martes, 11 de julio de 2017

Domingo 9 de julio de 2017 (Una de imprevistos....)



Para esta jornada se preveía una mañana de “calor moderado” al estar el “ambiente” más fresquito después de las tormentas caídas en los últimos días, y preparados para disfrutar de nuestro deporte nos hemos dado cita en la Plaza Mayor a la hora de siempre un grupito compuesto por Eltiolavara, Jorge, Transcastro, Jose, Rafa, y Alberto, uniéndose también a nosotros nuestro amigo Javi, de El Encinar, y también Paquito, al que llevábamos bastante tiempo “sin ver el pelo”.
Debatiendo sobre hacia dónde encaminar nuestras pedaladas para intentar ir haciendo “tiradas largas” que sirvieran de entrenamiento con vistas a nuestra participación en “La Talajara” y al reto de este otoño “Segovia-Villa del Prado”, y aprovechando de que no hacía tanto calor, Rafa propuso realizar un recorrido “De puente a puente” de alrededor de unos 72 kilómetros, cruzando el río por el puente de Aldea del Fresno y volviendo a cruzar por Escalona para regresar al pueblo.
Como estuvimos todos de acuerdo, echamos a rodar tras los minutos habituales de cortesía para dirigirnos hacia el antiguo trazado del ferrocarril Madrid-Almorox, al que nos incorporamos para “rodar rapidito” hasta llegar a la pista asfaltada que va hacia la Ermita de La Poveda, que tomamos para continuar con nuestro “paso ligero”.
Llegamos a la Ermita y dejándola a nuestra izquierda continuamos por el Camino de La Poveda con dirección hacia la carretera M-507, continuando con un ritmo alto con el que algunos acusaban “la inactividad” por no haber salido el domingo pasado hasta que………¡¡¡Avería!!!. A Transcastro se le había soltado una biela y la cosa tenía mala pinta…….
Menos mal que nuestro gran mecánico Eltiolavara, se puso “manos a la obra” y tras unos minutos de faena solventó el asunto con su habitual pericia, con Transcastro suspirando de alivio cuando ya pensaba que se tendría que volver para casita.
Tras los minutos de parada (que a algunos les vinieron de maravilla para tomar oxígeno) reanudamos la marcha y continuamos por el camino hasta llegar a la carretera M-507, a la que nos incorporamos para llegar hasta el puente de “La Pedrera” (normalmente cogemos el senderito que transcurre en paralelo a la misma, pero en este tiempo está “perdidito” de abrojos…..).
Pasamos sobre el puente y nos incorporamos a la Senda de la Dehesa, por la que a la sombrita y en paralelo al río continuamos con nuestro rodar hasta llegar a la antigua estación del tren de “Río Alberche”, donde giramos a la izquierda para dirigirnos hacia un antiguo secadero de tabaco y desde allí a una antigua gravera.
Transitando por la gravera….¡¡Zasca!!, ¡¡Otra avería!!. En esta ocasión a Rafa se le había enganchado el cambio con los radios de la rueda trasera y….. ¡¡había quedado hecho un churro!!.
De nuevo llegaba el turno de “Eltiolavara”, que enfundándose unos guantes de cirujano, se puso manos a la obra para intentar solucionar la avería, pintando ahora si la cosa fatal. Con Rafa ya pensando en llamar al “coche escoba” para que le fueran a buscar, y tras estar cerca de media hora monta-desmonta, cambia patilla, endereza el cambio, vuelve a montar y desmontar, etc, etc, nuestro “hombre milagros” consiguió “revivir a la enferma” y al menos dejarla en condiciones de poder dar pedales. ¡¡¡QUE HARÍAMOS SIN TI, TIOLAVARA!!!.
Tras la larga parada, reanudamos la marcha y aunque Rafa podía pedalear, la burra no estaba en condiciones como para hacer la ruta prevista, con lo que pensó en cruzar el río por Calalberche para desde La Poveda emprender el camino de regreso al pueblo, por lo que tomamos la carretera que une la M-510 con Calalberche para dirigirnos hacia ésta última.
Tras despedirse de Rafa, el grupo decidió proseguir la marcha con la idea de ir a Méntrida por la carretera (más bien camino asfaltado) que une esta localidad con Calalberche para posteriormente volver por otro camino distinto otra vez a Calalberche y de ahí a Villa del Prado. De esta forma el grupo comenzó a dar pedales a buen ritmo hasta llegar al Caño de Méntrida, donde como durante 15 o 20 minutos el pelotón había rodado sin ninguna avería (cosa extraña tal como marchaba la jornada) la moral subió y el grupo “se vino arriba”, dando como resultado un cambio de planes para aumentar la longitud de la ruta y llegar hasta la Torre de Esteban Hambrán.
Y así, tras repostar agua en el Caño de Méntrida la “Escuadra Naranja” puso rumbo a la urbanización El Avión para desde allí por los serpenteantes y rompepiernas camino de Madereros y camino del Molino llegar hasta la Torre de Esteban Hambrán.
Durante el trayecto hacia La Torre íbamos sin “track” (recorrido marcado en el gps), lo que nos hizo dudar a la hora de tomar alguna bifurcación (mal presagio de lo que vendría después). Ya en la Torre paramos nuevamente a repostar agua en la fresca fuente de la Canaleja para tras saciarnos del líquido elemento emprender de nuevo la ruta para buscar el camino que nos llevase al río Alberche en la zona de Almorojuelo.
Al ir sin track seguimos el mejor camino que encontramos, que no fue otro que la carretera asfaltada del antiguo camino La Torre-Almorox, por la que tras avanzar unos 2,5 km nos topamos con la puerta cerrada de una finca, no quedando otra opción que tomar un camino “con muy mala pinta” que salía a la izquierda por una viña.
Tras “furtivear” por la viña, como se pudo llegamos a otro camino donde aparecía la puerta de otra finca, esta vez abierta pero con un portero automático y que no invitaba mucho a entrar. No obstante y como el camino llevaba la orientación correcta el grupo se adentró en la finca superando una buena rampa de subida. Al culminar la subida nos encontramos con la sorpresa de que el dueño de la finca “nos invitó” a retroceder sobre nuestros pasos y volver por donde habíamos venido.
Tras superar otra buena rampa a la vuelta enganchamos esta vez bien el camino hacia el río Alberche. La equivocación nos obligó a hacer unos 7 km extra, y ya con la lección ya aprendida para el futuro tomamos el camino de Escalona a La Torre de Esteban Hambrán y posteriormente el camino del Retamar, por el que por fin llegamos hasta la orilla del río Alberche.
Cruzamos el río por el “Vado Campisano”, donde los miembros más “acuáticos” del grupo aprovecharon para darse un refrescante chapuzón, para posteriormente junto a la urbanización Valcarrillo incorporarnos al camino vecinal de Escalona y Almorox a Villa del Prado, donde aún faltaban los “contratiempos menores” de un despiste de tres “unidades” que se iban para Almorox y la pájara de una “unidad” que llevaba varias semanas “haciendo pellas” y notó el kilometraje.
Al final ha salido una ruta de casi 75 km, ello a pesar de todos los contratiempos sufridos en forma de averías, despistes, equivocaciones y pájaras, lo que provocó que la hora de regreso al pueblo se demorara en demasía, llegando casi a las dos y media.
¡¡Por suerte tanto “imprevisto” no suele ser lo habitual!!.