Jornada electoral en la que a
Eltiolavara "le han jodido" la mañana de bici al "ser afortunado
y tocarle en el sorteo" una plaza de vocal de mesa electoral. Echándole de
menos, en la Plaza Mayor a la hora de siempre nos hemos juntado Horacio,
Transcastro, Jose "el Mara", Rafa y Edu, que después de mucho tiempo
había "desempolvado" la bici para salir con nosotros. Al grupo se nos
ha unido también "el caracol" Jorge.
Tras debatir durante unos
segundos hacia donde encaminarnos en esta jornada, sin rumbo fijo decidimos
tirar "p'arriba", para lo que abandonamos el pueblo por el camino de
Pelayos, calentando las piernas con la primera rampa.
Durante la subida, a Jorge se le
ocurrió comentar (muy mala idea) que no había subido nunca al "Alto de la
Mira" por el cortafuegos, así que, por hablar, le tomamos la palabra y
hacia allí nos encaminamos.
A buen ritmillo fuimos haciendo
frente a la ascensión por el camino de Pelayos a pocos metros de distancia unos
de otros llegando sin problemas hasta el alto, donde giramos a la izquierda
para continuar ascendiendo levemente por el camino que transcurre por la ladera
del cerro Rojo.
Para ir poniendo las piernas a
tono para lo que se avecinaba, fuimos rodando por el camino hasta desviarnos a
la derecha para comenzar a subir por el cortafuegos que asciende hacia el cerro
de la Puebla, aunque en vez de dirigirnos a su cima, continuamos por
cortafuegos desviándonos a la derecha para ascender unos metros antes de
descender hacia la cañada de Talavera.
Cruzamos la cañada de Talavera y
con alguno haciéndose "el remolón" por si con suerte cambiábamos de
idea, metimos molinillo y nos liamos con "lo más heavy" de la jornada
haciendo frente a la primera parte del cortafuegos, que coincide con el camino
de Fuenfría y donde con Rafa en cabeza seguido de Transcastro y a continuación
el resto del "sexteto" realizamos el ascenso (con algunos haciendo
algo de empuja-bike) hasta llegar al punto intermedio de la ascensión, donde
nos reagrupamos para tomar unos minutillos de respiro antes de afrontar el
rampón final.
Tras haber bajado las
pulsaciones, llegó "el momento de la verdad", el rampón por el
cortafuegos con algunos tramos de más del 22% donde únicamente Rafa fue capaz
de subirlo sobre la bici, seguido de Transcastro que durante unos metros tuvo
que poner pie a tierra.
El cuarteto restante llegó arriba
realizando un buen paseo de "empuja-bike" cortafuegos arriba,
reagrupándonos todos en la cima (1.038 metros) y parando junto al vértice
geodésico durante unos minutos para tomarnos un respiro y hacernos la fotito de
grupo de la jornada.
Tras unos minutos de relax,
retomamos la marcha afrontando el descenso, con un primer tramo de trialera
entre las jaras antes de salir a un cortafuegos por el que bajamos hasta el
camino de Valdenoches.
Tomamos a continuación el camino de
Valdenoches a nuestra izquierda durante unos pocos metros, para desviarnos
después a la derecha y tomar un divertido sendero entre las jaras que transcurre
por la ladera del cerro Valdenoches, y aprovechando para "depilarnos un
poco" las piernas y brazos con las ramas de las jaras.
El divertido descenso nos llevó
hasta un camino, que tomamos a nuestra izquierda para tras pasar junto a la
caseta de los forestales incorporarnos de nuevo al camino de Valdenoches, por
el que rodamos durante unos metros hasta desviarnos a la derecha para incorporarnos
a otro cortafuegos que baja desde el alto de la Mira y por el que descendimos
hasta otro nuevo cortafuegos.
Giramos a la derecha y rodamos
por éste último durante unos metros, para abandonarle tomando un sendero con
algunos tramos bastante técnicos por el que bajamos por la ladera del cerro del
Alambrado hasta llegar a las cercanías de la carretera M-501, junto a la que
rodamos por un camino paralelo hasta llegar a un puente y pasar por debajo para
llegar a Pelayos de la Presa.
Bordeamos el pueblo de Pelayos y
nos dirigimos hacia otro puente para pasar de nuevo por debajo de la carretera
M-501 y tomar el camino de Valdeyeros, por el que llegamos hasta el tupido pinar
junto al arroyo del las Labores.
Llegado el momento de emprender
el camino de regreso al pueblo, sometimos a votación si volver "de forma
light" por la vía de Picadas o tomar "la asfaltada y las eses",
saliendo "por unanimidad" la segunda opción (total, ya después de lo
subido....... el resto es "una mariconá"), así que ascendimos unos
metros por la loma del cerro de Las Labores para enlazar con la pista asfaltada
que viene desde la depuradora y continuar ascendiendo.
Con Rafa y Transcastro realizando
el ascenso a buen ritmo, tras realizar todos el ascenso nos reagrupamos en la
curva donde pasamos del asfalto a la tierra y donde tuvimos unos minutillos de
relax. Cuando íbamos a retomar la marcha, la rueda trasera de Transcastro
estaba pinchada, así que tuvimos que dedicar unos minutos a subsanar el
imprevisto.
Una vez reparado el pinchazo,
reanudamos la marcha por la cañada de Talavera hasta llegar a la laguna del
arroyo de Las Labores, donde iniciamos la subida por "las eses" del
camino de Pelayos.
Tras realizar la subida y
reagruparnos en el alto, comenzamos el descenso final hacia Villa del Prado,
aunque en las cercanías del pueblo nos desviamos a la derecha para tomar el
senderito disfrutón que lleva hasta detrás de los depósitos y desde allí al
inicio del camino de Pelayos, terminando la ruta todos sanos, salvos, y sin
contratiempos.
Con el solecito acompañando toda
la mañana, ruta cortita pero intensa la que hemos realizado hoy, de "sólo
31 kilómetros", pero con unas buenas subidas y unas bajadas técnicas que
también "se las traían", lo que ha hecho que alguno gastara más suela
de zapatilla que rueda de bici.