miércoles, 26 de septiembre de 2018

Domingo 23 de septiembre (Continuamos con el calorcito)


Parece que continuamos con el veranito a pesar de estar prácticamente en octubre, (por nosotros, fenomenal, ¡¡ya habrá tiempo de pasar frío……!!. Y con una temperatura muy agradable nos hemos reunido a las 9,00 en la Plaza Mayor de Villa del Prado un grupito compuesto por Eltiolavara, Horacio, Transcastro, Perejil y Rafa por parte del Club, uniéndose también al grupo Mónica Varas, acompañándonos con el fin de preparar las próximas competiciones de ciclo-cross.

Sin nada previsto, antes de comenzar la marcha comentamos sobre dirigirnos hacia el cerro de “Cuerda Verduguera” en el término municipal de Navas del Rey, donde hacía muchísimo tiempo que no realizábamos la ascensión al cerro, así que para allí encaminamos nuestras rodadas.

Comenzamos la marcha desde la Plaza Mayor para dirigirnos hacia el sureste y abandonar el pueblo por el antiguo trazado del ferrocarril Madrid-Almorox, por el que rodando a buen ritmo llegamos hasta la pista asfaltada que enlaza la carretera M-507 con la ermita de La Poveda.

Giramos a la izquierda y posteriormente a la derecha para tras unos metros por camino llegar hasta la carretera M-507, que cruzamos para incorporarnos al camino del Molino de Rodeles, que recorrimos hasta enlazar con el camino-sendero que transcurre por detrás del Safari Park, y por el que llegamos hasta la carretera de Picadas, incorporándonos a la misma para dirigirnos hacia la presa.

Realizamos la subidita por la carretera y descendimos a continuación hacia la presa para comenzar a recorrer la vía verde, con Eltiolavara  y Mónica en cabeza tirando del grupo “a paso ligero”, lo que hizo que Horacio y Perejil se quedaran unos metros rezagados.

Con las “patas calientes” tras el apretón, llegamos a la explanada donde comienza la subida hacia la urbanización “El Morro”, donde giramos a la derecha para comenzar con la subida y ahí si que Horacio con su “borrica eléctrica” nos devolvió “la afrenta” y subió como un cohete, pudiéndole seguir únicamente Mónica y a mucha distancia.

La subida de “El Morro” ya nos acabó de “calentar”, y tras atravesar la urbanización continuamos por la carreteras hasta Navas del Rey, donde hicimos una paradita en la Plaza para reponer fuerzas con una breve “parada barrita” y tomar agua en la fuente antes de dirigirnos hasta nuestro objetivo de la jornada.

Tras la breve parada, reanudamos la marcha y nos dirigimos hacia el pinar del “Cerro del Monje”, para a continuación descender por una trialera hasta llegar a la carretera M-501, que como siempre, con su elevado tráfico nos hizo extremar las precauciones para poder cruzar sin riesgo.

Cruzamos por fin la carretera M-501 y nos incorporamos a la carretera M-512, por la que rodamos alrededor de un kilómetro y medio hasta llegar a los pies del cerro de Cuerda Verduguera, punto de comienzo de un duro ascenso de unos tres kilómetros con una pendiente media del 10,6% que nos iba a “poner a tono”.

Y de nuevo con Horacio en cabeza con su e-bike, seguido de Mónica y a continuación “el resto de los mortales”, comenzamos a afrontar las primeras rampas, con un 7% de inclinación hasta poco a poco alcanzar y mantenerse en torno al 13% y llegar al 15% en algún tramo, lo que unido a que “Lorenzo” calentaba bastante, hizo la subida un poco más exigente si cabe.

Poco a poco fuimos llegando arriba, donde a la sombrita de una encina aprovechamos para descansar unos minutos y “recuperar el aliento” tras la dura subida, aprovechando también para hacernos la fotito de grupo disfrutando de las buenas vistas que hay desde allí.

Tras recuperarnos del esfuerzo, continuamos la marcha por un camino que recorre la ladera del cerro disfrutando de bonitas vistas y que nos llevó hasta enlazar con la “Cuerda de La Parada”, por la que pusimos rumbo hacia el embalse de San Juan.

Cuando descendíamos hacia el embalse…………¡¡¡Problema!!!!, Pinchazo de Horacio, que era la primera vez que pinchaba en su 27,5 plus, así que con “canguelo” por la situación nuestro mecánico Eltiolavara “se arremangó” para solventar el imprevisto encontrándose con que la cámara que Horacio llevaba de repuesto era de válvula gorda y no entraba por el agujero de la llanta…..¡¡Oh, my God!!.

La solución fue montar una 27,5 normal que llevaba Transcastro, pero que más adelante resultó también dar problemas porque al tener que estirarse tanto la cámara hizo que se soltara un parche que tenía, con lo que de nuevo hubo que parar para ya colocar una cámara de 29 y que el arreglo quedara “medianamente en condiciones”.

Tras solventar el problema, continuamos con el descenso y llegamos hasta la carretera M-501, donde hicimos una paradita para comprar un par de botellas de agua, ya que algunos iban ya “secos” de “líquido elemento” y aún teníamos que regresar al pueblo con un calor que ya se hacía bastante de notar.

Repusimos agua todos y continuamos la marcha pasando bajo la carretera M-501 y bordeando unos metros el embalse de Picadas hasta llegar al comienzo de la vía verde, donde Mónica y Eltiolavara salieron “zumbando” desde el principio y no se les vio ya el pelo durante el recorrido de la vía verde.

Nos reagrupamos en el alto tras recorrer la vía verde con el posterior ascenso por la carretera para después descender por la misma hasta desviarnos a la derecha para tomar el camino que va por detrás del Safari-Park y por el que habíamos iniciado la ruta hasta llegar de nuevo a la carretera M-507, donde atravesamos la misma para incorporarnos al antiguo trazado del ferrocarril Madrid-Almorox y regresar al pueblo.

Al final nos ha salido una bonita ruta de unos 55 kilómetros en la que nos hemos dado una buena paliza, terminando la ruta unos minutos después de la una en medio de un calor “bastante considerable”, y con la “pena” de que debido al tiempo perdido en las paradas por el pinchazo de Horacio en esta ocasión nos tocaba “quedarnos sin cervecitas”……….

miércoles, 5 de septiembre de 2018

Domingo 2 de septiembre (Último domingo previo a las fiestas del pueblo)




Último domingo antes del “paréntesis” motivado por las fiestas del pueblo y a la hora de siempre nos hemos reunido en la Plaza Mayor los “habituales” de las últimas jornadas, es decir, Eltiolavara, Perejil, Transcastro, Horacio, Noesperoanadie y Rafa.
Como para hoy había previsión de subida de las temperaturas y además “había que celebrar las fiestas”, nos propusimos estar pronto de vuelta para tomarnos unas cervecitas, así que tras los minutos habituales de cortesía por si aparecía algún rezagado, echamos a rodar.
Abandonamos la Plaza Mayor con rumbo sureste para dirigirnos hacia el antiguo trazado del ferrocarril Madrid-Almorox, por el que rodando a buen ritmo llegamos hasta la pista asfaltada que enlaza la carretera M-507 con la ermita de La Poveda, desde donde nos dirigimos hacia el río, que “milagrosamente” aún no habíamos cruzado este año ningún día.
Como alguna vez tiene que ser la primera, en el paso de los Kioscos nos echamos las bicis al hombro y nos dispusimos a cruzar el río, que por suerte el nivel de agua que llevaba no llegó a mojarnos la banana ni “los pelendengues”.
Cruzamos el río hasta la otra orilla en la urbanización Calalberche, donde echamos unas cuantas pestes por ver como estaba de “mierda” la orilla del río, lleno de botellas, bolsas, etc., etc……y es que manda huevos como se puede ser tan CERDO E HIJO DE P….. para dejar allí la basura cuanto tienes unos contenedores a unos pocos metros……..
Ya en Calalberche decidimos poner rumbo hacia Villamanta, para lo que tomamos varias calles de la urbanización haciendo frente a alguna buena cuesta y bordeando la misma hasta enlazar con el camino de La Dehesilla, por el que llegamos hasta las pequeñas urbanizaciones de “Las Moreras”.
Allí nos incorporamos al camino de Méntrida a Aldea del Fresno, por el que descendimos hasta la carretera M-510, con algunos tramos del camino en los que la bici “se frenaba” por la cantidad de arena que había.
Atravesamos la carretera y comenzamos a ascender por la “Cañada de Méntrida”, por la que llegamos hasta las casas abandonadas de “Suertes Viejas” y desde allí al camino de Navayuncosa, por el que rodamos durante unos seis kilómetros hasta girar a la izquierda tomando el camino de la Virgen y bajar por la dehesa de Navacotonosa hasta llegar a la carretera M-507, pasando bajo la misma por un puente para a continuación dirigirnos hacia Villamanta.
Por un camino en paralelo a la carretera llegamos hasta la glorieta de entrada al pueblo y nos dirigimos al parque que hay junto a la Ermita del Socorro, donde hicimos la “parada barrita” de la jornada además de reponer agua en su fuente y hacernos una fotito de grupo.
Ya con las cervecitas en la mente, decidimos poner rumbo de regreso al pueblo, para lo que nos incorporamos durante unos metros a la carretera M-530 y a continuación al antiguo trazado del ferrocarril Madrid-Almorox, por el que llegamos de nuevo al Camino de la Virgen por el que habíamos descendido anteriormente.
Así que “volviendo sobre nuestras rodadas” ascendimos por la dehesa de Navacotonosa recorriendo el camino de la Virgen hasta llegar de nuevo al camino de Navayuncosa y desde allí de nuevo hasta “Suertes Viejas”, desde donde descendimos hasta la carretera M-510 para incorporarnos a un camino en paralelo al río Alberche que nos condujo hasta el puente de “La Pedrera”.
Allí nos incorporamos a la carretera M-507 incorporándonos a la carretera M-507 para recorrer los casi tres kilómetros necesarios para poder enlazar con el camino de La Poveda y llegar por él hasta la ermita, desde donde por la pista asfaltada continuamos “rehaciendo” el recorrido inicial hasta llegar al antiguo trazado del ferrocarril Madrid-Almorox y regresar al pueblo.
Y tras una rutilla de unos 50 kilómetros, estábamos de regreso en el pueblo listos para tomarnos esas cervecitas que habíamos previsto al inicio de la jornada, para lo que nos dirigimos a la Plaza Mayor y allí pudimos “reponer líquidos” (a la cuenta de Jorge, que aunque no había salido en bici, nos las debía…….).
¡¡FELICES FIESTAS A TODOS!!