martes, 30 de mayo de 2017

Domingo 28 de mayo de 2017 (Visitando el Alto la Mira por el cortafuegos)



Con una previsión de bastante calorcito vista la jornada del sábado, nos hemos reunido en la Plaza Mayor para pedalear en esta jornada un quinteto compuesto por Eltiolavara, Trasncastro, Horacio, Perejil y Rafa.
Ante la cercanía del próximo reto del Club (la subida a Cabeza de Parra y el Mirlo), esta era una buena ocasión para “practicar” unas subidas durillas y largas, por lo que para ese fin nada mejor que poner rumbo hacia el “Alto de la Mira” (con Perejil “jurando en arameo”, para variar).
Y así, entre varios “relatos” por parte de Perejil, unos diez minutos después de las nueve echamos a rodar con rumbo norte para abandonar del pueblo por el antiguo camino de San Martín de Valdeiglesias, subiendo a ritmo tranquilo mientras le “dábamos al palique” para no dejar demasiado atrás al “susodicho”.
Tras completar la subida, nos agrupamos en el alto en la ladera del cerro de Santa Lucía, para a continuación descender unos metros y girar a la derecha para incorporarnos a un cortafuegos (recién pasadito el “bulldozer”) por el que recorrimos unos metros hasta desviarnos a la izquierda para tomar un sendero entre unos pinos que nos llevó a enlazar con un camino en leve ascenso por la ladera del cerro de La Puebla.
Al llegar a un pequeño “collado” entre el cerro Temblón y el cerro de La Puebla y cuando íbamos a girar a la izquierda para comenzar con el ascenso por cortafuegos a este último, nos encontramos con nuestro amigo Javi “el almorojano”, al que le propusimos unirse a nosotros y que gustosamente aceptó.
Comenzamos ya si con el ascenso por el cortafuegos, aunque en vez de subir hasta la cima del cerro nos desviamos a la derecha para continuar por el cortafuegos y posteriormente desviarnos a la izquierda para tomar un sendero por la cara norte del cerro de La Puebla que recorrimos hasta desembocar en el cortafuegos por el que habíamos comenzado el ascenso al otro lado del cerro.
Nos incorporamos al cortafuegos y descendimos por el mismo hasta el camino de San Martín de Valdeiglesias, por el que continuamos hasta llegar a la Cañada de Talavera, girando allí a la derecha para incorporarnos a la Cañada y dirigirnos hacia el comienzo del “Punto Fuerte” de la ruta, el ascenso al “Alto de la Mira” por el cortafuegos de su cara sur.
Tras agruparnos al comienzo del cortafuegos, comenzamos la subida cada uno a su ritmo, aunque no habían pasado treinta metros cuando Horacio y Perejil ya habían puesto “pie a tierra” mientras el cuarteto restante continuaba el ascenso “dándole a tope al molinillo” haciendo frente a una pendiente de entre el 11% y el 18%.
Unos metros más arriba Transcastro también echó pie a tierra durante un momento, reincorporándose rápidamente sobre la bici para concluir el “primer tramo” del cortafuegos y llegar al “plano” donde comienza el “segundo tramo” (el más jodido) y donde esperaban Eltiolavara, Javi y Rafa.
Tras unos segundos para “recuperar resuello”, afrontamos la segunda parte de la subida para hacer frente a unos tramos imposibles de hasta el 24%, siendo Rafa el único que consiguió llegar hasta la cima sin poner “pie a tierra”.
Poco a poco nos fuimos reagrupando en la cima para hacer allí la “parada barrita” de la jornada además de la obligada fotito de grupo mientras disfrutábamos de las bonitas vistas de la zona y del “Alto del Mirlo” que en dos semanas visitaremos.
Después de reponer fuerzas, reanudamos la marcha descendiendo durante unos metros por el camino de la cara norte del Alto de la Mira hasta desviarnos para tomar un sendero-trialera “de vértigo” que recorre toda la ladera del cerro junto con el tendido eléctrico y por el que “atándonos los machos” llegamos hasta un nuevo cortafuegos.
Nos incorporamos después a un sendero que al principio corresponde con el cauce del arroyo de Valdenoches por el que continuamos bajando entre las jaras y los pinos hasta enlazar con un camino por el que salimos a la carretera M-541, que tomamos durante aproximadamente un kilómetro y medio para ascender hasta el camino de la Fuenfría.
Subimos unos metros por el camino de la Fuenfría para después desviarnos a la derecha y recorrer por un camino la zona de La Granjilla hasta llegar a la carretera N-403, que tomamos durante unos metros hasta desviarnos a la izquierda para dirigirnos hacia la laguna del manantial del Andrinoso, donde haciendo frente a una buena “rampita” subimos hacia el Cerro Alcornocoso.
Tras recorrer la zona que hace años se quemó en un incendio y que por suerte poco a poco se va recuperando nos internamos en el pinar de Almorox, que fuimos recorriendo a la sombra de los pinos hasta llegar a la carretera M-507 a la altura del Campamento Alfonso VI.
Cruzamos la carretera y continuamos recorriendo el pinar hasta llegar a la Cañada de Talavera, donde decidimos poner rumbo de regreso al pueblo para estar pronto de vuelta “por una vez”, ya que últimamente estamos retrasándonos bastante todos los domingos.
Nos incorporamos a la Cañada de Talavera durante unos metros para más adelante tomar un senderito casi perdido entre los pinos por el que llegamos hasta unos grandes tubos por los que pasamos bajo la carretera N-403, afrontando a continuación el ascenso por la ladera del Cerro de Pino Romero que nos condujo hasta la urbanización de El Encinar del Alberche, donde nuestro amigo Javi se despidió de nosotros para poner rumbo hacia Almorox.
En la urbanización, Perejil y Horacio decidieron que “ya tenían bastante” y optaron por bajar hasta el pueblo por la carretera, mientras que el trío restante compuesto por Eltiolavara, Transcastro y Rafa atravesaron a urbanización para continuar la ruta por el cortafuegos que bordea la misma por toda la parte sur.
Tras bordear El Encinar descendimos hasta el arroyo de Arrofresnos, donde a continuación nos esperaba el último rampón del 24% para subir por la ladera del cerro Crespo, bajando a continuación por un divertido senderito entre las encinas hasta el arroyo Arrelobos, para continuar con la subida final y posterior descenso que nos condujo hasta el Polígono Industrial, donde llegamos unos minutos después de las 13,00 horas.
Aunque ha sido una ruta más cortita que las que venimos haciendo últimamente (únicamente unos 35 kilómetros) ha sido bastante intensa con la subida al Alto de la Mira por el cortafuegos además de otros “rampones varios” que nos han puesto “las patas” y “la caldera” a tope, teniendo al igual que el domingo anterior la suerte de que el cielo permaneciera nublado durante toda la mañana, con lo que nos acompañó una temperatura espectacular.

martes, 23 de mayo de 2017

Domingo 21 de mayo de 2017 (De visita por "Las Cabreras")



Tras la ruta del domingo pasado por tierras de Hoyo de Pinares volvemos a “nuestros dominios”, juntándonos a las 9,00 en la Plaza Mayor un buen grupo compuesto por Eltiolavara, Transcastro, Jose "el Mara", Horacio, Alberto, Rafa, y Jorge por el Club, uniéndose a nosotros para disfrutar de la mañana Pablo, Javi y David.
Como la ruta prevista era “de consideración” (visita a Las Cabreras”) y teníamos “claro” que no vendría nadie más, con menos tiempos de cortesía de lo habitual comenzamos a rodar abandonando la Plaza Mayor con rumbo norte, incorporándose al grupo dos nuevos integrantes, Toni y Ángel, reuniéndonos un grupo de doce integrantes en total.
Tras pasar junto a las instalaciones de la piscina municipal y girar a la derecha para dirigirnos hacia el antiguo camino de Villa del Prado a Pelayos de la Presa, comenzamos con el ascenso haciendo frente a esa primera rampa que pone las “patas calientes”, y pronto pudimos comprobar que para esta jornada el grupo contaba con buenas “liebres”, que “se liaron” a tirar estirando el grupo hasta que los perdimos de vista.
El ritmo puesto por “las liebres” hizo que realizáramos una rápida subida hasta llegar al alto en la ladera del Cerro Rojo, donde según llegábamos parábamos para reagruparnos, esperando a llegar todos para a continuación realizar un rápido descenso que nos condujo hasta la Cañada de Talavera junto a la laguna que forman el arroyo del Jaralón y el arroyo de Las Labores.
Continuamos la marcha por la Cañada de Talavera para dirigirnos hacia la depuradora de Pelayos, donde el grupo perdió tres integrantes, por un lado Eltiolavara, que tenía que volverse pronto para casa y por otro Toni y Ángel, que en previsión de que el horario de regreso se iba a retrasar, decidieron también acortar su ruta.
El resto del grupo tomamos unos metros la carretera M-501 hasta el mesón “El Puerto”, donde nos incorporamos a un sendero en paralelo a la carretera por el que llegamos hasta el comienzo del camino que asciende por la margen derecha del embalse de San Juan, por el que agrupados y disfrutando de las vistas del embalse nos dirigimos hacia la “recula” donde el río Cofio vierte sus aguas al embalse.
Tras un tendido ascenso de unos cinco kilómetros con algún respiro, descendimos hasta el puente sobre el río Cofio, cruzando sobre el mismo para comenzar con el bonito ascenso por el “camino del Oso”, disfrutando a nuestra izquierda de las vistas del río Cofio con la suerte de ver como tres buitres permanecían tranquilamente en las ramas de un árbol.
Hicimos una paradita para reponer fuerzas además de hacernos una fotito de grupo y continuamos la marcha para rodar entre los pinos recorriendo el “camino del Oso” para bordear el cerro de “La Cabreruela”, y pasar “a los pies” de la “Cabrera Alta” con sus impresionantes riscos.
Tras hacer frente a unas buenas rampitas en la cara norte de “La Cabreruela”, tomamos unos senderos que nos llevaron de nuevo al camino del Oso, por el que emprendimos el camino de regreso volviendo sobre nuestras “rodadas” para “rehacer” todo el camino hasta el río Cofio, cruzando de nuevo por el puente para a continuación comenzar con un nuevo ascenso de unos dos kilómetros hasta llegar al GR-10, donde hicimos una paradita de “reagrupamiento”, ya que David venía con las patas “en reserva” después de mucho tiempo sin montar en bici.
Descendimos por el GR-10 y nos dirigimos hacia un mirador donde hicimos una nueva “parada barrita” y una fotito de grupo disfrutando de unas fantásticas vistas del embalse de San Juan, retomando a continuación la marcha para descender hasta el mesón “El Puerto”, donde paramos unos minutos para en una máquina avituallar líquidos.
A continuación enlazamos con el comienzo de la vía verde de Picadas, que recorrimos a buen ritmo hasta llegar a la presa, continuando después con el ascenso por la carretera hasta llegar al alto, donde hicimos una nueva parada de reagrupamiento.
Retomamos la marcha para descender por la carretera hasta desviarnos a la derecha para tomar el camino que transcurre por detrás del Safari Park y conectar con el camino del Molino de Rodeles hasta llegar a la carretera M-507 a la altura de "El Rececho", donde cruzamos la carretera para tras unos metros enlazar con el antiguo trazado del ferrocarril Madrid-Almorox y recorrer los últimos kilómetros hasta llegar al pueblo.


Con la única pega de que hemos llegado al pueblo “algo tarde” (poco más de las dos), hemos disfrutado de una estupenda jornada en la que las nubes nos han evitado “torrarnos” (visto el calor que hizo el sábado), realizando una bonita ruta en la que hemos recorrido unos 65 kilómetros visitando la zona de “Las Cabreras”, por la que hacía varios años que no transitábamos.