Parece que continuamos con el veranito a pesar de
estar prácticamente en octubre, (por nosotros, fenomenal, ¡¡ya habrá tiempo de
pasar frío……!!. Y con una temperatura muy agradable nos hemos reunido a las
9,00 en la Plaza Mayor de Villa del Prado un grupito compuesto por Eltiolavara,
Horacio, Transcastro, Perejil y Rafa por parte del Club, uniéndose también al
grupo Mónica Varas, acompañándonos con el fin de preparar las próximas
competiciones de ciclo-cross.
Sin nada previsto, antes de comenzar la marcha
comentamos sobre dirigirnos hacia el cerro de “Cuerda Verduguera” en el término
municipal de Navas del Rey, donde hacía muchísimo tiempo que no realizábamos la
ascensión al cerro, así que para allí encaminamos nuestras rodadas.
Comenzamos la marcha desde la Plaza Mayor para
dirigirnos hacia el sureste y abandonar el pueblo por el antiguo trazado del
ferrocarril Madrid-Almorox, por el que rodando a buen ritmo llegamos hasta la
pista asfaltada que enlaza la carretera M-507 con la ermita de La Poveda.
Giramos a la izquierda y posteriormente a la derecha
para tras unos metros por camino llegar hasta la carretera M-507, que cruzamos para
incorporarnos al camino del Molino de Rodeles, que recorrimos hasta enlazar con
el camino-sendero que transcurre por detrás del Safari Park, y por el que
llegamos hasta la carretera de Picadas, incorporándonos a la misma para
dirigirnos hacia la presa.
Realizamos la subidita por la carretera y descendimos a
continuación hacia la presa para comenzar a recorrer la vía verde, con
Eltiolavara y Mónica en cabeza tirando
del grupo “a paso ligero”, lo que hizo que Horacio y Perejil se quedaran unos
metros rezagados.
Con las “patas calientes” tras el apretón, llegamos a
la explanada donde comienza la subida hacia la urbanización “El Morro”, donde
giramos a la derecha para comenzar con la subida y ahí si que Horacio con su
“borrica eléctrica” nos devolvió “la afrenta” y subió como un cohete,
pudiéndole seguir únicamente Mónica y a mucha distancia.
La subida de “El Morro” ya nos acabó de “calentar”, y
tras atravesar la urbanización continuamos por la carreteras hasta Navas del
Rey, donde hicimos una paradita en la Plaza para reponer fuerzas con una breve
“parada barrita” y tomar agua en la fuente antes de dirigirnos hasta nuestro
objetivo de la jornada.
Tras la breve parada, reanudamos la marcha y nos
dirigimos hacia el pinar del “Cerro del Monje”, para a continuación descender
por una trialera hasta llegar a la carretera M-501, que como siempre, con su
elevado tráfico nos hizo extremar las precauciones para poder cruzar sin
riesgo.
Cruzamos por fin la carretera M-501 y nos incorporamos
a la carretera M-512, por la que rodamos alrededor de un kilómetro y medio
hasta llegar a los pies del cerro de Cuerda Verduguera, punto de comienzo de un
duro ascenso de unos tres kilómetros con una pendiente media del 10,6% que nos
iba a “poner a tono”.
Y de nuevo con Horacio en cabeza con su e-bike,
seguido de Mónica y a continuación “el resto de los mortales”, comenzamos a
afrontar las primeras rampas, con un 7% de inclinación hasta poco a poco
alcanzar y mantenerse en torno al 13% y llegar al 15% en algún tramo, lo que
unido a que “Lorenzo” calentaba bastante, hizo la subida un poco más exigente
si cabe.
Poco a poco fuimos llegando arriba, donde a la
sombrita de una encina aprovechamos para descansar unos minutos y “recuperar el
aliento” tras la dura subida, aprovechando también para hacernos la fotito de
grupo disfrutando de las buenas vistas que hay desde allí.
Tras recuperarnos del esfuerzo, continuamos la marcha
por un camino que recorre la ladera del cerro disfrutando de bonitas vistas y
que nos llevó hasta enlazar con la “Cuerda de La Parada”, por la que pusimos
rumbo hacia el embalse de San Juan.
Cuando descendíamos hacia el
embalse…………¡¡¡Problema!!!!, Pinchazo de Horacio, que era la primera vez que
pinchaba en su 27,5 plus, así que con “canguelo” por la situación nuestro
mecánico Eltiolavara “se arremangó” para solventar el imprevisto encontrándose
con que la cámara que Horacio llevaba de repuesto era de válvula gorda y no
entraba por el agujero de la llanta…..¡¡Oh, my God!!.
La solución fue montar una 27,5 normal que llevaba
Transcastro, pero que más adelante resultó también dar problemas porque al
tener que estirarse tanto la cámara hizo que se soltara un parche que tenía,
con lo que de nuevo hubo que parar para ya colocar una cámara de 29 y que el
arreglo quedara “medianamente en condiciones”.
Tras solventar el problema, continuamos con el
descenso y llegamos hasta la carretera M-501, donde hicimos una paradita para
comprar un par de botellas de agua, ya que algunos iban ya “secos” de “líquido
elemento” y aún teníamos que regresar al pueblo con un calor que ya se hacía
bastante de notar.
Repusimos agua todos y continuamos la marcha pasando
bajo la carretera M-501 y bordeando unos metros el embalse de Picadas hasta
llegar al comienzo de la vía verde, donde Mónica y Eltiolavara salieron
“zumbando” desde el principio y no se les vio ya el pelo durante el recorrido
de la vía verde.
Nos reagrupamos en el alto tras recorrer la vía verde
con el posterior ascenso por la carretera para después descender por la misma
hasta desviarnos a la derecha para tomar el camino que va por detrás del Safari-Park
y por el que habíamos iniciado la ruta hasta llegar de nuevo a la carretera
M-507, donde atravesamos la misma para incorporarnos al antiguo trazado del
ferrocarril Madrid-Almorox y regresar al pueblo.
Al final nos ha salido una bonita ruta de unos 55
kilómetros en la que nos hemos dado una buena paliza, terminando la ruta unos
minutos después de la una en medio de un calor “bastante considerable”, y con
la “pena” de que debido al tiempo perdido en las paradas por el pinchazo de
Horacio en esta ocasión nos tocaba “quedarnos sin cervecitas”……….