martes, 23 de junio de 2020

Domingo 21 de junio de 2020 (Ya llegó el "calorcito del bueno")


Jornada calurosa la que se preveía para hoy, y dispuestos a “sudar un poquito” nos hemos reunido en la Plaza Mayor a las 9,00 horas un estupendo grupo compuesto por Eltiolavara, Horacio, Transcastro, César, Jorge, Senderitos, Noesperoanadie, Edu, Granaíno y Rafa por parte del Club, uniéndose también a nosotros Ángel, Toni y Adrián, dispuestos a compartir esta jornada con nosotros.
Con unas cervecitas prometidas por Antonio “Granaíno” por haber aprobado “la opo” el año pasado (es que llevábamos mucho tiempo sin “verle el pelo” y aún se las debía), comenzamos nuestra ruta minutos después de las nueve ya con “Lorenzo” calentando lo suyo.
Abandonamos el pueblo por un camino con rumbo sur para posteriormente incorporarnos al antiguo trazado del ferrocarril Madrid-Almorox para ir calentando las piernas a buen ritmillo hasta llegar a la finca "La Blanca".
Giramos a nuestra derecha y comenzamos a ascender hacia El Encinar del Alberche por un camino paralelo al arroyo de Navacarrala, rodando entre las encinas por la zona de “Los Valles” y entrando del todo en calor (por si hacía poco ya) haciendo frente a alguna buena cuesta.
Tras el bonito ascenso entre las encinas, nos reagrupamos en el alto junto al camino del Majanal (es que a alguno la subida se le “atragantó”) y descendimos a continuación para incorporarnos al cortafuegos que bordea la urbanización de El Encinar del Alberche y hacer frente de nuevo a un par de buenos rampones.
Pasamos las bicis al otro lado de una valla para incorporarnos al cortafuegos que hace de límite entre las provincias de Madrid y Toledo para tras unos metros de ascenso descender para desviarnos a la derecha y tomar el bonito sendero de aproximadamente un kilómetro que transcurre junto al arroyo del Toril y que recorrimos a la sombrita de los pinos.
La primera parte de sendero nos condujo hasta la pista que va hacia la urbanización de Pinar de Almorox, cruzando la misma para continuar ascendiendo y salir más adelante a la mencionada pista, por la que descendimos unos metros hasta desviarnos a la derecha para afrontar un rampón del 25% que nos llevó hasta el camino que sube desde la urbanización de Pinar de Almorox hasta el cerro de Pino Romero, descendiendo a continuación entre los pinos hacia la urbanización Pinar de Almorox.
A la sombra de los pinos rodamos en paralelo a la carretera N-403 haciendo en ese trayecto la “parada barrita” de la jornada además de nuestra fotito de grupo antes de continuar hasta llegar a la pista hormigonada que comunica las urbanizaciones de El Encinar del Alberche y El Romillo.
Ascendimos por la pista y el grupo perdió a su primer integrante, ya que César se desvió para dirigirse ya de vuelta a casa en El Encinar, mientras los demás nos desviamos a la izquierda para descender hasta el “Arroyo del Moro” y ascender después hacia la carretera M-507, donde perdimos a otro miembro, ya que Jorgito se había pegado buena paliza el día anterior y ya “iba en reserva”.
El resto del grupo emprendimos el ascenso por la Cañada de Talavera hasta llegar a la pista asfaltada de arriba, donde más miembros “se cansaron de dar pedales” y dejaron el grupo para dirigirse al pueblo (Eltiolavara, Toni y Adrián), mientras el resto (los que tenían aún ganas de dar pedales) descendíamos por la pista para a continuación desviarnos a la derecha e internarnos en la finca de “La Granjilla” y realizar unos kilómetros “extra” por senderos hasta enlazar posteriormente con el camino de La Fuenfría (el de San Martín) y ya poner rumbo de regreso al Pueblo.
Llegamos hasta la Cañada de Talavera y cruzamos la misma para proseguir hacia Villa del Prado por el antiguo camino de San Martín, aunque como hacemos habitualmente, antes de comenzar el descenso final hasta el pueblo nos desviamos a la izquierda para tomar el camino que recorre la ladera del cerro Lucía pasando por una explotación ganadera abandonada y enlazar a continuación con el antiguo camino de Villa del Prado a Pelayos de la Presa, recorriendo unos metros por el mismo hasta desviarnos a la derecha y tomar como es habitual el divertido senderito que lleva hasta detrás del depósito del agua de Villa del Prado y continuar desde allí hasta el pueblo.
Aunque ha sido corta, nos ha salido una bonita ruta de unos 35 kilómetros “durilla” por la temperatura y la elevación, pero estábamos de vuelta en el pueblo a eso de las 12,30 para refrescarnos y reponer líquidos con las cervecitas prometidas por Antonio, que claro está nos supieron a gloria después de la calurosa jornada que habíamos pasado.






martes, 16 de junio de 2020

Domingo 14 de junio de 2020 (De visita en "Cabeza de la Huerta")


De nuevo habíamos quedado en esta jornada a las 8,00 horas para nuestra ruta dominical, ya que habíamos planeado para la ocasión una visita al cerro de “Cabeza de la Huerta” en las cercanías de Robledo de Chavela, así que al ser una ruta “larga” y con bastante subida estuvimos de acuerdo en madrugar.

Y para disfrutar de la mañana nos hemos reunido en la Plaza Mayor un grupito compuesto por siete integrantes, formado por Eltiolavara, César, Nacho, Alberto y Rafa como miembros del Club, además de Juan y Claudio, que de nuevo se animaban a disfrutar de una mañana con nosotros.

Echamos a rodar minutos después de las 8,00 horas para abandonar el pueblo por el antiguo trazado del ferrocarril Madrid-Almorox, para tras un par de kilómetros desviarnos a la izquierda por un camino por el que llegamos a la carretera M-507 y cruzar la misma a la altura de El Rececho incorporándonos al "camino del Molino de los Rodeles" para enlazar con el camino de detrás del Safari hasta salir a la carretera de Picadas.

Tomamos a continuación la carretera de Picadas hacia la Presa, pasando sobre el muro y continuando por la vía verde de Picadas hasta la explanada de la subida a "el Morro", donde iniciamos la subida con dirección a la urbanización para atravesar la misma y continuar por la carretera hasta llegar a Navas del Rey, donde atravesamos el pueblo para dirigirnos hacia el pinar del Monje y desde allí descender hasta la carretera M-501, cruzando la misma (por una vez sin coches) para a continuación desviarnos a la derecha y tomar un camino paralelo al arroyo de Valdezate por el que llegamos junto a las instalaciones de la NASA en Robledo de Chavela, donde paramos para hacernos una “fotito de grupo”.

Tras la foto reanudamos la marcha y bordeamos las instalaciones para incorporarnos a la carretera M-531 durante aproximadamente un kilómetro y medio hasta desviarnos a la derecha para tras pasar las bicis sobre una puerta tomar un sendero por la cara sur de “La Almenara” por el que fuimos ascendiendo (no sin pasar otras dos puertas) hasta salir a la carretera M-512 en un alto, descendiendo a continuación unos metros por la misma hasta desviarnos a la izquierda para incorporarnos a un GR-10 y comenzar a ascender con unas vistas impresionantes hacia el norte.

Tres kilómetros y medio de ascenso con alguna buena rampa del 14% nos condujeron hasta nuestro objetivo, el cerro de Cabeza de la Huerta, donde mientras “reponíamos fuerzas” y nos hacíamos otra fotito de grupo podíamos disfrutar de las vistas impresionantes que desde allí hay, contemplando todos los pueblos de los alrededores como Pelayos, San Martín, El Tiemblo, Chapinería, Navas,…….

Tras el ratillo de relax y un poco de “charleta” con un vigilante que había en el puesto situado en la cima, llegó el momento de emprender el camino de vuelta, para lo que tomamos un cortafuegos por la cara sur del cerro con algún tramo “de vértigo” donde únicamente Juan y Claudio bajaron sobre la bici, mientras los “viejales” del Club echábamos pie a tierra durante unos metros.

Una vez descendido el cortafuegos, nos incorporamos de nuevo al GR-10 (Cuerda de la Parada) para empezar un largo descenso que nos condujo hasta el mesón “El Puerto”, donde unos metros más adelante atravesamos la carretera M-501 bajo el puente para seguidamente incorporarnos a la vía verde de Picadas.

¡¡¡Madre mía!!!, pocas veces hemos visto tantísima gente en ese tramo, entre “paseantes” caminando en los dos sentidos, ciclistas, pescadores…….¡¡¡Eso parecía una “romería”!!!, con lo que nos lo tuvimos que tomar con tranquilidad, teniendo que parar incluso en varias ocasiones debido a la cantidad de gente con la que coincidíamos en algún tramo.

Tras terminar toda la zona de “peregrinaje” pasamos sobre el muro para afrontar el posterior ascenso por la carretera y reagruparnos en el alto, descendiendo a continuación por la carretera hasta enlazar con el camino que transcurre del detrás del Safari Park que recorrimos para continuar después por el camino del Molino de Rodeles y llegar junto a la carretera M-507 a la altura de El Rececho tal y como habíamos hecho al inicio de la ruta pero ahora en sentido contrario.

Cruzamos la carretera y enlazamos con el antiguo trazado del ferrocarril Madrid-Almorox para realizar los últimos kilómetros de la ruta y regresar al pueblo tras hacernos un buen rutón de unos 63 kilómetros en el que una agradable temperatura nos ha acompañado toda la mañana, estando además de regreso en el pueblo sobre las 12,45 horas, por lo que tras mucho tiempo por fin “se terciaba” la ocasión de tomarnos unas cervecitas para “reponer líquidos”.

Y eso hicimos, en la Plaza Mayor donde habíamos comenzado la jornada, terminamos la misma echándonos unas risas y tomándonos unas cervecitas a la salud de Nacho por su cumple (se nos han acumulado algunos durante la cuarentena, así que en próximas semanas alguna invitación más caerá).

Así que………¡¡Jornada “redonda”!!.

miércoles, 10 de junio de 2020

Domingo 7 de junio de 2020 (Por fin volvemos a la "normalidad")


Tras el “paréntesis” en nuestras salidas motivado por la declaración de “Estado de Alarma” debido al Coronavirus, por fin volvíamos a quedar un domingo por la mañana para una salidita en bici y disfrutar reuniéndonos de nuevo tras muchas semanas sin poder hacerlo.

En esta ocasión y por evitar el calor, habíamos decidido adelantar la hora de salida a las 8,00 horas, y en la Plaza Mayor a esa hora nos hemos reunido un estupendo grupo compuesto por los miembros del Club Eltiolavara, César, Horacio, Alberto y Rafa, uniéndose también a nosotros Pablo, Kike, David, Claudio y Juan, algunos “habituales” compañeros de ruta.

Para variar, decidimos tirar “p’arriba”, abandonando el pueblo por el antiguo camino de San Martín de Valdeiglesias, y subiendo a buen ritmo (unos más que otros) los casi cinco kilómetros de ascensión hasta llegar al alto en la ladera del Cerro Lucía, donde hicimos una parada de reagrupamiento para “tomar un poco de aire”.

Continuamos después la marcha por el camino para unos metros más adelante desviarnos a la derecha tomando otro camino por el que continuamos ascendiendo suavemente por la ladera del Cerro de la Puebla hasta llegar a un “alto” entre este cerro y el Cerro Temblón, donde nos desviamos a la izquierda para comenzar a subir de nuevo por un cortafuegos “recién pasadito” el bulldozzer.

Tras unos metros de subida por el cortafuegos nos desviamos a la izquierda para tras una barrera incorporarnos a un camino que recorre toda la falda del Cerro de la Puebla durante “poco más” de un kilómetro con unas buenas vistas hacia el sur hasta salir al cortafuegos que va desde la cima del cerro de la Puebla hasta el camino de San Martín (y que separa los términos municipales de San Martín y Villa del Prado).

Después de hacernos una fotito de grupo con las vistas que desde allí había, atravesamos el cortafuegos y tomamos un sendero por la cara norte del Cerro de la Puebla, donde tuvimos que “hacer frente” a un rampón del 28% de inclinación donde la mayoría del grupo tuvo que poner “pie a tierra”, descendiendo después hasta la Cañada de Talavera y cruzando la misma para a continuación comenzar a ascender por el camino de Valdenoches por la cara sur del “Alto de la Mira”

De nuevo otra buena rampa con tramos de hasta el 23% donde algunos tuvieron que “patear” algunos metros hasta llegar al alto, continuando de frente para descender por el cortafuegos muy “suelto” hasta enlazar con el camino de La Fuenfria (Camino de San Martín), por el que tras rodar unos metros nos desviamos a la izquierda para internarnos en la finca de “La Granjilla”, por donde disfrutamos de un divertido descenso que nos condujo hasta la carretera M-541.

Cruzamos la carretera y tomamos un camino de una viña por un claro para después internarnos en una zona de pinos rodando por un sendero hasta llegar al “alto de Castillejos”, donde tranquilamente hicimos la “parada barrita” de la jornada.

Tras reponer fuerzas continuamos la ruta realizando un divertido descenso por el sendero de “las piñas” hasta enlazar con el camino de la Fuenfría, por el que ascendimos unos metros hasta desviarnos a la izquierda y tomar otro sendero para internarnos en la dehesa del Canto del Guarro para seguir disfrutando de los senderos recorriendo la zona de “El Riscadero” hasta llegar a la explanada de “La Cancha”, desde donde tomamos el sendero por el que recorriendo la zona de “La Corcobada” llegamos hasta la carretera M-541.

Descendimos unos metros por la carretera hasta una fuente para reponer “líquido elemento” y hacernos una fotito y volvimos a ascender para tomar el camino con dirección hacia el cerro de Valdenoches, aunque como la mañana “iba de cortafuegos”, abandonamos el camino y nos desviamos a la izquierda para tomar un cortafuegos por la ladera del “Alto de la Mira” y a continuación un sendero por el que descendimos hasta las cercanías de la carretera M-501.

Rodamos en paralelo a la carretera M-501 hasta bordear el cerro del Cubo e incorporarnos al trazado de la vía verde del embalse de Picadas.

Como es últimamente habitual en cuanto “el personal” ve el llano…..Algunos se pusieron a tirar como si “no hubiera mañana”, mientras que otros se lo tomaban con más tranquilidad y disfrutaban del paisaje.

Después de recorrer la vía verde y ascender después por la carretera, bajamos hasta enlazar con el camino que transcurre por detrás del detrás del Safari Park hasta conectar con el camino del Molino de Rodeles que nos llevó junto a la carretera M-507 a la altura de El Rececho, donde cruzamos la carretera para incorporarnos al antiguo trazado del ferrocarril Madrid-Almorox y regresar al pueblo.

Al final nos ha salido una bonita y durilla ruta de unos 47 kilómetros en la que hemos tenido de todo, subidas, bajadas y llanos, y podemos “dar el visto bueno” al trabajador del bulldozzer, por los tramos de cortafuegos que hemos recorrido.

Pero lo mejor ha sido el volver a juntarnos un grupo estupendo después de tanto tiempo sin poder compartir una jornada de domingo y volver a disfrutar de nuestro deporte con nuestro buen rollo habitual.