jueves, 31 de octubre de 2019

Domingo 27 de octubre de 2019 (Disfrutando en la "Trasierra")


En la jornada de hoy estaba prevista nuestra participación por primera vez en la “Trasierra”, organizada por el Club MTB Valdeiglesias en nuestra vecina localidad de San Martín de Valdeiglesias, y con ese objetivo nos dimos cita en la estación de autobuses a las 8,30 horas un grupito compuesto por Jorge, Noesperoanadie, Transcastro, Horacio, Senderitos y Rafa, acompañados por nuestro amigo Pablo, que también se había inscrito a la ruta.
Acomodamos las bicis en la furgoneta y pusimos rumbo hacia San Martín, donde habíamos quedado con Nacho y César, que al venir directamente desde Madrid, en vez de pasar por el pueblo se habían dirigido directamente hacia San Martín de Valdeiglesias.
Nos reunimos todos en San Martín aparcando los coches junto al circuito de motocross y fuimos a recoger los dorsales, para posteriormente colocarlos en las bicis y dirigirnos hacia el arco de salida, donde al haber más de setecientos participantes nos tocó ponernos bastante atrás.
A las nueve y media se dio la salida a la ruta, comenzando a ritmo tranquilo ya que al ser tantos participantes no se podía avanzar y era recomendable tomar precauciones para no empezar la mañana con una caída.
Y llevábamos unos cinco kilómetros de ruta cuando………¡¡zas!!, en el primer “repechito” Nacho rompió la cadena de la bici, con lo que nos quedamos para intentar arreglar el imprevisto un cuarteto compuesto por Nacho, Rafa, Transcastro y Horacio, mientras el resto continuaron la marcha.
En los minutos que tardamos en reparar la cadena, pasaron todos los participantes de la marcha, con lo que nos quedamos “los últimos del pelotón”, con la parte “buena” de que al estar los últimos teníamos “pista libre” y nos libramos de los “embotellamientos” que se hacían en determinados sitios al haber tantos participantes.
Tras una vuelta por los alrededores de San Martín, tomamos el camino de Los Molinos, para más adelante desviarnos a la derecha para tomar el camino Artibanco y descender hasta la carretera M-501, pasando bajo la misma por unos tubos para a continuación dirigirnos hacia la cantera que hay en la ladera del cerro de las Colmenas, donde comenzó la primera de las subidas “durillas” de la jornada, en la que ascendimos durante unos cuatro kilómetros hasta llegar al primero de los avituallamientos de la jornada, donde hicimos una breve paradita para reponer fuerzas.
Reanudamos la marcha y nos dirigimos hacia el alto de Castillejos, desde donde nos esperaba un divertido descenso que ya conocemos y que nos llevó hasta la zona del “Canto del Guarro”, para descender a continuación por varios senderos de nuevo hasta la carretera M-501, pasando bajo la misma para dirigirnos de regreso hacia San Martín para afrontar la segunda mitad de la ruta, lo más bonito pero a su vez lo más duro.
Atravesamos el pueblo de San Martín para tomar el camino del Molino Quemado y a continuación recorrer los senderos del “Canto de las Brujas” y del cerro de La Guache, donde nos esperaba “El Diablo” de la Trasierra, para dar ánimos a los participantes.
Tras un divertido descenso entre los pinos y una parada en el segundo avituallamiento, tocaba el ascenso hacia el “Trasierra” que da nombre a la ruta, teniendo que hacer frente a algún repecho técnico del 18% de inclinación.
Y después de la subida, pues de nuevo a disfrutar con la bajada, por suerte sin nadie delante y disfrutando a tope de unos senderos preciosos que nos llevaron hasta la orilla del embalse de San Juan, para después ya con las piernas “maduritas” por los repechos que llevábamos durante la ruta hacer frente al último ascenso de la jornada, esta vez hacia el “Cerro Cabrillas” y el “Cerrillo del Tío Gitano”, para a continuación afrontar los últimos seis kilómetros hasta la meta.
Tras pasar por el arco y recibir nuestra merecidísima medalla, nos dirigimos hacia un parque donde la organización había preparado un estupendo avituallamiento sólido y líquido, donde estuvimos reponiendo fuerzas tras una ruta bastante durilla pero preciosa.
A excepción de Senderitos, que “por solidaridad” con dos compañeros de trabajo realizó la ruta “corta”, el resto recorrimos los 53 kilómetros de la ruta larga, que nos pareció ESPECTACULAR a pesar de conocer la mayoría del recorrido.
Nuestra enhorabuena a la organización por todo, el recorrido, el ambiente, los avituallamientos durante la ruta y el espectacular avituallamiento final con “barra libre” de comida y bebida, que nos sentó a todos de maravilla.
Sin duda repetiremos el año que viene.

jueves, 24 de octubre de 2019

Domingo 20 de octubre de 2019 ("Desempolvando" los chubasqueros)


Parece que finalmente ya nos tenemos que despedir del buen tiempo, amaneciendo este domingo con predicción meteorológica adversa y dándonos cita en la Plaza Mayor a nuestra hora habitual un grupito compuesto por Eltiolavara, Transcastro, Noesperoanadie, Horacio, Perejil y Rafa.
Con unas cervecitas prometidas por Transcastro a la vuelta con motivo de su cumpleaños, decidimos en esta ocasión variar con respecto a los últimos domingos y en vez de “tirar p’arriba” encaminarnos hacia la zona de Aldea del Fresno y Chapinería, echando a rodar tras los habituales “minutos de cortesía” y abandonando la Plaza Mayor para dirigirnos hacia el sureste e incorporarnos al antiguo trazado del ferrocarril Madrid-Almorox, por el que comenzamos a calentar las piernas.
Tras recorrer unos tres kilómetros por el trazado del ferrocarril, enlazamos con la pista asfaltada que conduce hacia la Ermita de La Poveda, a la que nos incorporamos durante unos metros para a continuación desviarnos a la izquierda para tomar un camino que recorre la zona de “Los Albañales” y salir por él al camino de la Poveda, que tomamos hacia nuestra izquierda para dirigirnos hacia la carretera M-507.
Recorrimos por la carretera M-507 unos tres kilómetros hasta llegar al puente de “La Pedrera”, donde nos incorporamos al camino de la Dehesa, que transcurre en paralelo al río Alberche con dirección sur hasta girar a la izquierda para dirigirnos hacia la carretera M-510, la cual atravesamos para investigar un camino que atravesaba una viña y que no habíamos tomado nunca y que nos condujo a los pies de la zona de “Suertes Viejas”, incorporándonos a un senderito entre las encinas por el que llegamos hasta la entrada de la finca de Suertes Viejas, donde comenzamos a ascender pasando junto a las casas abandonadas para dirigirnos hacia el camino de Navayuncosa.
Ya en el alto, nos incorporamos durante unos metros al camino de Navayuncosa hasta girar a la izquierda para tomar el camino de Valmojado, por el que realizamos un divertido descenso hasta la zona de “Los Llanos” en Aldea del Fresno, para continuar después atravesando el pueblo y cruzar la carretera M-507 para tomar la carretera M-510 durante unos metros hasta desviarnos a la derecha para comenzar a ascender por la Cañada Segoviana.
Con Horacio en cabeza con su “borrica eléctrica” ascendimos durante unos tres kilómetros y medio hasta desviarnos a la derecha para tomar un camino que habíamos observado algunas veces y que ascendía por la ladera del cerro Agudo, teniendo que hacer frente a una buena rampa.
Al coronar el cerro, hicimos allí la “parada barrita” de la jornada, aprovechando para hacernos la fotito de grupo y ya de paso para ponernos los chubasqueros, ya que comenzaba a llover y cada vez con más intensidad.
Tras reponer fuerzas, reanudamos la marcha y descendimos del cerro Agudo para a continuación comenzar a ascender por un senderito entre las encinas hasta Chapinería, tomando una calle para a continuación tomar un sendero que desde el pueblo nos condujo hasta la carretera M-501, que atravesamos para continuar por unos bonitos senderos por la zona de la “Huerta de los Álamos” y “Las Mojoneras” hasta salir al camino de Socaancho.
Por el camino de Socaancho enlazamos con la conducción de agua de Picadas-Valmayor, desde donde podíamos ver como por la zona del pueblo nos esperaban unas nubes negras que a buen seguro estaban dejando bastante agua y que igualmente iban a “descargar” sobre nosotros.
Rodamos por el camino de Socaancho algo más de un par de kilómetros para llegar a la urbanización de Santa Ana, desde donde realizamos un vertiginoso descenso que nos llevó hasta el embalse de Picadas, donde la lluvia “arreciaba” con ganas recordándonos que ya estamos en el otoño mientras recorríamos todo el tramo hasta llegar al muro de la presa, continuando después con la subida por la carretera y posterior descenso por la misma hasta desviarnos a la derecha para tomar el camino que va por detrás del Safari-Park.
Enlazamos después con el camino del Molino de Rodeles y llegamos hasta la carretera M-507, cruzando la misma para enlazar a continuación con el antiguo trazado del ferrocarril Madrid-Almorox y regresar al pueblo.
Finalmente y como llegamos al pueblo llenos de barro y mojados, decidimos aplazar para una mejor ocasión las cervecitas de Transcastro y cambiarlas por una duchita caliente que bien nos habíamos ganado tras una bonita ruta de unos 56 kilómetros en la que hemos dado buen uso a los chubasqueros por primera vez en este otoño.
Y para el domingo que viene…….¡¡Nos espera “El Infierno” en la Trasierra de San Martín de Valdeiglesias!!. Esperemos que no sea para tanto……..

miércoles, 16 de octubre de 2019

Domingo 13 de octubre de 2019 (Conquistando la Peña de Cenicientos)


Casi mediados de octubre y continuamos disfrutando de buen tiempo en nuestras rutas dominicales, y listos para compartir otra jornada nos hemos reunido en la Plaza Mayor a las nueve Eltiolavara, Horacio, Senderitos, César, Jorge, Perejil, Alberto y Rafa.
Como habíamos comentado durante la semana, nuestro destino para la ruta de hoy sería la “Peña de Cenicientos”, que hacía mucho tiempo que no visitábamos y así de paso poder comprobar “de primera mano” los daños producidos por el incendio del pasado verano.
Y con ese destino iniciamos la ruta abandonando la Plaza Mayor con dirección noroeste para cruzar la carretera M-507 y abandonar el pueblo por el antiguo camino de San Martín de Valdeiglesias a Villa del Prado, realizando una subida “tranquila” siendo conscientes de que era una jornada en la que sería importante “reservar fuerzas” para la ascensión a la Peña.
Tras la subida, nos reagrupamos en la ladera del cerro Lucía como es habitual, para desde allí continuar hacia la Cañada de Talavera e incorporarnos a la misma para hacer frente a la “cuesta asfaltada” y proseguir por la pista asfaltada para descender hasta la carretera N-403.
Como teníamos que pasar por Cadalso de los Vidrios para posteriormente dirigirnos hacia Cenicientos, decidimos ahorrar tiempo y esfuerzos y tomar la carretera M-541, por la que al no tener tráfico recorrimos con tranquilidad y a buen ritmo algo más de cinco kilómetros hasta llegar a Cadalso de los Vidrios.
Atravesamos el pueblo de Cadalso y nos incorporamos de nuevo a la carretera M-541 en dirección hacia Cenicientos, para recorrer por la misma algo más de tres kilómetros hasta desviarnos a la derecha para tomar el camino de la Alberca, donde comenzamos con el ascenso a la Peña de Cenicientos.
Después de unos primeros metros de hormigón al 12% de inclinación, continuamos con el ascenso haciendo frente a tramos de hasta el 19% donde alguno tuvo que poner pie a tierra mientras con tristeza comprobábamos los efectos del fuego, con muchos árboles talados y quemados a ambos lados del camino en lo que antes era una subida a la sombra de los pinos y los castaños.
Tras unos tres kilómetros de subida llegamos hasta el final del camino, continuando después por la senda durante unos metros hasta dejar las bicis “reposando” junto a los árboles y proseguir a pie el ascenso durante los metros finales hasta llegar a la cima, donde en la caseta de vigilancia a más de 1.200 metros de altitud disfrutamos de unas vistas estupendas de toda la zona.
Dedicamos allí unos minutos a reponer fuerzas y a hacernos unas fotitos para a continuación emprender el rápido descenso hasta Cenicientos, para atravesar el pueblo y tras hacer una parada en una fuente junto a la ermita de la Virgen del Roble tomar el camino de la Postura, un divertido sendero con un par de tramos más técnicos por el que llegamos hasta la carretera M-542.
Atravesamos la carretera y nos incorporamos a la pista asfaltada que va hacia el “Lanchar de la Osa” para desviarnos a la derecha y tomar un camino por el que enlazamos con la Cañada de Talavera, recorriendo unos cinco kilómetros hasta llegar a la carretera N-403 a la altura de El Romillo, cruzando la misma para ascender por la pista de hormigón hacia El Encinar del Alberche.
Al llegar a El Encinar, la mitad del grupo (Alberto, Javi, Perejil y Senderitos) decidieron por diversos motivos finalizar la ruta bajando al pueblo por la carretera, mientras que el cuarteto restante (Jorge, César, Horacio y Rafa) continuaron por camino para llegar hasta el pueblo por el camino de Almorox y terminar la ruta en el Polígono Industrial.
En esta ocasión hemos tomado mucha más carretera de la que acostumbramos, con el objetivo de ahorrar fuerzas para el duro ascenso a la Peña de Cenicientos, realizando al final una ruta de unos 48 kilómetros en la que hemos cumplido nuestro objetivo y “conquistado” la Peña, aunque con “dolor en el corazón” por el estado en que se encuentra en algunos de sus tramos.
Esperemos que con las lluvias de otoño, comience a brotar la vida y algún día vuelva a ser algo parecido a lo que era antes del verano………