Dispuestos a disfrutar de una nueva jornada de bici, nos hemos reunido en
la Plaza Mayor a la hora de siempre un estupendo grupo compuesto por
Eltiolavara, Transcastro, Jose, Javichy, Horacio, Alberto, Perejil y Rafa por
el Club, uniéndose también Paquito “el Máquina”, su hijo Abraham y "Los
Caracoles" Jorge, Javi y Mariano.
Como “entrenamiento” para la Talajara, nuestro compi Alberto había
preparado una buena rutilla recorriendo “sus dominios” (los alrededores de
Villamanta), así que hacia allí partimos desde la Plaza Mayor para dirigirnos
hacia el antiguo trazado del ferrocarril Madrid-Almorox, donde fuimos
calentando las piernas hasta llegar a la pista asfaltada que va hacia la ermita
de La Poveda, que cruzamos para continuar por el trazado del ferrocarril y
atravesar la finca "El Rincón" hasta salir al camino de La Poveda,
llevándonos alguna marca de las zarzas que últimamente “se han hecho fuertes” y
van invadiendo el camino cada vez más.
Al llegar al camino de La Poveda, giramos a nuestra izquierda para
dirigirnos hacia la carretera M-507, a la que nos incorporamos para
encaminarnos hacia el puente de "La Pedrera" sobre el río Alberche,
donde nos esperaba Miguel, que se había desplazado desde Calalberche.
Y así en un numeroso grupo de ¡¡14 bikers!! nos incorporamos al camino que
discurre en paralelo al río para bordear Aldea del Fresno y salir a la
carretera M-510, que recorrimos durante unos metros hasta tomar a nuestra
derecha la vía pecuaria con dirección a Chapinería, que subimos todos a buen
ritmo.
Antes de afrontar la última parte de la subida y donde teníamos que desviarnos,
Perejil, “fiel a su estilo”, en vez de esperar a estar todos para ver hacia
donde tirábamos, decidió que se iba a Chapinería por la carretera pensando que
nos dirigíamos hacia allí cuando ese no era el “plan previsto”, con lo que el
resto del grupo continuamos con la ruta planificada y ya no le volvimos a ver
durante toda la jornada, quedando el grupo en 12+1.
En vez de ascender hacia el cerro de La Marota, tomamos un divertido
senderito de bajada entre las encinas hacia el arroyo de la Oncalada para a
continuación ascender e incorporarnos al camino de Chapinería, dirigiéndonos
desde allí hacia el puente sobre el rio Perales para cruzar el río y afrontar a
continuación una buena subidita por el camino del Río que nos llevó hasta
Villamantilla, haciendo una breve parada para arreglar un pinchazo de Jorge.
Atravesamos Villamantilla y a la salida del pueblo nos desviamos a la
izquierda para incorporarnos a un camino que ascendiendo por la dehesa de
Villamantilla nos llevó a enlazar con la Senda del Socorro, que recorrimos
hasta llegar a la Cañada Real Segoviana poniendo desde allí rumbo hacia
Villamanta.
Llegamos a Villamanta y nos dirigimos hacia un parque a la entrada del
pueblo donde hicimos la “parada barrita” y la foto de la jornada, aprovechando
para reponer agua en una fuente (poco fresca, por cierto).
Tras la paradita para reponer fuerzas, Javichy tenía prisa y abandonó el
grupo para dirigirse ya de regreso al pueblo, mientras que el resto retomamos
la marcha continuando por la Cañada Real Segoviana para desviarnos más adelante
a la derecha con rumbo a Méntrida.
Y recorriendo varios caminos de la zona como el camino de Madrid y el
camino de Pedro Moro y haciendo frente a algún repecho que otro donde se notó
que había alguno que “no estaba fino” conseguimos llegar hasta Méntrida, donde a
la entrada del pueblo hicimos de nuevo una paradita para reponer fuerzas ya que
Jorge y Javi entraron a una tienda y compraron un melón del que dimos buena
cuenta y que aunque no estaba fresquito nos supo a todos a gloria.
Aunque todos echamos igualmente unos tragos de bebida isotónica que
compraron algunos, nos dirigimos desde allí a la “fuente del caño” para reponer
agua, donde ya Transcastro aprovechó para hacerse “un par de largos” y quedarse
bien fresquito para el resto del camino.
Volvimos sobre nuestros pasos para incorporarnos al antiguo camino de
Méntrida a Villa del Prado aunque ahora de camino no tiene nada ya que está
asfaltado hasta la urbanización de Calalberche, y rodando a buen ritmo llegamos
hasta ésta y recorriendo unas calles nos dirigimos hacia el río Alberche
buscando la zona de paso del río para cruzar hacia la ermita de La Poveda.
Tras despedirnos de Miguel, que se quedaba en Calalberche, el resto del
grupo vadeamos el río aprovechando también alguno para darse un buen remojón y pasando
por delante de la ermita de La Poveda tomamos la pista asfaltada con dirección a
Villa del Prado para más adelante incorporarnos al antiguo trazado del
ferrocarril Madrid-Almorox y recorrer los últimos kilómetros de regreso al
pueblo.
Y así hemos conseguido el objetivo marcado de completar esta bonita ruta que
había diseñado Alberto con el objetivo de servir de entrenamiento para la
Talajara, recorriendo unos 65 kilómetros acompañados de bastante calorcito, lo que
ha podido influir también en que algunos sufrieran los rigores de “el tio del
mazo” y se les hiciera un poco larga la ruta “no viendo la hora” de llegar al
pueblo.