lunes, 9 de octubre de 2017

Domingo 8 de octubre de 2017 (Sobreviviendo a los abrojos)



Volvemos a nuestro horario habitual de salidas, las 9,00 horas, y con una previsión meteorológica de calorcito nos hemos reunido en la Plaza Mayor un grupo formado por Eltiolavara, Horacio, Transcastro, Rafa y Jose por parte del Club, además de nuestro amigo Javi de El Encinar y Juan Carlos, el Presi de la U.C. Villa del Prado.
Al igual que retomábamos el horario habitual de salidas, pues también en esta ocasión retomamos “las buenas costumbres” de comenzar la ruta “tirando p’arriba”, ya que hacía bastantes domingos que con el “planning” de hacer rutas largas lo “teníamos algo dejado”.
Comenzamos a rodar abandonando la Plaza Mayor con rumbo norte para dejar el pueblo por el antiguo camino de Villa de Prado a San Martín de Valdeiglesias, subiendo a buen ritmillo para evidenciar el buen estado de forma del personal tras los entrenamientos realizados para la Talajara.
Tras los cuatro kilómetros y medio de ascensión iniciales nos reagrupamos en el alto en la ladera del Cerro Lucía, donde Juan Carlos recibió una llamada telefónica de Javi “Tresme” para preguntar por dónde andábamos con intención de unirse al grupo.
Continuamos entonces la marcha para dirigirnos hacia la Cañada de Talavera, aunque algo más adelante abandonamos el camino para descender por un sendero hasta el arroyo del Bodegón, y tomar desde allí un senderito paralelo al arroyo por el que llegamos hasta la Cañada, donde tras una breve espera se unió al grupo Javi “Tresme”.
Con la intención de dirigirnos hacia Cadalso de los Vidrios donde giramos a nuestra izquierda para hacer frente a la cuesta asfaltada, continuando después unos metros por el asfalto hasta desviarnos a la izquierda y continuar recorriendo la Cañada de Talavera con dirección hacia la carretera M-507 durante unos metros hasta desviarnos a la derecha y por un camino entre los pinos bajar hasta la carretera N-403 junto a la laguna del Pozo Alcornocoso.
Tras cruzar la carretera, rodamos unos metros a la sombra de los pinos para a continuación descender por un cortafuegos hasta el cauce del arroyo de Labros (ahora seco como todos, pero que en el invierno nos obliga a hacer “malabares” para cruzarlo), que cruzamos para después comenzar a ascender por el camino del Canto del Agua durante unos cinco kilómetros hasta llegar a Cadalso de los Vidrios.
Bordeamos el pueblo de Cadalso tomando unas calles y a continuación un senderito para dirigirnos hacia el cementerio del pueblo, nuestro lugar habitual de “repostaje” de agua en Cadalso y donde aprovechamos para realizar la “parada barrita” de la jornada.
Tras los minutillos de relax, reanudamos la marcha y atravesamos Cadalso de los Vidrios por la carretera M-507 hasta enlazar con la carretera M-542, por la que tras rodar durante unos 500 metros nos desviamos a la derecha para continuar descendiendo para llegar hasta la depuradora de Cadalso de los Vidrios, junto a la que se encuentran los restos del molino medieval de Cadalso, donde aprovechamos para hacernos la fotito de grupo de la jornada.
Una vez realizada la foto, retomamos la marcha continuando por un sendero en paralelo al arroyo del Pinillo hasta enlazar con un camino, donde en el cruce nos percatamos que habíamos hecho una “recolección de abrojos”, teniendo todos no menos de 20 abrojos en cada rueda.
A pesar de que la mayoría llevábamos en las ruedas líquido anti-pinchazos, con “el miedo en el cuerpo”, decidimos continuar deprisa por ver si había suerte y evitábamos el tener que parar para arreglar pinchazos, con lo que continuamos por un camino para bordear la cantera del Lanchar de la Osa y rodar durante unos metros por el asfalto hasta desviarnos a la derecha para tomar el antiguo camino de Cadalso de los Vidrios a Almorox, pudiendo respirar más tranquilos al ver que las ruedas de todos aguantaban sin deshincharse.
El camino nos llevó a enlazar con la Cañada de Talavera, que tomamos a nuestra izquierda para dirigirnos hacia la carretera N-403, que cruzamos para comenzar a ascender entre los pinos con destino a la urbanización de El Encinar del Alberche.
Llegamos a El Encinar del Alberche y nos dispusimos a atravesar la urbanización para poder enlazar con el cortafuegos que bordea la misma por su parte sur, abandonando Javi el grupo para dirigirse ya hacia su casa así como Horacio, que al ir ya “justito” de fuerzas prefirió bajarse al pueblo por la carretera.
Tras atravesar la urbanización nos incorporamos al cortafuegos que la bordea por su parte sur para descender hasta el arroyo de Arrofresnos, donde a continuación nos esperaba el último rampón del 24% para subir por la ladera del cerro Crespo y bajar a continuación por un divertido senderito entre las encinas hasta el arroyo Arrelobos, continuando con la subida final y posterior descenso que nos condujo hasta el Polígono Industrial, donde llegamos unos minutos después de las 13,00 horas.
Al final nos ha salido una ruta de unos 40 kilómetros, la mitad de las distancias que veníamos realizando últimamente, en una jornada en la que el calor nos ha acompañado y en la que al final hemos podido llegar al pueblo sin tener que parar a arreglar pinchazos aunque con las ruedas llenas de abrojos clavados……¡¡Otra cosa será como hayan amanecido las ruedas hoy!!! 


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