Debe ser que el personal está “harto de torrijas”, ya que en esta jornada
únicamente nos hemos reunido en la Plaza Mayor de Villa del Prado dos
integrantes del Club, Eltiolavara y Rafa, estando acompañados por Juan Carlos,
el “Presi” de la U. C. Villa del Prado y nuestro amigo César, que desde que
probó a salir con nosotros se ha hecho compañero habitual.
Sin ninguna ruta prevista, César propuso que le enseñáramos la zona de San
Martín de Valdeiglesias, a lo que accedimos gustosos con la mente puesta además
en que los senderos estarían ideales después de las lluvias caídas los últimos
días.
Y echamos a rodar unos minutos después de las nueve de la mañana poniendo
rumbo a San Martín de Valdeiglesias dirigiéndonos hacia el norte para tomar el
antiguo camino de San Martín de Valdeiglesias a Villa del Prado, por el que
realizamos toda la subida a buen ritmo (como no podía ser de otra manera
teniendo a Juan Carlos “de liebre”) hasta llegar a la Cañada de Talavera,
cruzando la misma para continuar por el camino de San Martín de Valdeiglesias
recorriendo el camino-cortafuegos y pasando junto al “Canto del Pichón”.
Enlazamosa continuación con el camino de La Fuenfría y proseguimos por él
hasta la carretera M-541, atravesando la misma para continuar con dirección
hacia San Martín por el camino de la Fuenfría hasta desviarnos a la izquierda
tomando un sendero entre los pinos por el que llegamos hasta el "Alto de
Castillejos", desde donde continuamos con dos divertidos descensos por
senderos entre los pinos para enlazar con la pista que conduce al “Bosque
Encantado” desde la carretera M-501.
Descendimos por la pista asfaltada hasta llegar a la carretera M-501 junto
a la ermita del Cristo de la Sangre de San Martín de Valdeiglesias, cruzando la
carretera e internándonos en el pueblo de San Martín, para continuar
atravesando el pueblo y dirigirnos hacia la zona del polideportivo y desde allí
tomar el camino de Molino Quemado.
Tras rodar por el camino llegamos a la zona del “Canto las Brujas”, donde
abandonamos el camino para recorrer un bonito tramo de senderos no exento de
dureza por la ladera del “Cerro de La Guache”, primero con una buena subida que
nos puso “las patas finas”, para a continuación realizar un divertido descenso
haciendo “zig-zag” entre los pinos hasta llegar a la carretera M-957, cruzando
la misma para incorporarnos a otro precioso sendero que bordea el “Cerro de
Valdelaosa” y realizar un divertido descenso por la “cara sur” del mismo para
tras un buen tramo de senderos enlazar con el “Camino del Camposanto”, tomando
a continuación diversos caminos hasta llegar al “Camino de San Esteban”,
poniendo rumbo hacia la urbanización “El Mirador de Pelayos”, donde nos
incorporamos a lo que nosotros llamamos “los toboganes”, que es un divertido
tramo de senderos sube-baja que transcurren en paralelo a la carretera que va
hacia “San Ramón” y por los que llegamos hasta el GR-10.
Nos dirigimos posteriormente hacia la gasolinera de Pelayos para desde allí
tomar un sendero que bordea la nueva estación de tratamiento de aguas, donde
César tuvo problemas mecánicos con el cambio, lo que nos obligó a parar unos
minutos para intentar solventarlo……….¡¡Nada más lejos de la realidad!!.
Terminamos de bordear la estación de tratamiento de aguas y pasamos bajo la
carretera M-501 con intención de dirigirnos hacia la Cañada de Talavera, pero
en el tramo de enlace……..¡¡ZAS!!. A César se le enganchó el cambio con los
radios provocando que se arrancara el cambio rompiendo la patilla……..¡¡esta sí
que es buena!!.
Era el turno entonces de nuestro “Mecánico Profesional”, Eltiolavara, que “se
lió” a desmontar todo, corta cadena, empalma cadena……y ya está!!!. Aunque sin
cambio, pero dejó la bici en condiciones de continuar pedaleando en un piñón
intermedio, con lo que pudimos reanudar la ruta con la duda de ver lo que
aguantaría “el apaño”.
Así que nos incorporamos por fin a la Cañada de Talavera, realizando toda
la subida por la pista asfaltada para a continuación dejar el asfalto y
continuar por el camino hasta llegar a la laguna del arroyo de Las Labores,
donde el cuarteto se dividió ya que César continuó por la Cañada de Talavera
tras darle las instrucciones oportunas para que pudiera llegar hasta El Encinar
del Alberche, mientras que el trío restante compuesto por Juan Carlos,
Eltiolavara y Rafa tomaba el antiguo camino de Pelayos a Villa del Prado para
hacer frente a la subida de “las eses”.
Y juntitos realizamos la subida para a continuación descender hacia Villa
del Prado, con un “susto” en el descenso al metérsele en la boca a Eltiolavara
una abeja que le dio un picotazo en el paladar, con el consiguiente “mal rato”.
Ya en las cercanías del pueblo, como es habitual abandonamos el camino para
desviarnos a la derecha y tomar el senderito que conduce hasta la parte de
atrás del depósito del agua, bordeando el mismo y continuando hasta salir de
nuevo al comienzo del camino de Pelayos tras realizar una ruta preciosa y
durilla de unos 45 kilómetros con 1.200 metros de desnivel acumulado en la que
de nuevo hemos disfrutado muchísimo con los senderos de la zona de San Martín
de Valdeiglesias.
Esperemos que para la semana que viene el personal se anime un poco más……..