Hoy la jornada ha amanecido un poco ventosa, y para la que probablemente
puede ser la última salida del año del Club (los próximos domingos caen fatal) nos
hemos juntado en la Plaza Mayor a la hora de siempre un buen grupo compuesto
por Eltiolavara, Transcastro, Jose "el Mara", Jorge, Alberto y Rafa,
además de Mariano y de un “Ilustre” de este deporte, el Sr. D. Juan Carlos (no
el Rey Emérito, sino el Presidente de la U. C. Villa del Prado).
Como es habitual todos los años en estas fechas, teníamos pensado hacer una
rutilla “cortita” para tomarnos después una “cervecita navideña”, y para de
paso “entrar en calor” decidimos comenzar la ruta “tirando p’arriba”, así que “como
está mandao” pusimos rumbo norte para tras pasar junto a las instalaciones de
la piscina municipal tomar el antiguo camino de Villa del Prado a San Martín,
por el que con Juan Carlos haciendo de “liebre” subimos a buen ritmo.
Al llegar a la segunda puerta, el grupo perdió un integrante, ya que
Alberto se volvió para el pueblo porque no se encontraba bien, continuando el
resto con el ascenso hasta llegar a la Cañada de Talavera, que atravesamos para
continuar hacia San Martín de Valdeiglesias por el camino de La Fuenfría, aunque
más adelante giramos a la izquierda para internarnos dentro de la finca
"La Granjilla" para realizar un bonito descenso entre las jaras hasta
la carretera M-541, que cruzamos para continuar la marcha por diversos senderos
en leve ascenso que nos llevaron hasta el "Alto de Castillejos",
donde hicimos la “parada barrita” de la jornada y una fotito de grupo.
Tras reponer fuerzas, reanudamos la marcha para disfrutar de un divertido
descenso por unos senderos que nos llevó hasta la carretera M-501 junto a la
ermita del Cristo de la Sangre de San Martín de Valdeiglesias, donde cruzamos
la carretera para bordear el pueblo y enlazar con el GR-10.
Rodamos por el GR-10 durante unos tres kilómetros hasta desviarnos a la
izquierda para comenzar con un tendido ascenso por el camino-sendero de
Artibanco por el que salimos al camino de Los Molinos, por el que continuamos hasta
llegar a la carretera de San Ramón, que cruzamos para tomar unos senderitos antes
de llegar a la urbanización Javacruz.
Enlazamos
allí con lo que nosotros llamamos “los toboganes”, que se trata de un bonito
tramo de senderos “sube-baja” entre los pinos por el que continuamos bajando
hasta llegar a las cercanías de las ruinas del monasterio de Santa María la
Real en Pelayos, desde donde continuamos la marcha por el GR-10 hasta llegar a la gasolinera de Pelayos de la Presa junto a la carretera
M-501.
Tomamos durante unos metros la carretera y nos desviamos a la derecha para
bordear el cerro del Cubo por un senderito y enlazar con el comienzo de la vía
verde de Picadas, donde como es habitual, a algunos se les pusieron las “orejas
tiesas” y empezaron a darlo todo, con Juan Carlos tirando en cabeza.
Recorrimos toda la vía verde y pasamos sobre el muro de la presa para
continuar con el ascenso por la carretera hasta llegar al alto, donde nos
reagrupamos tras la subida para proseguir con el posterior descenso por la
carretera hasta desviarnos a la derecha para tomar como es habitual el camino
de detrás del Safari Park, por el que enlazamos con el camino del Molino de
Rodeles hasta llegar a la carretera M-507 a la altura de "El Rececho"
donde cruzamos la carretera para enlazar con el antiguo trazado del ferrocarril
Madrid-Almorox y recorrer los últimos kilómetros hasta llegar al pueblo con el
aire a favor (cosa rara).
Habiendo cumplido el objetivo de estar pronto de vuelta (poco después de
las 12,30 horas) nos dispusimos a tomarnos las “cervecitas navideñas” que
habíamos previsto tras haber realizado una divertida rutilla de unos 47
kilómetros en la que hemos disfrutado de unos buenos tramos de senderitos y de
una estupenda mañana soleada ideal para nuestro deporte.