miércoles, 26 de agosto de 2015

lunes, 17 de agosto de 2015

Domingo 16 de agosto de 2015 (recorriendo el suroeste)



Después de la rutilla del domingo pasado por tierras abulenses, volvemos a nuestra zona en una mañana con muy buena pinta en lo climatológico debido la bajada de temperaturas que se ha producido últimamente.
Nos hemos reunido en esta ocasión un quinteto compuesto por Horacio, Perejil, Noesperoanadie y Rafa por el Club, uniéndose a nosotros Juanjo "Bene".
Como hacía mucho tiempo que no íbamos por allí, decidimos encaminarnos hacia Colmenar de Arroyo, para lo que abandonamos la Plaza Mayor dirigiéndonos hacia el sur para después desviarnos hacia el antiguo trazado del ferrocarril Madrid-Almorox y comenzar llaneando un poco para calentar las piernas.
Por el trazado del ferrocarril llegamos hasta la pista asfaltada que comunica la carretera M-507 con la ermita de La Poveda, donde tomamos la pista a la izquierda y tras unos metros nos desviamos a la derecha para tomar un camino por el que salimos a la carretera M-507, cruzando la misma para tomar el camino del Molino de Rodeles, por el que rodamos hasta enlazar con el camino-sendero que transcurre por detrás del Safari Park y llegar hasta la carretera que va desde la M-507 hasta el embalse de Picadas.
Ascendimos por la carretera y descendimos a continuación hacia la presa, pasando por encima y continuando por la vía verde de Picadas a buen ritmo hasta llegar a la explanada donde comienza la pista que sube hacia la urbanización "El Morro", situada en el cerro del mismo nombre.
Tras realizar el ascenso, corto pero intenso, atravesamos la urbanización para continuar por la carretera que comunica la misma con Navas del Rey, por la que llegamos al mencionado pueblo.
Atravesamos Navas del Rey y posteriormente nos desviamos a la izquierda para tomar un camino que transcurre por el pinar del cerro del Monje, bajando a continuación por una trialera que nos llevó hasta la carretera M-501 junto al desvío con la M-512 que va hacia Robledo de Chavela, donde hicimos una breve "parada barrita".
Cruzamos la M-501 y rodamos unos metros por la M-512 hasta desviarnos a la derecha para tomar un camino que enseguida nos puso a subir por la ladera del cerro Fuenteanguila, donde en un alto paramos a hacernos la fotito de la jornada con las antenas de la estación de Robledo de fondo.
Continuamos el ascenso y a continuación tocaba un rápido descenso que nos llevó hasta Colmenar de Arroyo, donde nos dirigimos hacia una fuente junto al arroyo de los puentes que en otras ocasiones habíamos repuesto agua, aunque esta vez salía un chorrillo mínimo y con mal sabor, por lo que decidimos repostar mejor en Chapinería.
Tras unos minutillos de relax, reanudamos la marcha volviendo sobre nuestros pasos para atravesar un parque con algunos "artilugios" para "hacer el cabra" con la bici, saliendo a continuación junto a la carretera M-510, donde cruzamos la misma para incorporarnos a otro camino con dirección a la urbanización Valquigoso.
Atravesamos la urbanización y continuamos pasando un par de vallas para el ganado para salir a otro camino que nos llevó hasta las cercanías de la rotonda de las carreteras M-510 y M-501, pasando sobre ésta última para internarnos en el pueblo de Chapinería, donde hicimos una nueva paradita en una fuente para, esta vez si, llenar las botijas.
Reanudamos la marcha y atravesamos el pueblo, para en las afueras desviarnos a la izquierda para tomar la cañada Segoviana con dirección a Aldea del Fresno, abandonándola posteriormente para descender por un bonito tramo de senderos e incorporarnos a la misma algo más abajo y continuar ya por la cañada hasta Aldea del Fresno.
En la fuente junto a la noria árabe de Aldea del Fresno echamos de nuevo agua fresquita para emprender el camino de regreso al pueblo, para lo que bordeamos Aldea por el camino que hay junto al río y llegamos hasta el puente de La Pedrera, incorporándonos a la carretera M-507 durante los aproximadamente tres kilómetros necesarios para enlazar con el camino de La Poveda, por el que llegamos a la ermita.
Continuamos la marcha y por la pista asfaltada que enlaza la ermita con la carretera M-507 llegamos de nuevo hasta el trazado del ferrocarril Madrid-Almorox, al que nos incorporamos pero ésta vez en dirección contraria para llegar al pueblo sin inconvenientes.
En una jornada con una temperatura estupenda, nos ha salido una rutilla de casi 55 kilómetros en la que saliendo desde Villa del Prado hemos recorrido cuatro de los pueblos del suroeste madrileño.
Y para rematar y de paso reponer líquidos, hemos terminado la jornada entre buen ambiente y risas acompañados cada uno por un par de cervecitas en una terracita a la sombra mientras intercambiábamos impresiones de la jornada.


lunes, 10 de agosto de 2015

Domingo 9 de agosto de 2015 (De ruta por Ojos-Albos)



En la jornada de hoy tocaba una rutilla de las que realizamos mensualmente, estando previsto para esta ocasión visitar la localidad abulense de Ojos-Albos, donde teníamos como anfitriones a los padres de nuestro compañero Jose.
Habíamos quedado a las siete y cuarto en la estación de autobuses, y allí nos hemos reunido un grupillo compuesto por Eltiolavara, Horacio, Transcastro, Perejil, Miguel, Jose y Rafa. Una vez acomodamos las bicis en la fregoneta de Eltiolavara, iniciamos camino hacia Ojos-Albos, de donde nos separaban unos 95 kilómetros.
Llegamos a nuestro punto de destino minutos después de las ocho y media, donde ya nos esperaba nuestro amigo Raúl, que se había desplazado directamente desde Madrid para acompañarnos en la ruta.
Aparcamos los vehículos y tras saludar a los padres de Jose y dejar en su casa el avituallamiento para después, comenzamos con los preparativos previos de montaje de las bicis, etc. Para acompañarnos en la ruta también se unió al grupo Juan, un primo de Jose buen conocedor de la zona y amante de la bici como nosotros.
Tras los preparativos oportunos, comenzamos a rodar minutos después de las nueve de la mañana, con un temperatura fresquita pero sin ser necesario usar algo de abrigo, y por si alguien tenía frío, nada mejor que comenzar la ruta haciendo frente a unas buenas cuestas.
Y con las mismas, abandonamos el pueblo para comenzar a subir hacia la sierra de Ojos-Albos por el camino de la Sierra, con un ascenso inicial de unos tres kilómetros con una pendiente media del 11% y llegando en algún punto casi al 23%, lo que unido al irregular estado del camino hizo que alguno tuviera que hacer algo de "empuja-bike".
Entramos rápido en calor mientras ganábamos rápidamente metros de altitud, algunos disfrutando de las vistas durante el ascenso mientras otros sólo podían mirar la rueda de la bici.
Ascendimos hasta enlazar con el camino de la Atalaya, un camino que siguiendo toda la línea de los aerogeneradores recorre toda la parte alta de la sierra de Ojos-Albos, y por el que continuamos con alguna breve paradita para reagruparnos y hacer algunas fotos para dirigirnos hacia el pico más alto de la sierra de Ojos-Albos, el "alto de la Cabeza", con 1.662 metros de altitud, desde donde disfrutamos de unas vistas espectaculares.
Después de realizar la "parada barrita" en lo más alto, a continuación tocaba descender por la ladera del alto de la Cabeza, por un camino-sendero casi en línea recta de unos dos kilómetros y medio con una pendiente media del 15% y con bastante piedra suelta, lo que obligaba a extremar las precauciones.
Tras un descenso que nos dejó "los brazos adormecidos", llegamos hasta el embalse de los Serones, donde tras pasar las bicis por encima de una puerta, bordeamos el embalse por una pista hasta enlazar con la carretera AV-500, por la que sin apenas tráfico rodamos a buen ritmo durante unos seis kilómetros hasta llegar al pueblo de Urraca-Miguel, realizando a la entrada del pueblo una nueva paradita para reponer agua en la fuente del pueblo.
Tras unos minutos de relax y charla con algún paisano, reanudamos la marcha atravesando el pueblo para tomar una pista por la que rodando entre algunos alcornoques de un tamaño impresionante llegamos hasta el pueblo de Mediana de Voltoya.
Sin entrar en el pueblo, lo dejamos a nuestra izquierda para tomar un camino ascendente para a continuación descender por la Cañada del Cura hasta el cauce de un pequeño arroyo seco que cruzamos para tomar un tramo de sendero hecho por las vacas por el que entre las encinas enlazamos con un camino por el que bajamos hasta el río Voltoya.
Cruzamos el río y mientras el sol comenzaba a "calentar de lo lindo" continuamos por un sendero para realizar el ascenso de regreso a Ojos-Albos, topándonos con una valla en el camino que tuvimos que sortear pasando las bicis por encima. Una vez pasada la valla, continuamos ascendiendo unos metros "campo a través" y por senderos de las vacas hasta enlazar con el camino de Ojos-Albos a Urraca-Miguel, por el que regresamos a Ojos-Albos.
Ya estábamos de regreso en Ojos-Albos, aunque ahora nos tocaba la "parte extra" de la ruta prevista, la visita a las pinturas rupestres de la Peña Mingovela, para lo que abandonamos de nuevo el pueblo para tomar un camino ascendente con dirección hacia el alto de los Cerrillos.
En el descenso posterior con dirección hacia el arroyo del Corral, que se encuentra junto a la cueva de las pinturas rupestres, a Raúl se le fue la rueda delantera y dio con sus huesos en el suelo, dándose sobre todo un buen raspón en el codo izquierdo. Como en estas excursiones llevamos un pequeño botiquín, limpiamos la herida y la tapamos para poder continuar la ruta y llegar hasta las pinturas.
Al llegar junto al arroyo abandonamos las bicis y ascendimos andando unos metros por la ladera hasta llegar a la cueva, donde pudimos ver los pocos restos de pinturas rupestres que aún quedan, ya que según Juan nos comentaba, ha habido gente que ha ido "con maceta y cortafríos" y se ha llevado los trozos de la roca......¡¡¡MANDA COJONES!!!.
Tras unos minutillos de relax y las oportunas fotitos, tocaba rehacer el camino para volver a Ojos-Albos, pensando ya en el avituallamiento líquido fresquito que nos esperaba ya que el sol calentaba lo suyo.
Y sin mayores contratiempos recorrimos los tres kilómetros de regreso al pueblo, donde antes de nada colocamos de nuevo las bicis en la fregoneta del Eltiolavara y nos dispusimos a disfrutar de "la prórroga del partido".
En la parte trasera de la casa de Mariano y Amelia, había un jardincito donde a la sombra de un ciruelo habían preparado una mesa donde se estaba de lujo, unido ello a un par de exquisitas tortillas de patata que nos había preparado Amelia para ir "abriendo boca" mientras se preparaba el fuego para la barbacoa que nos esperaba para reponer fuerzas.
Y después de "adecentarnos" un poco con la manguera y cambiarnos de ropa, sentados en la mesa nos dispusimos a reponer las fuerzas perdidas a base del menú típico de barbacoa, compuesto por chorizos, lomo, chuletas, panceta y pinchos morunos, todo ello acompañado por una sana ensalada que nos preparó Mariano con los productos de su huerto.
¡¡Y desde luego que las repusimos bien!!. Nos pusimos "moraos", mientras charlábamos con nuestros anfitriones Mariano y Amelia sobre la gente de Villa del Prado que conocían y los viejos tiempos.
Y para rematar, Mariano se ofreció a invitarnos a un cafecito en el bar del pueblo, así que para allá nos dirigimos para terminar de redondear la jornada.
A pesar de estar tan "a gusto", llegó el momento de partir, para lo que nos despedimos de los padres de Jose....¡¡MIL GRACIAS POR VUESTRA AMABILIDAD Y HOSPITALIDAD!!, y emprendimos el camino de regreso al pueblo, donde llegamos sin imprevistos cerca de las seis de la tarde.
Y así pasamos una jornada inolvidable, tanto por la ruta, durante la que disfrutamos de unas vistas increíbles, como por lo que vino después, donde nos sentimos "como en casa" y lo pasamos genial, lo que nos obligará a reservar un día en el calendario de rutas para repetir en el futuro.
Hasta el verano que viene Ojos-Albos!!!!!!.


martes, 4 de agosto de 2015

Domingo 2 de agosto de 2015 (Otra rutilla con bañito incluído)



Por fin los calores nos dan un pequeño respiro, y debido a que parece que el personal se está reservando para la ruta del domingo que viene por las tierras abulenses de Ojos Albos, para la ruta de hoy nos hemos reunido en la Plaza Mayor a la hora de siempre un trío compuesto por Transcastro, Horacio y Rafa, a los que se nos ha unido Javi "Tresme", que salía a rodar un ratillo.
Como parece que la mañana estaba algo más fresquita, decidimos comenzar subiendo, y con ese objetivo nos encaminamos hacia el norte para tomar el camino de San Martín de Valdeiglesias, por el que "a lo tonto, a lo tonto", con "Tresme" "haciendo de liebre", sin darnos cuenta subimos a un ritmo bastante ligerito.
Llegamos al alto y continuamos hasta la Cañada de Talavera, que cruzamos para continuar con dirección a San Martín por el camino-cortafuegos, por el que han pasado no hace mucho el "bulldozer" dejando algunos tramos de tierra suelta donde hay que "apretar de riñones".
Y así llegamos hasta la explanada donde confluyen el cortafuegos y el camino de la Fuenfría, donde nos despedimos de Javi "Tresme" porque tenía que estar pronto de regreso en el pueblo, y mientras el tiró hacia la derecha para subir por el camino de la Fuenfría hacia el alto de la Mira, "el trío naranja" tomamos el mismo camino para continuar hacia San Martín de Valdeiglesias, cruzando la carretera M-541 y continuando el descenso por el camino de la Fuenfría, aunque el último tramo lo realizamos por el senderito disfrutón que baja por la ladera del cerro de Vista Alegre.
Enlazamos después con la pista asfaltada que comunica la carretera M-501 con "el Jardín Encantado", por la que bajamos hasta la carretera para cruzar la misma y pasando junto a la ermita del Cristo de la Sangre internarnos a continuación en el pueblo de San Martín de Valdeiglesias, donde en una fuente repusimos agua y nos tomamos unos minutillos de relax, después de haber llegado desde Villa del Prado a San Martín en ....¡¡hora y cuarto!!.
Reanudamos la marcha y atravesamos San Martín de Valdeiglesias, abandonando el pueblo por otra ermita, esta vez del Santísimo Cristo de la Humildad, donde tomamos unos senderos por los que salimos a enlazar con un camino por el que con Las Cabreras de fondo pusimos rumbo hacia el embalse de San Juan.
Realizamos después un divertido tramo de senderos sube-baja entre los pinos, para después "enfilar" de nuevo con dirección San Martín, por un senderito técnico por las grietas y algo de piedra que nos sirvió para enlazar con el camino del Camposanto, por el que rodamos unos metros hasta desviarnos a la izquierda para continuar descendiendo hasta el camino de la Nava.
Tras unos metros por el camino de la Nava, tomamos un senderito que nos llevó a bordear el "punto limpio" de San Martín de Valdeiglesias y a enlazar con el camino de Los Molinos, por el que a buen ritmillo llegamos hasta la carretera de la urbanización San Ramón, que cruzamos para continuar por unos senderos por los que llegamos a los pies del cerro San Esteban.
A continuación, tocaba realizar el bonito-técnico-divertido ascenso por el senderito que recorre la ladera del cerro de San Esteban, transitando entre los pinos con algunos tramos de lanchas de piedra, para llegar a una "especie de mirador", donde disfrutamos de las vistas del embalse además de hacernos la fotito de rigor.
Después de subir toca bajar, para lo que continuamos por un sendero con algún pequeño tramo algo complicado por el que llegamos hasta la zona de los restaurantes y los embarcaderos, dirigiéndonos a continuación hacia el muro de contención del embalse y pasando sobre el mismo para encaminarnos hacia la "zona de playa", donde como unos bañistas mas y sin pensarlo dos veces vaciamos nuestros bolsillos y........¡¡zas!!!.....¡¡de cabeza al agua!!.
Y allí nos pegamos un bañito de lujo, con el agua a una temperatura espectacular que daba ganas de quedarse allí, pero como aún teníamos que regresar hasta el pueblo pues tocó de nuevo "ataviarse" para (eso si) bastante fresquitos emprender el camino de vuelta.
Una vez nos hubimos adecuado para la práctica de mountain bike, reanudamos la marcha dirigiéndonos hacia la gasolinera de Pelayos de la Presa, donde tomamos el tramito de carretera M-501 necesario para enlazar con la vía verde de Picadas recorriéndola entera hasta la presa y continuando con el ascenso por la carretera y posterior descenso hasta enlazar con el camino que discurre por detrás del Safari Park.
Enlazamos a continuación con el camino del Molino de Rodeles, por el que llegamos hasta la carretera M-507 a la altura de El Rececho, donde cruzamos la misma para conectar a continuación con el antiguo trazado de ferrocarril Madrid-Almorox y regresar al pueblo.
En una jornada algo menos calurosa que las anteriores, nos ha salido una bonita ruta de casi 49 kilómetros, con bastante senderito y disfrutando además de un buen baño en el embalse de San Juan, que nos sirvió para realizar el camino de regreso al pueblo bien fresquitos.
Y el domingo que viene.........de rutilla por Ojos Albos!!