En esta ocasión nos hemos juntado en la Plaza Mayor a las nueve un grupito compuesto por Alberto, David, Gabri, Noesperoanadie, Horacio y Rafa por el Club, además de Adri y Jose Manuel.
Como nos dio algo de pereza comenzar subiendo, decidimos encaminarnos hacia la zona de Chapinería y Navas del Rey, para lo que abandonamos el pueblo por el antiguo trazado del ferrocarril Madrid-Almorox hasta llegar al “vallado” que hace de límite entre los términos municipales de Villa del Prado y Aldea del Fresno, para siguiendo el mismo dirigirnos hacia la Ermita de La Poveda y desde allí por el camino de La Poveda llegar a la carretera M-507, por la que rodamos algo más de dos kilómetros hasta llegar al puente de La Pedrera, y rodar posteriormente en paralelo al río hasta la carretera M-510.
Tomamos unos metros la carretera M-510 y nos desviamos a la derecha para comenzar a ascender por la Cañada Segoviana desviándonos posteriormente a la derecha para ascender por un sendero que transcurre por la ladera del Prado de la Lancha y llegar hasta Chapinería.
Descendimos a continuación por un sendero hasta la carretera M-501, cruzando la misma para continuar por más senderos recorriendo la zona de “Las Mojoneras” hasta enlazar con el camino de Socaancho y dirigirnos hacia Navas del Rey, donde en al Plaza hicimos la “parada barrita” de la jornada.
Tras unos minutillos de relax a la sombra, reanudamos la marcha para dirigirnos hacia la urbanización “Cuesta Vieja” y desde allí descendimos hasta la urbanización de San Juan, donde tomamos unos metros la carretera M-501 pasando sobre el embalse de Picadas por el puente para posteriormente incorporarnos a la vía verde de Picadas, la cual recorrimos hasta el muro para realizar después el ascenso por la carretera y continuar por el camino que transcurre por detrás del Safari Park y posteriormente por el antiguo trazado del ferrocarril Madrid-Almorox para regresar al pueblo tras haber realizado una estupenda ruta de casi 50 kilómetros.
Y para continuar con las buenas costumbres adquiridas últimamente, finalizamos la jornada tomándonos unas cervecitas frescas en la Plaza Mayor que nos sentaron de maravilla.