó a ascender por la zona de “El Pedregal” y descender después hasta el camino del “Pajar del Mudo”, al que nos incorporamos a nuestra izquierda para descender hasta la Cañada de Talavera.
Rodamos unos metros por la Cañada de Talavera hasta desviarnos a la derecha para tomar un sendero que nos condujo hasta los tubos por los que solemos pasar bajo la carretera N-403 para comenzar a continuación a ascender entre los pinos hacia el Cerro de Pino Romero junto a la urbanización de El Encinar del Alberche.
Atravesamos la urbanización y en 8ª fase salimos al cortafuegos que bordea la misma por su parte sur, donde despedimos a Javi “Tresme” porque tenía que estar pronto de vuelta en el pueblo y el resto continuamos hacia el camino del Majanal y continuamos descendiendo durante unos tres kilómetros hasta llegar a la parte de arriba de la urbanización de “Las Hoyas”, donde tras “conejear” unos metros entre las jaras atravesando una parcela enlazamos con el camino que bordea la urbanización y continuamos bajando hasta llegar a la carretera M-540.
Nos incorporamos al senderito paralelo a la misma y a continuación tomamos unos metros de camino para enlazar con el antiguo trazado del ferrocarril Madrid-Almorox, donde nos esperaba un fuerte viento que nos daba “de cara” y que nos obligó a gastar las energías que nos quedaban hasta llegar al pueblo.
Nos ha salido una buena rutilla de unos 35 kilómetros en la que nos ha acompañado el aire durante toda la jornada aunque en gran parte de la ruta estábamos “protegidos” por el pinar, sintiendo viento más que nada al inicio y al final de la ruta. Continuamos pasando el invierno y hoy con la buena noticia del “retorno” de Horacio al grupo, uno de los fijos, ya que el personal está “de un vago” últimamente……….

lunes, 14 de enero de 2019

Domingo 13 de enero de 2019 (Disfrutando de otra mañana estupenda)


Continuamos haciendo frente a los “rigores invernales”, aunque en esta ocasión daba la sensación de que hacía “menos fresquito” que el domingo anterior, lo que hablando de temperaturas de cero grados (grado arriba, grado abajo), aunque no parezca mucho, sí que se notaba.
Para ésta segunda jornada del año nos hemos reunido en la Plaza Mayor a nuestra hora habitual un cuarteto compuesto por Eltiolavara, Perejil, Nacho y Rafa, uniéndose a nosotros Mónica y un debutante, César, que tras haberse puesto en contacto con nosotros se había animado a realizar una rutilla en nuestra compañía.
Como es habitual en esta época invernal, tratamos entrar en calor rápidamente y para ello no hay mejor cosa que “tirar p’al monte” y subir unas cuestas, así que con ese objetivo y con el destino de la ruta fijado en el molino medieval de Cadalso de los Vidrios iniciamos la ruta dirigiéndonos hacia el norte para tomar el antiguo camino de San Martín de Valdeiglesias a Villa del Prado.
Con Mónica en cabeza del grupo y su tío Perejil a la cola, realizamos el ascenso a buen ritmillo para reagruparnos como es habitual en el alto de la ladera del cerro de Santa Lucía para desde allí continuar con dirección hacia la Cañada de Talavera, para lo que unos metros más adelante abandonamos el camino para tomar un cortafuegos “sube-baja” que nos llevó hasta los pies del cerro Otanejo, desde donde tomamos un senderito que transcurre junto al arroyo del Bodegón que nos llevó hasta la Cañada de Talavera.
Nos incorporamos entonces a la Cañada de Talavera, donde giramos a nuestra izquierda para hacer frente a la cuesta asfaltada y bajar hasta la carretera N-403, a la que nos incorporamos durante unos pocos metros hasta desviarnos a la izquierda para abandonar el asfalto y tomar un camino para dirigirnos hacia la laguna del Manantial del Andrinoso.
Bordeamos la laguna (que tenía una buena capa de hielo) por un sendero y cruzamos a continuación el arroyo del Linar para dirigirnos hacia la carretera M-541, la cual atravesamos para enlazar con la vía Pecuaria del arroyo del Boquerón, donde unos metros más adelante comenzaríamos el bonito ascenso entre los pinos hacia Cadalso por la ladera de La Nava del Cerro, haciendo frente a unos buenos “repechitos”.
Continuamos con el ascenso y llegamos a las cercanías de Cadalso de los Vidrios, bordeando una parte del pueblo por diversos senderitos entre los pinos y atravesando a continuación el mismo para tomar durante unos metros la carretera M-542 hasta desviarnos a la izquierda para tomar el camino que conduce hasta la depuradora de Cadalso, junto a la que se encuentran los restos del molino medieval de Cadalso, donde aprovechamos para realizar la “parada barrita” y de paso hacernos la fotito de grupo de la jornada.
Tras reponer fuerzas, retomamos la marcha continuando por un sendero en paralelo al arroyo del Pinillo hasta enlazar con un camino por el que ascendimos hasta la cantera del Lanchar de la Osa, desde donde rodamos durante unos metros por el asfalto hasta desviarnos a la derecha para tomar el antiguo camino de Cadalso de los Vidrios a Almorox, desde por unos senderos enlazamos con el camino que transcurre en paralelo al arroyo del Pajar del Mudo.
Unos metros más adelante abandonamos el camino para desviarnos a la izquierda y tomar otro camino por el que no habíamos rodado hasta ahora y que nos condujo hasta el campamento Alfonso VI junto a la carretera N-403, atravesando el campamento para después tomar el divertido senderito entre los pinos que descubrimos hace unas semanas y que nos llevó hasta los tubos por los que pasamos bajo la carretera para comenzar a continuación a ascender entre los pinos hacia el Cerro de Pino Romero junto a la urbanización de El Encinar del Alberche.
Atravesamos la urbanización y acompañamos a César hasta su chalet para después salir al cortafuegos que bordea la misma por su parte sur, continuando hacia el camino del Majanal y descendiendo unos metros hasta desviarnos a la izquierda y continuar bajando hasta llegar al arroyo Arrofresnos.
A continuación ascendimos por la ladera del Cerro Crespo y descendimos para enlazar con el camino de Almorox y llegar de regreso al pueblo por el Polígono Industrial tras una buena rutilla de unos 40 kilómetros en una jornada en la que como es habitual últimamente hacía fresquito al inicio pero que luego se ha vuelto espectacular y en la que hemos explorado un nuevo camino.
Aunque con una buena palicilla en las patas, César quedó muy contento con su primera experiencia con nosotros, y esperamos que no sea la única………..