miércoles, 27 de abril de 2022

Domingo 24 de abril de 2022 (Jornada de calma tras la tempestad)

 Después de la jornada ventosa y fría del sábado, el domingo ha amanecido una mañana soleada y sin viento, juntándonos en la Plaza Mayor para disfrutar de nuestra afición un buen grupito compuesto por Eltiolavara, Horacio, César, Alberto Fernández, Alberto García, David y Rafa.

Por evitar “terrenos embarrados” decidimos tirar p’al monte sin rumbo fijo, por lo que abandonamos el pueblo por el antiguo camino de San Martín de Valdeiglesias a Villa del Prado, por el que entramos rápido en calor y que nos condujo hasta la Cañada de Talavera.

Ascendimos por la cuesta asfaltada de la Cañada de Talavera y descendimos a continuación hasta la carretera N-403, por la que rodamos unos metros hasta desviarnos a la izquierda para dirigirnos hacia el cerro de Alcornocoso, donde visitamos unas rocas y nos hicimos una fotito de grupo.

Descendimos a continuación hasta el arroyo del Linar, que cruzamos con menos problemas de los esperados para posteriormente comenzar a ascender a buen ritmo hasta llegar a los pies de la Peña Muniana, desde donde continuamos hacia el camping de El Pinar de Cadalso y desde allí comenzamos a “senderear” por la zona del depósito del agua para tomar finalmente un sendero de bajada en paralelo a la carretera M-542 por el que llegamos hasta la vía pecuaria del Boquerón.

Emprendimos entonces el ascenso por la vía pecuaria, con Alberto García y David poniendo un ritmo imposible para los demás, aunque nos reagrupamos en el alto y nos dirigimos a visitar el “Enebro Singular de La Granjilla”, un árbol con unos 250 años de vida y protegido por la Comunidad de Madrid junto al que nos hicimos unas fotitos.

Pusimos ya rumbo de regreso al pueblo pasando junto al manantial del Andrinoso y tomando de nuevo la pista asfaltada de la Cañada de Talavera, aunque esta vez nos desviamos a la derecha para dirigirnos hacia el cerro Otanejo y realizar un rápido descenso por los cortafuegos, teniendo que hacer una paradita por un pinchazo en la rueda delantera de Alberto García.

Nos incorporamos después al camino de San Martín de Valdeiglesias, y como es habitual cuando volvemos por ahí, antes de afrontar el descenso final hasta el pueblo nos desviamos a la izquierda para tomar el camino que “faldea” por la ladera del Cerro Lucía para enlazar con el camino de Pelayos y posteriormente desviarnos a la derecha para tomar el sendero que pasando por detrás del depósito del agua nos llevó de regreso al pueblo.

Como estábamos de regreso en el pueblo “pronto” y hacía buena temperatura, nada mejor que terminar la jornada tomándonos unas cervecitas al sol tras realizar una bonita ruta de unos 35 kilómetros en la que hemos disfrutado de una climatología fantástica.


lunes, 18 de abril de 2022

Domingo 17 de abril de 2022 (Casi como si estuviéramos en verano)

 Previsión de tiempo “casi veraniego” para esta jornada, lo que seguramente habrá influido para que en la Plaza Mayor a nuestra hora habitual nos hayamos reunido un estupendo grupo compuesto por Eltiolavara, Gabri, Horacio, David, Alberto García, Alberto Fernández, Noesperoanadie, Jorge, César y Rafa por el Club, Además de Pablo, Adrián y Sergio, que por primera vez se animaba a salir de ruta con nosotros. Un fantástico grupo de 13 integrantes.

El objetivo de la ruta de hoy era recorrer una nueva trialera para bajar al embalse de Picadas que el Presi en sus “investigaciones” había descubierto hacía una semana, para lo que abandonamos el pueblo por el antiguo camino de Pelayos de la Presa a Villa del Prado, desviándonos posteriormente para “faldear” por la ladera del cerro Lucía e incorporarnos al camino de Villa del Prado a San Martín de Valdeiglesias.

Continuamos después por el sendero que transcurre paralelo al arroyo del Bodegón hasta llegar a la Cañada de Talavera, donde cruzamos la misma para continuar con dirección hacia San Martín de Valdeiglesias aunque posteriormente nos desviamos a la derecha hacia la zona de La Bizca para recorrer el sendero junto al arroyo de Valdenoches.

Tomamos a continuación el camino que recorre el Alto de la Mira por su cara norte hasta llegar al cerro de Valdenoches, al que ascendimos para después realizar un rápido descenso por el cortafuegos y bordear el cerro de Las Mucas hasta llegar a la laguna del arroyo del Jaralón, donde hicimos una paradita para reponer fuerzas además de hacernos una fotito.

Reanudamos después la marcha continuando por la Cañada de Talavera para a continuación desviarnos a la derecha para dirigirnos hacia la “nueva trialera” hasta el embalse de Picadas, por la que descendimos todos sin problema aunque a algunos les dio un poco de vértigo la última parte.

Continuamos la ruta recorriendo la vía verde de Picadas hasta la Presa, para después ascender por la carretera M-951 y dirigirnos hacia la carretera M-507 para cruzar la misma y tomar el Camino de La Poveda hasta la ermita del mismo nombre, donde repusimos “líquido elemento”.

Decidimos continuar entonces la ruta continuando por las choperas de la vega del río Alberche, ya que un día entre semana Jorge había pasado por allí y comentó que lo hizo sin problema, pero nosotros no tuvimos tanta suerte, ya que en ese tiempo transcurrido desde el miércoles al domingo habían pasado “el arado” precisamente por donde iba el camino, con lo que nos costó realizar un buen tramo “aplastando terrones” sobre la bici, lo que nos puso “las patas a tono”.

Tras la “zona mala”, llegamos hasta la “Casa del Agua” y desde allí al “Corral de Las Vacas”, desde donde pusimos rumbo de regreso al pueblo pasando por las huertas y atravesando la Dehesa para finalmente incorporarnos al camino del Charco y regresar al pueblo.

En esta jornada nos ha salido una bonita ruta de unos 48 kilómetros con una primera parte más “durilla” y una segunda parte más de llaneo recorriendo la vega del Alberche a la sombrita, cosa que se agradeció bastante ya que cuando llegamos al pueblo el calor era “considerable”.

El próximo domingo……. Más y mejor!!!


martes, 12 de abril de 2022

Vídeo de la ruta "Por la Comarca de la Jara"


 

Domingo 10 de abril de 2022 (De ruta por la Comarca de la Jara)

 Aprovechando la previsión del buen tiempo teníamos prevista para esta jornada la primera de las rutas mensuales de este año 2022, en la que habíamos planeado desplazarnos hasta Aldeanueva de Barbarroya, el pueblo toledano de nuestro compañero Nachete, para hacer una rutilla por los alrededores y reponer después fuerzas con una paella que el anfitrión iba a cocinar.

Y para eso habíamos quedado en la estación de autobuses a las 7,30 un fantástico grupo compuesto por Eltiolavara, Transcastro, Horacio, Alberto García, Alberto Fernández, Noesperoanadie, Jorge, Mariano, David y Rafa, y donde una vez que estuvimos todos cargamos las bicis en las furgonetas y emprendimos el camino de 115 kilómetros que nos separaban de Aldeanueva.

Llegamos a Aldeanueva sobre las 9,00 y allí nos esperaban Nachete y Dámaso, un “guía de lujo” que con sus 76 “castañas” iba a ser el encargado de guiarnos durante la ruta. Así que tras apañar las bicis, echamos a rodar para dirigirnos hacia Belvís de la Jara, donde llegamos tras recorrer unos nueve kilómetros.

Tras atravesar Belvís, vendría el primer “escollo” de la jornada, con una subida de unos cuatro kilómetros “picando p’arriba” con un 6% de desnivel que nos hizo entrar bien en calor.

Continuamos después por el camino del Valle de Belvís, con unas rectas interminables para rodar y rodar antes de hacer un ascenso de unos dos kilómetros y descender después para dirigirnos hacia Buenasbodas, desde donde tomamos el camino de Sevilleja de la Jara a BuenasBodas para más adelante salir a la carretera N-502, por la que rodamos unos tres kilómetros hasta llegar a Gargantilla.

Atravesamos Gargantilla y tras unos cuatro kilómetros llegamos a la Vía Verde de La Jara, conocida por ser parte del recorrido de “La Talajara”, que hemos realizado varias veces y por la que recorrimos unos 22 kilómetros hasta regresar a Aldeanueva de Barbarroya, sumando un total de unos 65 kilómetros de ruta.

Y tras la parte de “pedaleo” llegaba la parte de reponer fuerzas, para lo que mientras nos tomábamos unas cervecitas nuestro compañero Nachete se puso “manos a la obra” a preparar una paellita con la que “nos pusimos las botas” además de echar un fantástico rato “en familia y alrededor de la mesa”.

Muchísimas gracias a Nachete por el planazo que había preparado y cómo no, a Dámaso, que con sus 76 castañas nos llevó toda la mañana con la lengua fuera sin tiempo casi de hacer fotos, pero siendo un verdadero placer disfrutar de su compañía y de lo grandísima persona que nos demostró ser.

Sin duda habrá que repetirlo!!!!!!!