lunes, 27 de octubre de 2014

Domingo 26 de octubre de 2014 (de exploración y cervecitas)



El buen tiempo nos sigue acompañando para las alturas del año que estamos, y en otra mañana de lujo y sin excusa del cambio de hora nos hemos reunido en la Plaza Mayor a la hora de siempre un grupillo compuesto por Eltiolavara, Horacio, Transcastro, Perejil, Jose "el Mara" y Rafa.
Con el objetivo de estar de vuelta pronto para "echarnos unas birritas" a la salud de Eltiolavara y Transcastro por sus recientes cumpleaños, decidimos hacer una ruta "de exploración" sin alejarnos mucho del pueblo, así que tras los minutos habituales de cortesía para los rezagados echamos a rodar.
Comenzamos la ruta saliendo del pueblo por el camino de San Martín, empezando pronto a sudar con el solecito que nos daba "en la chepa", y realizando toda la subida a buen ritmillo pero sin muchas alegrías.
Llegamos hasta la Cañada de Talavera, y giramos a la izquierda para hacer frente a la cuesta asfaltada y continuar después con un rápido descenso hasta la carretera M-507, que cruzamos para comenzar con el "periplo de investigación" tomando un cortafuegos que discurre en paralelo a la carretera por el que entre los pinos y las jaras bajamos hasta la carretera N-403.
Cruzamos la carretera N-403 y continuamos rodando por cortafuegos en paralelo a la carretera con dirección al cruce, tomando después la misma durante unos metros para tras pasar una puerta tomar un nuevo cortafuegos en paralelo a la N-403 con dirección hacia San Martin, por el que tuvimos que hacer frente a alguna rampa que otra antes de tomar un "sendero conejero" que no tenía salida y que nos hizo rodar un tramo "campo a través" entre los pinos hasta enlazar de nuevo con el camino.
Cruzamos de nuevo la carretera N-403 y realizando un rápido descenso entre los pinos salimos a la carretera M-507 a la altura del parque del campamento Alfonso VI, donde tranquilamente en un banco hicimos la "parada barrita" de la jornada.
Tras reponer fuerzas, continuamos la marcha cruzando un arroyo para de nuevo terminar "jabalineando" entre las jaras con la bici al hombro, hasta cruzar de nuevo el arroyo a la otra orilla para volver al camino.
Ya en ruta y viendo la hora, decidimos poner rumbo hacia el pueblo, tomando un camino que nos llevó hasta la urbanización de El Romillo, donde cruzamos la carretera N-403 para subir por la pista hasta El Encinar del Alberche.
Una vez en el alto, afrontamos a continuación un descenso por el cortafuegos que bordea la urbanización, atravesando después un par de calles y continuando con el rodeo de la urbanización por el cortafuegos que transcurre por toda la zona sur, continuando después por un camino hasta bajar al arroyo Arrofresno.
Tocaba a continuación la subida por un rampón de tres pares de narices, para enlazar con un senderito por el que bajamos rápidamente hasta salir al camino de Almorox y regresar al pueblo por la zona de polígono.
Tal como estaba planeado, nos dirigimos hacia la plaza para tomar asiento y reponer los líquidos perdidos después de haber hecho una rutilla corta, de unos 28 kilómetros, recorriendo unos cuantos cortafuegos y haciendo unos tramos de "jabalineo" entre las jaras y campo a través en otra jornada con una temperatura de auténtico lujazo que ojalá que dure el mayor tiempo posible.




lunes, 20 de octubre de 2014

Domingo 19 de octubre de 2014 (De rutón por La Adrada)



Hoy estaba previsto una nueva rutilla mensual, habiendo elegido esta vez la zona de la localidad abulense de La Adrada, con la intención de realizar la ruta que en Noviembre del año pasado tuvimos que "abortar" a la mitad debido al nevadón que nos cayó y por el que no terminamos con "amputaciones" de milagro.
A las ocho de la mañana nos hemos dado cita en la estación de autobuses Eltiolavara, Horacio, Transcastro, Jose "el Mara", Noesperoanadie y Rafa, partiendo unos minutos después camino de La Adrada mientas podíamos comprobar que en esta ocasión la meteorología no iba a ser un problema.
Minutos antes de las nueve llegamos a La Adrada y tras los preparativos oportunos comenzamos nuestra rutilla saliendo del pueblo rodando unos primeros metros por una pequeña carretera hasta desviarnos a la izquierda y tras pasar un arroyo continuar ascendiendo por un bonito camino entre los pinos y los robles por la ladera de "El Cerillón", que nos llevó hasta una carretera vieja que discurría por la ladera del monte con dirección hacia Piedralaves.
Nos incorporamos a la carretera durante unos metros para más adelante tomar un desvío a la derecha y continuar ascendiendo en un entorno maravilloso de castaños y robles hasta llegar al collado de los Hornillos, donde hicimos "la parada barrita" de la jornada una vez hecha la ascensión.
Tras reponer fuerzas continuamos la ruta, y unos metros más adelante, al cruzar un arroyo Jose se fue al suelo, recibiendo una buena "corná" de su bici en la zona del sobaco, que le dejó bien marcado aunque estuvo un buen rato dolorido.
Proseguimos la ruta y más adelante nos esperaba otro imprevisto en forma de montería, que nos hizo temer que tendríamos que abortar la ruta y darnos la vuelta, aunque por suerte el primer cazador que nos encontramos nos dijo que quedaban aún unos minutos para que soltaran los perros y empezaran los tiros, con lo que decidimos no perder más tiempo y apresurar la marcha para atravesar toda la zona de montería, rodando a buen ritmo por el camino mientras los cazadores se nos quedaban mirando.
Por fin atravesamos "la zona conflictiva" y continuamos bajando por una pista hasta llegar a la parte más bonita de la jornada, con la bajada por un sendero que discurre por la ladera del Cirbunal, disfrutando entre los castaños, los robles y los pinos hasta salir a una pista forestal en la que con las piernas "frías" después del descenso nos tocó volver a subir, recorriendo la garganta de Santa María hasta enlazar con la pista que transcurre por la ladera del Monte Covachones hasta llegar a un mirador desde donde hay unas buenas vistas del valle del Tiétar.
Tras unos minutillos de relax, a continuación tocaba de nuevo otro descenso por sendero, aunque esta vez nos llevamos la "desagradable" sorpresa de que lo que era un bonito sendero hace tres años, ahora estaba lleno de grietas producidas por el agua, lo que hizo que una parte tuviéramos que hacerlo a pie.
El sendero nos llevó hasta una pista que tomamos para continuar descendiendo hasta La Adrada y terminar la ruta sin mas complicaciones que un pinchazo de Horacio en su rueda trasera en la última parte, que le hizo llegar con la rueda "en el suelo".
Aunque no han sido muchos kilómetros, unos 36, la ruta se nos ha hecho durilla, en especial el segundo tramo de subida, que además estaba húmedo y hacía que las ruedas se pegaran bastante.
Respecto al entorno, de diez, una maravilla rodar entre los robles, pinos y castaños, con todos los arroyos llevando gran caudal y unas vistas espectaculares de la sierra de Gredos.
Y para terminar, como siempre, en los coches nos esperaba el avituallamiento líquido y sólido que nos supo a gloria después del esfuerzo.



lunes, 13 de octubre de 2014

Domingo 12 de octubre de 2014 (Otra jornada otoñal)



Después de la tempestad viene la calma, así que después del tormentón del sábado por la noche el domingo amanecía con muy buena pinta, y dispuestos a disfrutarlo nos hemos juntado en la Plaza Mayor a la hora de siempre un cuarteto compuesto por Eltiolavara, Transcastro, Horacio y Rafa.
Con objeto de evitar zonas de barro, decidimos tirar "monte arriba", así que para salir del pueblo nos dirigimos hacia el camino de Pelayos, mientras podíamos contemplar los nubarrones que había sobre los cerros y que hicieron que Rafa se acercara en un momento a su casa a por el chubasquero mientras el trío restante esperaba a la salida del pueblo.
Tras unos minutillos de espera, comenzamos a subir por el camino de Pelayos cada uno como buenamente podía, estando el camino en muy buenas condiciones, aunque como es lógico "pegajosillo" en algunos tramos.
Poco a poco fuimos subiendo y al mismo tiempo que ganábamos altitud iban apareciendo las primeras gotas de lluvia, hasta llegar un momento en que tuvimos que ponernos los chubasqueros porque la cosa se ponía seria.
Realizamos toda la subida y en vez de bajar hacia la laguna giramos a la izquierda para continuar subiendo y un poco más adelante girar a la derecha para bajar por un camino entre los pinos hasta la Cañada de Talavera.
Cogimos la Cañada de Talavera hacia arriba hasta llegar al camino de Valdenoches, por el que con la lluvia arreciando con ganas en muchos momentos, fuimos recorriendo toda la ladera norte del alto de la Mira hasta llegar a la carretera M-541, que atravesamos para continuar por un sendero entre los pinos que nos llevó hasta una explotación ganadera de cabras, haciendo "entre medias" la parada barrita de la jornada una vez que había parado de llover.
Continuamos después por otro sendero por el que enlazamos con la trialera del repetidor de San Martín, bastante chunga (al menos para nuestro nivel de free-riders) y con piedras en algún tramo, lo que provocó que Eltiolavara se diera el vuelo de la jornada, aunque afortunadamente sin consecuencias.
Tras bajar la trialera, continuamos la marcha por un sendero y a continuación un camino por el que llegamos hasta la carretera M-501 en las cercanías de San Martín, cruzando la misma y tomando un tramo de senderos a través de un olivar para enlazara con el camino del puente de San Juan, por el que al "picar hacia abajo" pusimos buen ritmo con dirección a Pelayos.
Atravesamos el pueblo de Pelayos y tras tomar unos metros la carretera M-501 continuamos por un sendero paralelo a la misma hasta llegar a la rotonda de circunvalación, donde salimos de nuevo a la carretera para poder enlazar con el inicio de la vía verde de Picadas.
Recorrimos toda la vía verde a buen ritmo, al principio bordeando los charcos y después atravesándolos hasta llegar al muro de la presa, rodando después por la carretera hasta desviarnos a la derecha para tomar el camino que bordea el Safari Park, continuando después por el camino del Molino de Rodeles hasta llegar a El Rececho, donde cruzamos la carretera M-507 para enlazar con el antiguo trazado del ferrocarril y regresar al pueblo.
Nos ha salido una bonita ruta de unos 43 kilómetros, disfrutando durante toda la mañana de una temperatura agradable a pesar de la "chuza" de agua que nos cayó durante un buen rato, pero para eso está el chubasquero y las ganas de disfrutar con la bici.



martes, 7 de octubre de 2014

Domingo 5 de octubre de 2014 (Lujazo de mañana para montar en bici)



En otra de las pocas mañanas de buen tiempo que nos van quedando, nos hemos reunido en la Plaza Mayor a la hora de siempre un dueto, compuesto por Horacio y Rafa.
Con un "tramo de exploración" planificado, iniciamos la ruta saliendo desde Villa del Prado por el antiguo camino de San Martín de Valdeiglesias, uniéndose a nosotros Manolo, un chaval de Yepes que a menudo se desplaza a esta zona para disfrutar del entorno.
Como Manolo estaba fuerte, subimos los tres a buen ritmo mientras charlábamos, aunque nosotros no íbamos tan sobrados como él.
Realizamos todo el ascenso juntos hasta llegar a la Cañada de Talavera, donde mientras nosotros cruzamos para seguir con dirección hacia San Martín de Valdeiglesias, Manolo tomó la cañada a la izquierda para subir por la cuesta asfaltada.
Tras recomendarle alguna variante sobre la ruta que tenía prevista, nos despedimos y continuamos nuestra marcha hacia San Martín por el cortafuegos hasta enlazar con el camino de la Fuenfría, por el que rodamos durante unos metros.
Antes de comenzar el descenso hasta la carretera M-541, nos desviamos a la derecha para comenzar nuestro "tramo de exploración", bajando por un camino y un pequeño tramo de cortafuegos hasta el cauce del arroyo de Valdenoches, junto al que fuimos bajando por un bonito sendero entre los pinos y las jaras por el que fuimos a salir junto al pilón que hay en el camino de la casa de los forestales, desde donde giramos a la izquierda para tras unos metros de camino llegar hasta la carretera M-541.
Cruzamos la carretera y continuamos bajando y subiendo por senderos hasta llegar a una explanada donde hay una explotación ganadera de cabras, junto a la cual pasamos dejándola a nuestra derecha para comenzar a bajar por un camino que nos llevó hasta una cantera, donde hicimos la "parada barrita" de la jornada.
Tras reponer fuerzas, retomamos la marcha bajando por el camino hasta llegar casi hasta la carretera M-501, donde giramos a la derecha para rodar en paralelo a la misma hasta llegar cerca de la rotonda, donde por un tubo pasamos por debajo de la carretera y tomando un sendero llegamos hasta la urbanización "Las Cumbres" de Pelayos de la Presa.
Nos incorporamos después a la carretera M-541 para bajar hasta el pueblo y dirigirnos a la Plaza para repostar agua, continuando después la ruta con destino al camino de Valdeyeros, por el que transitamos hasta llegar al arroyo de Las Labores, y desde allí hacia la Cañada de Talavera, ascendiendo por la pista asfaltada y bajando después hasta la laguna, donde giramos a la izquierda para tomar el camino de Pelayos a Villa del Prado.
Realizamos la subida a buen ritmo y emprendimos el descenso hacia el pueblo, desviándonos más adelante para tomar el sendero que conduce hasta el depósito del agua, donde pasamos por detrás para continuar bajando y donde Horacio tuvo un pequeño percance, aterrizando por completo sobre una buena mata de pinchos, sin mas daños que unos raspones y una buena dosis de "rejoneo".
Y así terminamos una bonita ruta en la que descubrimos otro sendero en una jornada de una temperatura de lujo, como ya nos quedan pocas, estando de vuelta en el pueblo a eso de las doce y media. El kilometraje ha sido corto, sólo unos 32,5 kilómetros, pero con unas buenas subidas.