miércoles, 25 de abril de 2018

Domingo 22 de abril de 2018 (Por fin un domingo "de pata corta")



Y después de mucho esperar……..¡¡Por fin llegó el día de abandonar la ropa de invierno!!!. Con una previsión de más de 20 grados a medio día nos dimos cita en la Plaza Mayor a nuestra hora habitual un quinteto compuesto por Eltiolavara, Perejil, Horacio, Transcastro y Rafa.
Pese a la buena climatología el grupo no ha aumentado de unidades con respecto al domingo pasado, pero al menos tampoco ha disminuido. Esperemos que en próximos domingos vaya el personal animándose a salir de “su madriguera”.
Ante la agradable temperatura y al no ser necesario entrar en calor rápidamente, decidimos comenzar la ruta de manera más tranquila, por lo que pusimos rumbo hacia el suroeste para al igual que el domingo anterior abandonar el pueblo por la carretera M-540 para seguidamente incorporarnos al antiguo trazado del ferrocarril Madrid-Almorox y continuar rodando a buen ritmo hasta la finca "La Blanca".
Abandonamos entonces el trazado del ferrocarril girando a nuestra derecha para comenzar a ascender hacia El Encinar del Alberche por el camino del Majanal, con Perejil cerrando el grupo como era de esperar.
Llegamos hasta el cortafuegos que bordea la urbanización y comenzamos a bordear la misma hasta enlazar con la pista que va desde El Encinar del Alberche a la urbanización de Pinar de Almorox, a la que nos incorporamos durante unos pocos metros antes de desviarnos a la izquierda para tomar el divertido y estrecho senderito entre los pinos y encinas de alrededor de un kilómetro por el que llegamos hasta los pies del “Cerro de la fuente de Riofrío”, donde nos esperaba un “cuestón” cortito pero intenso, con un tramo del 24% de inclinación donde únicamente Rafa pudo subirlo dando pedales (además, claro está, de Horacio con su e-bike).
Tras unos segunditos en el alto para “recuperar resuello”, continuamos ascendiendo durante unos metros más hasta llegar al depósito de agua de la urbanización Pinar del Almorox, donde abrimos la valla de alambre para bordeando la urbanización descender hasta la carretera N-403, cruzando a continuación la misma para tomar un camino que con diversos “sube-baja” nos llevó hasta el arroyo Tordillos, sobre el que cruzamos por un puente (con bastante miedito y expectación por si alguno de nosotros terminaba “de patas en el arroyo”) ya que al parecer la riada que el arroyo debió llevar semanas atrás arrastró el puente, que permanece allí gracias a las zarzas que hicieron de barrera……
Una vez cruzado el arroyo tocaba realizar unos metros de ascenso hasta enlazar con la Senda del Cerro Cruz, por la que continuamos ascendiendo hasta desviarnos a la derecha para tomar un camino por el que llegamos hasta el pequeño embalse del Romillo, junto al cual aprovechamos para realizar la “parada barrita” de la jornada además de una fotito de grupo.
Después de reponer fuerzas, retomamos la marcha por el senderito que transcurre junto al pantano hasta llegar a la Cañada de Talavera, a la que nos incorporamos durante unos metros para después girar a la izquierda y rodar junto al cauce del arroyo de Labros, no pudiendo resistirnos a hacernos una fotito en unas rocas junto al mismo, ya que era un sitio espectacular.
Tras las fotos reanudamos de nuevo la marcha para rodando entre los pinos llegar hasta la carretera M-507, cruzando a continuación la misma para continuar rodando por un cortafuegos en paralelo a la N-403 donde en algunos tramos el terreno se encontraba bastante “blandito”, lo que nos hizo “apretar bien de riñones” para no quedarnos “clavados” en el barro.
Recorriendo el cortafuegos llegamos hasta una puerta por la que cruzamos al otro lado de la carretera N-403 para continuar ascendiendo aunque ahora de manera más suave por la Cañada de Talavera hasta su parte asfaltada, donde tras bajar a toda velocidad por la cuesta nos desviamos a la derecha para tomar el antiguo camino de Villa del Prado a San Martín de Valdeiglesias.
Antes de comenzar el descenso final hasta el pueblo nos desviamos a la izquierda para tomar el camino que recorre la ladera del cerro Lucía pasando por una explotación ganadera abandonada y enlazar con el antiguo camino de Villa del Prado a Pelayos de la Presa, recorriendo unos metros por el mismo hasta desviarnos a la derecha y tomar el divertido senderito que lleva hasta detrás del depósito del agua de Villa del Prado y continuar desde allí hasta el pueblo.
Por fin hemos disfrutado de una mañana de auténtica primavera, con el campo en un estado espectacular y…..¡¡ Por fin con las patas al aire!! (que ganas teníamos ya de quitarnos el culotte de invierno).
Al final nos ha salido una bonita ruta de unos 39 kilómetros bastante “rompepiernas” en la que como es habitual hemos disfrutado muchísimo de nuestro deporte, una lástima los que se lo han perdido por quedarse en casa………

miércoles, 18 de abril de 2018

Domingo 15 de abril de 2018 (Parece que ya si que "llega la primavera")



La buena climatología nos continúa acompañando los domingos, y en la jornada de hoy el número de integrantes del Club ha aumentado con un miembro más con respecto al domingo pasado, pasando de cuatro a cinco y juntándonos por tanto en la Plaza Mayor a la hora de siempre Eltiolavara, Transcastro, Horacio, Javichy y Rafa, a los que se nos ha unido también Juan Carlos, el Presi de la U. C. Villa del Prado, compañero habitual últimamente.
Ante la “agradable” temperatura, en esta ocasión no se hacía necesario tirar p’arriba para entrar en calor, por lo que en esta ocasión decidimos comenzar la ruta de una manera “más relajada” y para ello pusimos rumbo suroeste para abandonar el pueblo por la carretera M-540 para seguidamente incorporarnos al antiguo trazado del ferrocarril Madrid-Almorox, teniendo que hacer un par de leves paradas para solventar unos problemillas en la “borrica eléctrica” de Horacio, ya que no funcionaba la “ayuda extra”.
Tras unos minutos, parece que Horacio “consiguió arrancarla” y continuamos la marcha rodando a buen ritmito hasta la finca "La Blanca", donde giramos a la izquierda para llegar hasta las inmediaciones de la carretera M-540, donde tomamos un senderito que transcurre en paralelo a la misma sobre la conducción de agua que va a la urbanización de Las Hoyas.
Ya en la entrada de la urbanización nos incorporamos a la carretera M-540 durante unos quinientos metros para enlazar con el “Camino vecinal de Escalona y Almorox a Villa del Prado”, por el que esquivando charcos y tras mojarnos los pies al cruzar el arroyo Valdeasnos, llegamos a la urbanización Valcarrillo-Campuzano, donde el camino ya se convirtió en asfalto y nos condujo hasta la carretera N-403.
Nos incorporamos a la carretera durante unos pocos metros hasta desviarnos a la derecha por la entrada a la finca “Valdeoreja”, donde tomamos el camino (a veces sendero) que en esta ocasión se encontraba bastante “blando y pegajoso” y que nos llevó hasta Paredes de Escalona.
Nos dirigimos desde allí hacia la cantera de “El Diente de la Vieja”, continuando después por un sendero hasta llegar al paso bajo las piedras del arroyo Cantarranas, donde en tan bonito lugar decidimos hacer la “parada barrita” de la jornada además de la fotito de grupo acompañados por el “relajante” sonido del agua el arroyo entre las piedras.
Tras reponer fuerzas, reanudamos la marcha y continuamos por un camino con enormes charcos en los que algunos de nuevo se mojaron los pies y por el que enlazamos con el camino de Los Enebrales (hormigonado durante su mayor parte), donde comenzamos un “durillo” ascenso con algunos tramos del 15% de inclinación donde Transcastro y Javichy notaron la inactividad, quedándose rezagados unos metros por detrás del grupo.
El ascenso por el camino de Los Enebrales nos condujo hasta la Cañada de Talavera, cruzando la carretera M-544 para continuar ascendiendo por la misma ya de manera más relajada hasta la carretera N-403, bajo la que pasamos por un tubo para a continuación comenzar el último ascenso de la jornada que nos llevaría hasta la urbanización de El Encinar del Alberche.
Al enlazar con la pista hormigonada que sube desde la urbanización El Romillo hicimos una paradita de reagrupamiento para esperar durante unos minutos a Javichy y Transcastro, continuando después hacia El Encinar, donde Javichy abandonó el grupo para bajarse al pueblo por la carretera mientras el resto del grupo atravesó la urbanización para salir al cortafuegos que la bordea por su parte sur.
Enlazamos entonces con el “Camino de Almorox” para llegar de regreso al pueblo por el Polígono Industrial después de una buena rutilla de unos 44 kilómetros en la que hemos tenido una buena climatología (menos mal, porque si no los de los pies mojados desde el comienzo de la ruta………….).
Parece que el número de asistentes va en aumento desde hace tres semanas, en las que hemos pasado de tres a cuatro el domingo pasado, este domingo cinco…………a ver si por fin con la llegada del buen tiempo va asomando el personal.

martes, 10 de abril de 2018

Domingo 8 de abril de 2018 (Va llegando la primavera)



Previsión de buena climatología y al menos hemos tenido una “novedad en la convocatoria”, ya que por fin Transcastro ha salido de su “letargo invernal” y se ha dejado ver, con lo que el habitual “trío” dominical ha pasado a ser un “cuarteto” en el que como es habitual estaban Eltiolavara, Horacio y Rafa. Además se nos han unido hoy tres integrantes de la U. C. Villa del Prado, el Presi Juan Carlos, su hijo Carlos y Rodrigo, que ya había salido con nosotros alguna vez.
Tras esperar hasta las nueve y cuarto por si “milagrosamente” apareciera alguno más decidimos echar a rodar, tirando p’al monte por el antiguo camino de San Martín de Valdeiglesias a Villa del Prado, con el trío de la U.C. en cabeza mientras que “los naranjitas” nos lo tomábamos más relajadamente, incluido Horacio, que por fin estrenaba su “e-burra” después de ………¡¡cinco meses de espera!!.
Con Transcastro cerrando el grupo acusando como es habitual la inactividad, realizamos los cinco kilómetros de subida hasta llegar al alto en la ladera del cerro de Santa Lucía, donde nos reagrupamos para desde allí continuar por el camino para dirigirnos hacia la Cañada de Talavera.
Tras abandonar el camino en la última parte para realizar una corta bajada por cortafuegos llegamos a la Cañada de Talavera, a la que nos incorporamos para realizar el ascenso por la cuesta asfaltada para a continuación desviarnos a la izquierda abandonando el asfalto y tomando un camino entre los pinos por el que realizamos un divertido descenso que nos llevó hasta las cercanías de la carretera M-507.
Tomamos entonces durante unos dos kilómetros un camino-cortafuegos paralelo a la carretera N-403 en dirección a San Martín de Valdeiglesias hasta llegar a la laguna del Pozo Alcornocoso, donde cruzamos la carretera N -403 para pasar a la otra “orilla” y rodar durante unos metros por la antigua N-403 pasando junto a una cantera abandonada para incorporarnos después a un cortafuegos por el que recorrimos la “Loma de Andrinoso” aprovechando en el alto para realizar la “parada barrita” de la jornada y una fotito de grupo con la Peña Muniana tras nosotros.
Reanudamos a continuación la marcha por el cortafuegos para descender hasta la laguna del “Manantial del Andrinoso” y desde allí continuar hasta llegar a la carretera M-541, a la que nos incorporamos durante unos metros para cruzar la N-403 y posteriormente desviarnos a la izquierda para tomar un camino a través de una viña enlazando después con unos senderos por los que llegamos hasta el “alto de Castillejos”.
A continuación realizamos un divertido descenso por senderos hasta la carretera M-501, cruzando la misma junto a la ermita del Cristo de la Sangre para bordear después el pueblo de San Martín de Valdeiglesias hasta enlazar con el GR-10 y poner dirección hacia Pelayos de la Presa.
Tras unos metros por el GR-10 el grupo se dividió en dos, ya que los integrantes de la U.C. emprendieron el regreso hacia el pueblo, mientras que el resto decidimos alargar la ruta un poco más para poder ver en que estado de recuperación se encuentra el embalse de San Juan tras todas las lluvias caídas.
Y mientras los integrantes de la U.C. continuaron por el GR-10 en dirección hacia Pelayos, los “orange bikers” nos desviamos a la izquierda para emprender labores de investigación por un camino que pasó a ser un sendero y que posteriormente………desapareció!!.
Nos tocó “jabalinear” entre los tomillos y saltar un par de vallas hasta conseguir dar con un “camino conocido”, probando de esta manera por primera vez a pasar los “25 kilos de bici” de Horacio por encima de una valla, quedando claro que…….¡¡mejor hacerlo entre dos!!.
Ya por el camino de los Molinos llegamos hasta la urbanización Javacruz, desde donde comenzamos a transitar por unos senderos entre los pinos por la zona del cerro de San Esteban hasta salir finalmente al embarcadero del embalse de San Juan, pasando a continuación sobre el muro de contención del embalse, donde pudimos comparar que buen nivel que tiene ya el mismo, encontrándose en la actualidad casi al 80% de su capacidad.
Bajamos a continuación hasta la gasolinera de Pelayos, donde nos incorporamos durante unos metros a la carretera M-501 para dirigirnos hacia el comienzo de la vía verde de Picadas, donde desde el principio ya Transcastro dijo que “no estaba para alegrías” y que se lo iba a tomar con tranquilidad, por lo que recorrimos toda la vía verde de manera “relajada” aunque aun así se quedó unos metros rezagado.
Sorteando gran cantidad de charcos llegamos hasta el muro de la presa y continuamos después con la subida por la carretera hasta parar en el alto durante unos minutos esperando a Transcastro, que ahora sí que ya estaba “con la luz roja encendida”, continuando después con el descenso por la carretera hasta desviarnos a la derecha para tomar el camino que va por detrás del Safari-Park para llegar posteriormente hasta la carretera M-507, cruzando la misma para incorporarnos después al antiguo trazado del ferrocarril Madrid-Almorox y regresar al pueblo.
Al igual que los domingos anteriores, de nuevo hemos disfrutado de una estupenda mañana sin excesivo barro en el terreno y con una temperatura “agradable”, haciendo una buena rutilla de unos 53 kilómetros que nos han dejado “las patas finas”, siendo de nuevo un buen entrenamiento con la vista puesta en la Riaza-Bpro, para la que nos restan ya dos meses.