Última jornada de preparación de la “Segovia-Villa del Prado”, y con el
objetivo de superar los 100 kilómetros, nos hemos juntado en esta ocasión en la
Plaza Mayor a las 8,00 horas un quinteto compuesto por Eltiolavara,
Transcastro, Horacio, Alberto y Rafa.
Pasados cinco minutos de las ocho, y como no contábamos con que viniera
nadie más, echamos a rodar al igual que el domingo anterior abandonando la
Plaza Mayor con dirección sur para dirigirnos hacia el antiguo trazado del
ferrocarril Madrid-Almorox.
Por el trazado del ferrocarril recorrimos los tres kilómetros hasta enlazar
con la pista asfaltada que va hacia la ermita de La Poveda, a la que nos
incorporamos para dirigirnos hacia la ermita, la cual dejamos a nuestra
izquierda para continuar por el “Camino de La Poveda” hacia la carretera M-507.
Al llegar a la carretera M-507, nos incorporamos a la misma hasta llegar al
puente de "La Pedrera" sobre el río Alberche, donde tomamos un camino
en paralelo al río con dirección sur para más adelante girar a la izquierda
hasta llegar a la carretera M-510, a la que nos incorporamos durante unos
metros hasta girar a la derecha para como el domingo pasado volver a subir “el
cuestón” del 20% de inclinación que nos llevó hasta la zona de “Suertes
Viejas”, desde donde nos dirigimos hacia el camino de Navayuncosa.
Por el camino de Navayuncosa pusimos rumbo hacia Villamanta rodando a buen
ritmo hasta llegar a la carretera M-530, que tomamos durante unos metros hasta
desviarnos a la derecha para descender hasta el pueblo, pasando junto a la
antigua estación del tren y bordeando el mismo hasta enlazar con el camino de
Valdeyeso, que recorrimos durante unos siete kilómetros “picando p’arriba”
hasta llegar a la carretera A-5.
Bordeamos la urbanización de Calypo-Fado por un camino “sube-baja” y nos
incorporamos a la vía de servicio que transcurre junto a la autovía A-5, por la
que en paralelo a la misma y con tramos de firme diverso recorrimos los 35
kilómetros que nos separaban de la localidad de Maqueda, donde en un parque junto
al castillo nos hicimos la “fotito de grupo” y repusimos “líquido elemento”
para lo que nos quedaba de regreso al pueblo.
Y al reanudar la marcha después de la parada apareció un “nuevo invitado”,
que era el “viento de cara” que ya no nos iba a abandonar hasta regresar al
pueblo, haciéndonos nuestra “ruta de entrenamiento” algo más dura de lo
esperado.
Por la “Vereda del Val de Santo Domingo a Escalona” pusimos rumbo hacia
éste último pueblo, con el viento en contra, teniendo que cruzar el Arroyo de
Prada que……….¡¡¡Casi nos llegaba hasta los “pelendengues”!!! (joder con el agua
que llevaba el arroyo………).
Con las piernas y los pies bien “refrescaditos”, continuamos por el “Camino
de Maqueda a Escalona” y llegamos hasta las urbanizaciones junto a la ribera
del Alberche, incorporándonos después a la carretera N-403 para cruzar el río
por el puente y bordear a continuación el pueblo por el paseo que hay a la
orilla del río haciendo allí una última paradita de avituallamiento.
Reanudamos la marcha y tomamos un camino entre las encinas por el que haciendo
frente algún repecho durillo por la piedra suelta llegamos hasta la
urbanización de Almorojuelo, que bordeamos por su parte sur hasta incorporarnos
al antiguo camino (ahora asfaltado) de Escalona a Villa del Prado, llegando a
continuación a la urbanización de Valcarrillo-Campuzano.
Ya justos de fuerzas, proseguimos desde allí por el camino vecinal de
Escalona y Almorox a Villa del Prado hasta llegar a la carretera M-540, por la
que rodamos alrededor de un kilómetro y medio desviándonos después a la
izquierda para tras un tramo de enlace incorporarnos al antiguo trazado del
ferrocarril Madrid-Almorox, por el que realizamos los últimos kilómetros hasta
regresar al pueblo pasadas las dos de la tarde.
Hemos cumplido con nuestro objetivo de la jornada recorriendo nada menos
que 109 kilómetros, que sin duda nos han servido de buen entrenamiento para lo
que “se nos avecina” el domingo que viene y que seguro que disfrutaremos.
Ya está
aquí la “Segovia-Villa del Prado”!!!!!!.