En esta ocasión la “Ola de calor” veraniega nos daba un respiro bajando la temperatura unos cuantos grados, lo que ha hecho que “los madrugadores” en esta ocasión decidieran salir a la hora habitual, juntándonos así un buen grupito compuesto por Eltiolavara, Alberto, David, Gabri, Noesperoanadie, Horacio, César y Rafa.
Sin rumbo fijo abandonamos el pueblo por el camino del Valle, cruzando posteriormente el camino del Majanal y ascendiendo hasta el cerro de Los Valles, donde tras tomar un poco de aire comenzamos a descender hasta casi la urbanización de Las Hoyas, desviándonos para pasar por la zona de Valdeolivas y afrontar a continuación el ascenso por el cortafuegos al cerro de “Cabecita de la Reina”, que con algún tramo del 20% nos puso bien a tono las patas y la caldera.
Recorrimos a continuación el pinar de Almorox para dirigirnos hacia la urbanización del mismo nombre, la cual atravesamos para poner rumbo al embalse de Labros en la parte trasera de la urbanización de El Romillo, donde hicimos una paradita en el muro para hacernos la foto de grupo de la jornada.
Rodamos unos metros más e hicimos otra paradita para reponer fuerzas y además darnos un bañito para realizar “más fresquitos” el resto de la ruta.
Nos dirigimos posteriormente hacia la Cañada de Talavera, que tomamos durante unos metros hasta desviarnos a la izquierda y recorriendo el pinar dirigirnos hacia el “Campamento Alfonso VI”, donde atravesamos la carretera M-507 para continuar rodando entre los pinos por la zona de “La Solanilla” y cruzar la carretera N-403 para ascender hacia la Cañada de Talavera.
Nos incorporamos a la Cañada de Talavera y continuamos ascendiendo para descender posteriormente hasta el antiguo camino de San Martín de Valdeiglesias a Villa del Prado, por el que emprendimos los últimos kilómetros de regreso al pueblo.
Como es habitual cuando regresamos por ahí, antes de afrontar el descenso final hasta el pueblo nos desviamos a la izquierda para tomar el camino que “faldea” por la ladera del Cerro Lucía y enlazar con el camino de Pelayos para posteriormente desviarnos a la derecha y tomar el sendero que pasando por detrás del depósito del agua nos llevó de regreso al pueblo.
Como estábamos de regreso en el pueblo “pronto”, nada mejor que terminar la jornada tomándonos unas cervecitas tras realizar una bonita ruta de unos 35 kilómetros en la que hemos disfrutado de una climatología más “benévola” que en días pasados.
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