martes, 27 de septiembre de 2016

Domingo 25 de septiembre de 2016 (Participando en "La Crujebielas")

En la jornada de hoy tocaba desplazarse hasta la vecina localidad de Almorox, para participar en la IV edición de "La Crujebielas", y para ello habíamos quedado a las 8,45 en la estación de autobuses un buen grupito de siete integrantes compuesto por Javichy, Jose "el Mara", Horacio, Transcastro, Granaíno, Alberto y Rafa, viniendo también con nosotros Paquito “el Máquina”.
Apañamos las bicis en la fregoneta de Javichy y pusimos rumbo hacia Almorox, donde aparcamos en el campo de futbol, lugar destinado para esos menesteres, procediendo después a recoger los dorsales y colocarlos en las bicis.
Y cuando nos vamos a preparar…..¡¡a Transcastro se le han olvidado las zapatillas de bici!!, buena manera de empezar el día…..
Una vez que estuvimos todos preparados, bajamos para colocarnos en la salida y reunirnos allí con Eltiolavara y Perejil, que habían ido desde el pueblo en bici y esperar allí el momento de comenzar a dar pedales disfrutando de un buen ambientillo de bikers. (Con poco margen, eso si, fue llegar nosotros y darse la salida).
Echamos a rodar puntuales a las diez de la mañana, recorriendo algunas calles de Almorox para abandonar el pueblo con dirección hacia el antiguo trazado del ferrocarril Madrid-Almorox, por el que rodamos unos kilómetros hasta desviarnos a la izquierda y comenzar el terreno "rompepiernas" por el que llegamos hasta las cercanías de la parte de atrás de la urbanización de Pinar de Almorox, punto donde el recorrido se dividía en dos, uno para los de 20 kilómetros y otro para los de 40.
Con excepción de Paquito, que "salió escopetado" desde el principio y no le vimos el pelo en toda la mañana, el resto rodábamos más o menos agrupados, y así nos dirigimos hacia la "parte mas chunga" de la ruta, la subida por el cortafuegos que bordea El Encinar del Alberche, con un tramo "heavy" de un buen rampón donde desde el principio se veía una buena procesión de gente haciendo “empuja-bike”, pero Granaíno y Rafa dejaron el pabellón alto al subirlo sobre la bici en medio de todos.
Continuamos después bordeando la urbanización por el cortafuegos y dirigiéndonos hacia la carretera M-507, donde Eltiolavara nos dejó para volverse al pueblo debido a compromisos personales, continuando juntos el grupo restante compuesto por Horacio, Transcastro, Javichy, Granaíno, Alberto, Perejil, Jose y Rafa.
Tocaba después bajar entre los pinos hasta la carretera N-403, pasando por debajo de la misma y ascendiendo después unos metros hasta llegar al primer avituallamiento de la jornada, donde nos tomamos unos minutos de relax para tranquilamente comer y beber algo.
Proseguimos la marcha para dirigirnos hacia la urbanización de El Romillo, donde tomamos varias calles de la urbanización y a continuación descendimos hasta el pequeño embalse que hay en la parte de atrás de la misma, que bordeamos por un senderito para salir a la Cañada de Talavera, por la que rodamos durante bastante tiempo hasta desviarnos a la izquierda y volver posteriormente a tomar la Cañada hasta llegar a la carretera M-544.
Cruzamos la carretera y allí nos esperaba el siguiente avituallamiento, donde de nuevo nos tomamos unos minutillos de relax antes de afrontar la parte "fácil" de la ruta con el descenso hasta la cantera del Diente de la Vieja y recorriendo después el último tramo del recorrido ya con Almorox a la vista.
Y cuando ya estábamos prácticamente en el pueblo, subiendo la cuesta que va hacia el cementerio por el camino de los Enebrales, al igual que el año pasado apareció "el tío del Mazo" en forma de tirones en Javichy, que por si fuera poco tuvo un percance a pocos metros de la meta, aunque por suerte sólo fue unos pequeños raspones.
Y así completamos nuestra participación en la cuarta edición de "La Crujebielas" después de una fantástica mañana en la que en algunos momentos pasamos calor, pero disfrutando de nuestro deporte en un gran ambiente y sin prisas por la clasificación, ya que al irnos esperando unos a otros llegamos de los últimos tras un tiempo de tres horas y doce minutos.
Y aunque pensábamos que no llegábamos a tiempo ni para “rebañar el perolo” al final si que quedaba algo de la riquísima caldereta de venado que había preparado la organización acompañado de cervecita o refresco mientras esperábamos el sorteo de regalos y la entrega de premios, donde este año no hubo suerte y volvimos con las manos vacías.

Y para el próximo domingo nos espera otra buena, ¡¡¡La Talajara!!!.

lunes, 19 de septiembre de 2016

Domingo 18 de septiembre de 2016 (Desintoxicándose de las fiestas)



Tras el fin de semana de “parón” por las fiestas patronales del pueblo, retomamos la actividad con la vista puesta en los dos retos que nos esperan los próximos fines de semana, por un lado el domingo que viene toca “La Crujebielas” en Almorox, teniendo “el plato fuerte” al domingo siguiente con “La Talajara”.
Y que mejor para volver a pedalear que una buena ración de kilómetros de “rodaje”, y con ese objetivo para la jornada de hoy había prevista una ruta en la que por primera vez visitaríamos las localidades toledanas de Santa Cruz de Retamar y Quismondo, dándonos cita para realizarla un buen grupo compuesto por los miembros del Club Transcastro, Eltiolavara, Horacio, Jose, Granaíno, Alberto, Edu y Rafa, uniéndose también a nosotros Paquito “El Máquina” y un debutante, David, que quería probar a compartir con nosotros una mañana de bici, además de “Los Caracoles” Dani y Jorge,.
Así que echamos a rodar con rumbo sur para abandonar el pueblo por la calle San Isidro e incorporarnos posteriormente al camino del Charco, por el que rodamos unos metros hasta desviarnos a la izquierda para tomar otro camino que pasando junto a una explotación ganadera nos condujo a salir a la carretera M-952, donde giramos a la izquierda para tras unos pocos metros girar a la derecha y abandonar el asfalto e incorporarnos a otro camino por el que poco a poco ir descendiendo hasta llegar a la orilla del río Alberche.
Y allí tocaba hacer frente al primer “escollo” de la jornada teniendo que vadear el río para cruzar a la otra orilla, así que tocaba descalzarse (o no) y “bici al hombro” en fila de a uno fuimos cruzando el río poniendo a remojo desde las “partes nobles” hacia arriba, pasando por un par de tramos donde a algunos (los más bajitos) el agua les llegaba a la altura del pecho, lo que unido a la corriente considerable que llevaba el río hizo el “episodio” complicadillo. (Lo bueno es que el agua no bajaba muy fría).
Una vez cruzamos todos el río, nos calzamos y retomamos las burras para incorporarnos al antiguo camino de Villa del Prado a Méntrida, para más adelante junto a unos antiguos secaderos de tabaco girar a la derecha tomando el camino de la Vega Grande, girando tras unos metros a la izquierda para comenzar un ascenso en el que tras pasar junto a la Casa del Romeral fuimos ganando metros de altitud hasta incorporarnos al camino de la Cuesta de la Reina y después al camino de Valdelahiguera Colorado por el que llegamos hasta Méntrida.
Bordeamos la urbanización de la Dehesa del Caño y nos incorporamos después al camino de Madereros, dejando a nuestra derecha la urbanización “El Avión” y haciendo frente a una zona de “sube-baja” que nos llevó a incorporarnos al camino del Molino por el que continuamos hasta llegar al segundo pueblo de la ruta, La Torre de Esteban Hambrán.
Y allí nos esperaba una nueva sorpresa, ya que al encontrarse en plenas Fiestas Patronales, el pueblo estaba cortado por celebrarse un encierro, no pudiendo continuar nuestro recorrido sin atravesar el recorrido del encierro (imposible para pasar con las bicis entre los barrotes, además de estar los toros en el recorrido).
Tras unos minutos allí y preguntar a “un paisano” como podíamos bordear “el tema” para dirigirnos hacia Santa Cruz del Retamar, retomamos la marcha siguiendo sus indicaciones y bordeamos el pueblo tomando un camino en paralelo a la carretera por el que enlazar con el camino de Valdehornos, incorporándonos después a otro camino que nos condujo hasta la autovía de Extremadura, pasando por debajo de la misma para llegar al tercer pueblo de la ruta, Santa Cruz de Retamar.
Sin entrar en el pueblo, bordeamos el mismo y nos incorporamos al camino de Quismondo, por el que a buen ritmo al disponer de terreno “de perfil favorable” y atravesando un buen “secarral” llegamos en unos minutos a Quismondo, donde buscando una fuente nos dirigimos a la Plaza del pueblo, donde repusimos “líquido elemento” además de hacer la “parada barrita” de la jornada y la fotito de la ruta.
Y una vez conseguido el reto de llegar hasta allí tocaba afrontar el camino de regreso al pueblo, para lo que tras los minutillos de relax retomamos la marcha abandonando Quismondo para tras pasar por un puente sobre la autovía de Extremadura incorporarnos al camino de Escalona a Quismondo y rodar a buen ritmo hasta llegar a la zona de las Colonias de la Ribera del Alberche, donde nos incorporamos al asfalto para pasar por el puente sobre el río Alberche y girar al final del mismo a la izquierda para tras pasar por debajo bordear el pueblo por el paseo que hay a la orilla del río.
Pasamos bajo la carretera N-403 y tomamos un camino entre las encinas por el que haciendo frente algún repecho durillo por la piedra suelta nos llevó hasta la urbanización de Almorojuelo, que bordeamos por su parte sur hasta incorporarnos al antiguo camino (ahora asfaltado) de Escalona a Villa del Prado, llegando a continuación a la urbanización de Valcarrillo-Campuzano.
Proseguimos desde allí por el camino vecinal de Escalona y Almorox a Villa del Prado hasta llegar a la carretera M-540, por la que rodamos alrededor de un kilómetro y medio desviándonos después a la izquierda para tras un tramo de enlace incorporarnos al antiguo trazado del ferrocarril Madrid-Almorox, por el que realizamos los últimos kilómetros de la ruta.
Y de esta manera hemos realizado la ruta prevista, recorriendo casi 67 kilómetros y visitando un par de pueblos en los que todavía no habíamos estado. La climatología ha estado perfecta, con su punto de calorcete “amortiguado” por una brisilla fresquita durante toda la jornada que se hacía agradable al movimiento.
A pesar del paréntesis del finde de “inactividad”, en general “la tropa” ha llegado bastante entera al pueblo, aunque como es natural alguno ha llegado “algo cascadillo”. Mención especial para “el debutante” David, que a pesar de tener como “tope” cuarenta kilómetros, ha batido de largo su récord haciendo treinta más y llegando al pueblo en buenas condiciones. Esperamos que le haya gustado la experiencia y repita con nosotros.
Y el próximo domingo… ¡¡A por “La Crujebielas”!!.


domingo, 4 de septiembre de 2016

Domingo 4 de septiembre de 2016 (De rutilla "pre-fiestas")

En la última jornada antes del paréntesis de las fiestas patronales del pueblo, nos hemos juntado en la Plaza Mayor a la hora de siempre un buen grupito compuesto por los miembros del Club Transcastro, Noesperoanadie, Horacio, Jose y Rafa además de “Los Caracoles” Mariano, Javi y Jorge.
Para hoy estaba previsto hacer una ruta corta para estar pronto de vuelta en el pueblo y tomarnos unas cervecitas “pre-fiestas” a la salud de “Senderitos”, que había sido su cumpleaños y que nos dejó una ronda pagada antes de “cruzar el charco”.
Y con ese objetivo comenzamos la ruta desde la Plaza Mayor poniendo rumbo sur para dirigirnos a tomar la carretera M-540 durante unos metros desviándonos a continuación a la derecha para incorporarnos al antiguo trazado del ferrocarril Madrid-Almorox y rodar a buen ritmo llegar hasta la finca "La Blanca", donde giramos a la derecha para tras un corto tramo de llaneo girar de nuevo a la derecha y comenzar el ascenso hacia la urbanización de El Encinar del Alberche por el camino del Majanal.
A buen ritmo fuimos realizando la subida hasta llegar a la puerta de entrada a la urbanización, donde tuvimos que hacer una parada forzosa por un pinchazo de Jose (otro día más, ¡¡vaya rachita que lleva!!)
Una vez arreglado el pinchazo reanudamos la marcha atravesando la urbanización teniendo que hacer frente a alguna buena cuesta que otra hasta llegar a la puerta que hay en la parte de arriba de la urbanización, donde comienza una pista que llega hasta la urbanización de El Romillo.
Tras reagruparnos junto a la puerta después de atravesar la urbanización, giramos a la derecha para incorporarnos a un cortafuegos que bordea la urbanización de El Encinar y por el que tras hacer un par de bajadas comenzamos de nuevo a ascender hasta llegar a la carretera M-507, que atravesamos para continuar ascendiendo por la Cañada de Talavera hasta llegar a la pista asfaltada.
Giramos entonces a la izquierda para descender hasta las cercanías de la carretera N-403, donde giramos a la derecha para tomar un camino que nos llevó a internarnos dentro de la finca "La Granjilla", transitando por un bonito entorno entre los pinos y donde de nuevo tuvimos que hacer una parada para arreglar un pinchazo, esta vez en la rueda delantera de la bici de Mariano.
Después de esta nueva paradita a la sombra de los pinos, retomamos la marcha para continuar por la zona de la Granjilla hasta desviarnos a la derecha para dirigirnos hacia el Alto de la Mira, donde descendimos por un cortafuego durante unos metros hasta desviarnos a la derecha para tomar un senderito entre los pinos y las jaras por el que salimos a un camino que tomamos durante unos metros hasta llegar a la carretera M-541.
Bajamos durante unos metros por la carretera hasta llegar a la fuente, pero como salía muy poco chorro decidimos mejor bajar hasta Pelayos de la Presa para reponer allí agua, ya que algunos del grupo ya “iban secos”.
Continuamos entonces bajando unos metros más por la carretera hasta desviarnos a la izquierda en una puerta para continuar bajando por un senderito en paralelo a la misma hasta llegar a la carretera M-501, pasando por debajo de ella por un tubo para continuar nuestra marcha hasta la Plaza Mayor de Pelayos de la Presa, donde hicimos la “parada barrita” de la jornada además de reponer agua en la fuente que allí se encuentra.
Tras reponer fuerzas y agua, retomamos la marcha tomando la antigua carretera M-501 que atraviesa el pueblo hasta llegar a la rotonda de circunvalación, desde donde continuamos unos metros por la M-501 para dirigirnos hacia el inicio de la vía verde de Picadas.
Comenzamos a recorrer la vía verde y como habíamos hablado en el transcurso de la ruta, nada mejor para “mitigar el calor” que el probablemente último bañito del verano en las aguas del embalse de Picadas, para lo que hicimos una paradita en “el lugar habitual” donde todos los miembros del grupo a excepción de Jose nos dimos un buen chapuzón.
Después del bañito reanudamos la marcha y recorrimos toda la vía verde hasta llegar a la presa, pasando sobre el muro y continuando con el ascenso por la carretera para reagruparnos todos en el alto y desde allí realizar el descenso hasta enlazar con el camino que transcurre por detrás del detrás del Safari Park, por el que rodamos hasta conectar con el camino del Molino de Rodeles que nos llevó junto a la carretera M-507 a la altura de El Rececho.
Cruzamos la carretera y enlazamos con el antiguo trazado del ferrocarril Madrid-Almorox para regresar al pueblo tras hacernos una buena rutilla de unos 45 kilómetros cumpliendo con el objetivo de estar de vuelta en el pueblo a una “hora prudencial” para tomarnos unas merecidas cervecitas a la salud de Senderitos por su cumpleaños.
Ahora toca un “breve paréntesis” en nuestra actividad debido a las fiestas del pueblo, así que retomaremos la actividad el domingo 18 para prepararnos con vistas a nuestros dos próximos retos, “La Crujebielas” y “La Talajara”.

¡¡FELICES FIESTAS A TODOS!!