martes, 8 de agosto de 2017

Domingo 6 de agosto de 2017 (¡¡¡Vaya mañanita de pinchazos!!!)



Continuamos con los calores estivales y por ello y con la intención de hacer otra ruta larga de entrenamiento hemos adelantado en esta ocasión la salida a las 8,00 horas, juntándonos en la Plaza Mayor un grupito compuesto por Eltiolavara, Transcastro, Horacio, Rafa, y Alberto, uniéndose también a nosotros nuestro amigo Paquito, y Ángel “Cazolón”.
Iniciamos nuestra ruta “de rodaje” dirigiéndonos hacia el sureste para tomar el antiguo trazado del ferrocarril Madrid-Almorox, al que nos incorporamos para rodar a buen ritmo hasta llegar a la pista asfaltada que va hacia la Ermita de La Poveda, que tomamos con dirección a esta última.
Llegamos a la Ermita y dejándola a nuestra izquierda continuamos por el Camino de La Poveda con dirección hacia la carretera M-507, rodando a buen ritmo y reagrupándonos antes de cruzar la misma para continuar después por un senderito que transcurre en paralelo a la carretera M-507 que enlaza con la carretera de Carreta Quebrada (Picadas) y donde comenzaron “nuestras desdichas”.
Y es que el tema en cuestión es que ahora “los abrojos” están en su punto álgido, y a los lados del mencionado senderito han proliferado de manera importante bastantes matas, con lo que es muy importante “no salirse de la zona limpia” para no pinchar, cosa que Horacio no hizo, lo que ocasionó que tuviéramos que hacer la primera parada de la jornada para solventar el primero de los pinchazos de la mañana.
Tras los minutos de parada, reanudamos la marcha y nos incorporamos a la “carretera de Picadas” poniendo rumbo hacia la presa para tras pasar sobre el muro comenzar a recorrer por la vía verde los casi siete kilómetros hasta el final del embalse.
De nuevo rodábamos a buen ritmo cuando………¡¡pinchazo!!, otra vez Horacio había pinchado. Otra vez tocaba realizar una paradita imprevista para realizar la reparación, lo que de nuevo nos llevó unos minutos hasta que pudimos reanudar la marcha y llegar hasta el final del embalse de Picadas.
Bordeamos a continuación el Cerro del Cubo para después pasar bajo la carretera M-501 y bordear la nueva estación de tratamiento de aguas de Pelayos para dirigirnos hacia el monasterio de Santa María la Real de Valdeiglesias, donde nos incorporamos al trazado del “ferrocarril del Tiétar” para poner rumbo hacia San Martín de Valdeiglesias.
Como la jornada estaba por no dejarnos coger ritmo………¡¡nuevo pinchazo de Horacio!! (el tercero). De nuevo realizamos unos minutos de paradita para solventar este nuevo imprevisto reanudando posteriormente la marcha camino de San Martín, donde en la fuente que se encuentra junto a la antigua estación de tren hicimos la “parada barrita” de la jornada, aprovechando para la reparación de un nuevo pinchazo en la bici de Horacio….¡¡¡el cuarto!!! (la situación ya parecía “de coña”).
Tras reponer fuerzas y poner una nueva cámara en la rueda, reanudamos la marcha y abandonamos San Martín de Valdeiglesias por el GR-10 para a continuación atravesar de nuevo la carretera M-501 y proseguir por el GR-10 hasta llegar a la carretera M-542, a la que tuvimos que incorporarnos durante unos metros hasta girar a la derecha para enlazar con una pista por la que dirigirnos hacia la urbanización “Navapark”.
Atravesamos a continuación la urbanización “Navapark”, donde a la salida nos esperaba un sendero que desde la última vez que estuvimos por allí ha sido invadido por las zarzas, lo que ocasionó que alguno se llevara “algún recuerdo” en los brazos.
Tras atravesar el tramo “complicado” por las zarzas, comenzaba un ascenso por un sendero por la zona de “Las Herreras”, que se nos hizo “más durito” al transcurrir por “la solanera”, ya que el sol empezaba a calentar de manera “considerable”.
Después de la subida por el sendero, nos esperaba a continuación un nuevo tramo en el que tuvimos que hacer de “Frank de la Jungla”, apartando y esquivando zarzas de nuevo mientras caminábamos sobre…..¡¡barro!! ¡¡en el mes de agosto!!.
Por fin conseguimos dejar atrás “la vegetación” y realizamos la parte final de la subida que nos llevó hasta la entrada de la urbanización “Entrepinos”, incorporándonos a la avenida principal para comenzar a atravesar la urbanización hasta enlazar con el comienzo de la trialera que baja hasta el arroyo Tórtolas.
Realizamos el descenso por la trialera sin imprevistos, y a continuación rodando junto al arroyo llegamos hasta la carretera M-542 cruzando la misma junto a la urbanización “El Mirador de Cadalso” para incorporaros en el comienzo de la vía pecuaria del arroyo de Boquerón.
Recorrimos la vía pecuaria siendo buena parte de ella a la sombra (lo cual era de agradecer), y llegamos hasta el abrevadero que se encuentra ya en la parte de arriba, donde hicimos una nueva parada para “repostar agua” además de aprovechar algunos para darse un remojón en el pilón y afrontar así “mas frescos” los últimos kilómetros de la ruta.
Y como la cosa iba de ello………¡¡Pues nuevo pinchazo!! (ésta vez de Paco), que había tenido que realizar los últimos metros “a pata” hasta el abrevadero y que aprovechamos para arreglar allí la sombrita.
De nuevo reanudamos la marcha y nos dirigimos hacia la carretera N-403, donde nos dimos cuenta que Paco y Alberto se habían quedado atrás y no venían en el grupo. ¿¿Pero qué pasa ahora??, nos preguntábamos.
Resultó que tras arreglar el pinchazo, Paco había dejado la rueda mal montada y “se le había salido el eje”, con lo que de nuevo hubo que estar unos minutos “maniobrando” para dejar la bici en condiciones de seguir, pudiéndonos reagrupar todos de nuevo junto a la Cañada de Talavera.
Ya únicamente nos quedaba la parte final del recorrido, para lo que descendimos a gran velocidad por la cuesta asfaltada (que se ha deteriorado mucho últimamente) para después girar a la derecha e incorporarnos al antiguo camino de San Martín de Valdeiglesias a Villa del Prado, por el que realizamos el descenso final hasta el pueblo.
Al final nos han salido unos 65 kilómetros de ruta y hemos llegado al pueblo sobre las 13,20 horas. Aunque la ruta ha estado muy bien para “nuestros intereses de entrenar”, ha sido una lástima que hayamos perdido una hora entre tantas reparaciones, lo que nos ha impedido alargar algo más la ruta.
Esperemos no tener en el futuro más jornadas como ésta, habiendo batido el récord de imprevistos con 5 pinchazos y una avería.
¡¡¡VAYA MAÑANITA!!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario