En la jornada de hoy estaba prevista nuestra participación por primera vez
en la “Trasierra”, organizada por el Club MTB Valdeiglesias en nuestra vecina
localidad de San Martín de Valdeiglesias, y con ese objetivo nos dimos cita en
la estación de autobuses a las 8,30 horas un grupito compuesto por Jorge,
Noesperoanadie, Transcastro, Horacio, Senderitos y Rafa, acompañados por
nuestro amigo Pablo, que también se había inscrito a la ruta.
Acomodamos las bicis en la furgoneta y pusimos rumbo hacia San Martín, donde
habíamos quedado con Nacho y César, que al venir directamente desde Madrid, en
vez de pasar por el pueblo se habían dirigido directamente hacia San Martín de
Valdeiglesias.
Nos reunimos todos en San Martín aparcando los coches junto al circuito de
motocross y fuimos a recoger los dorsales, para posteriormente colocarlos en
las bicis y dirigirnos hacia el arco de salida, donde al haber más de
setecientos participantes nos tocó ponernos bastante atrás.
A las nueve y media se dio la salida a la ruta, comenzando a ritmo
tranquilo ya que al ser tantos participantes no se podía avanzar y era
recomendable tomar precauciones para no empezar la mañana con una caída.
Y llevábamos unos cinco kilómetros de ruta cuando………¡¡zas!!, en el primer
“repechito” Nacho rompió la cadena de la bici, con lo que nos quedamos para
intentar arreglar el imprevisto un cuarteto compuesto por Nacho, Rafa,
Transcastro y Horacio, mientras el resto continuaron la marcha.
En los minutos que tardamos en reparar la cadena, pasaron todos los
participantes de la marcha, con lo que nos quedamos “los últimos del pelotón”,
con la parte “buena” de que al estar los últimos teníamos “pista libre” y nos
libramos de los “embotellamientos” que se hacían en determinados sitios al
haber tantos participantes.
Tras una vuelta por los alrededores de San Martín, tomamos el camino de Los
Molinos, para más adelante desviarnos a la derecha para tomar el camino
Artibanco y descender hasta la carretera M-501, pasando bajo la misma por unos
tubos para a continuación dirigirnos hacia la cantera que hay en la ladera del
cerro de las Colmenas, donde comenzó la primera de las subidas “durillas” de la
jornada, en la que ascendimos durante unos cuatro kilómetros hasta llegar al
primero de los avituallamientos de la jornada, donde hicimos una breve paradita
para reponer fuerzas.
Reanudamos la marcha y nos dirigimos hacia el alto de Castillejos, desde
donde nos esperaba un divertido descenso que ya conocemos y que nos llevó hasta
la zona del “Canto del Guarro”, para descender a continuación por varios
senderos de nuevo hasta la carretera M-501, pasando bajo la misma para
dirigirnos de regreso hacia San Martín para afrontar la segunda mitad de la
ruta, lo más bonito pero a su vez lo más duro.
Atravesamos el pueblo de San Martín para tomar el camino del Molino Quemado
y a continuación recorrer los senderos del “Canto de las Brujas” y del cerro de
La Guache, donde nos esperaba “El Diablo” de la Trasierra, para dar ánimos a
los participantes.
Tras un divertido descenso entre los pinos y una parada en el segundo
avituallamiento, tocaba el ascenso hacia el “Trasierra” que da nombre a la
ruta, teniendo que hacer frente a algún repecho técnico del 18% de inclinación.
Y después de la subida, pues de nuevo a disfrutar con la bajada, por suerte
sin nadie delante y disfrutando a tope de unos senderos preciosos que nos
llevaron hasta la orilla del embalse de San Juan, para después ya con las
piernas “maduritas” por los repechos que llevábamos durante la ruta hacer
frente al último ascenso de la jornada, esta vez hacia el “Cerro Cabrillas” y
el “Cerrillo del Tío Gitano”, para a continuación afrontar los últimos seis
kilómetros hasta la meta.
Tras pasar por el arco y recibir nuestra merecidísima medalla, nos
dirigimos hacia un parque donde la organización había preparado un estupendo
avituallamiento sólido y líquido, donde estuvimos reponiendo fuerzas tras una
ruta bastante durilla pero preciosa.
A excepción de Senderitos, que “por solidaridad” con dos compañeros de
trabajo realizó la ruta “corta”, el resto recorrimos los 53 kilómetros de la
ruta larga, que nos pareció ESPECTACULAR a pesar de conocer la mayoría del
recorrido.
Nuestra enhorabuena a la organización por todo, el recorrido, el ambiente,
los avituallamientos durante la ruta y el espectacular avituallamiento final
con “barra libre” de comida y bebida, que nos sentó a todos de maravilla.
Sin duda repetiremos el año que viene.