De nuevo
para darle al pedal en otra calurosa jornada nos hemos reunido a las 8,00 horas
en la Plaza Mayor un cuarteto compuesto por Alberto, Jorge, Rafa y Jose, que
con resaca y tras un mes de “parón ciclista” retomaba el asunto del pedaleo.
Como ya
sabíamos que no aparecería nadie mas, echamos a rodar a las 8,07 horas minutos abandonando
la Plaza Mayor con dirección sur para dirigirnos hacia el antiguo trazado del
ferrocarril Madrid-Almorox.
Rodando por
el trazado del ferrocarril fuimos calentando las piernas hasta llegar a la
pista asfaltada que va hacia la ermita de La Poveda, a la que nos incorporamos
para dirigirnos hacia la ermita, pasando junto a la misma para continuar por el
“Camino de La Poveda” hacia la carretera M-507.
Recorríamos a
buen ritmo el camino cuando……¡¡Pinchazo de Alberto!!!......¡¡Joder, ya
empezamos!!. Allí nos pusimos raudos a solventar la incidencia y al revisar la
cubierta por dentro antes de poner la cámara resultó que tenía….¡¡cinco
abrojos!!. Debe ser que había ido recolectando…….
Reparamos la
rueda y continuamos por el camino hasta llegar a la carretera M-507, a la que
nos incorporamos hasta llegar al puente de "La Pedrera" sobre el río
Alberche, donde tomamos un camino en paralelo al río con dirección sur para más
adelante girar a la izquierda hasta llegar a la carretera M-510, a la que nos
incorporamos durante unos metros hasta girar a la derecha para tomar un
caminito que al principio asciende suavemente pero que después se convierte en
“un cuestón” donde Jose sudó una parte de los cubatas de la noche anterior.
Tras el
cuestón llegamos a la zona de “Suertes Viejas”, desde donde nos dirigimos hacia
el camino de Navayuncosa para poner rumbo hacia Villamanta continuando con un
ritmo considerable.
Llegamos
hasta la carretera M-530 y nos incorporamos a ella durante unos pocos metros hasta
desviarnos a la derecha para tomar un camino por el que descendimos hasta
Villamanta, donde bordeamos el pueblo por el antiguo trazado del ferrocarril
hasta desviarnos a la derecha y tomar el “Camino de Valdeyeso” para dirigirnos
hacia Navalcarnero.
Rodando “por
parejas”, algo más adelantados marchaban Jorge y Rafa, y por otro lado
marchaban Alberto, que no se encontraba fino y Jose, que acusaba la
inactividad, llegamos hasta la autovía N-V, girando entonces a la izquierda
para en paralelo a la misma hasta llegar a Navalcanero, donde en el barrio de “Los
Manzanos” hicimos la “parada barrita” de la jornada, aprovechando Jose para
comprar Aquarius en una tiendecita que había.
Tras reponer
fuerzas, retomamos la marcha para bordear el pueblo de Navalcarnero y pasar
bajo la carretera M-600 por un puente para tomar el camino Hondo y el camino
del Tochuelo para poner rumbo hacia el siguiente pueblo de paso, Villanueva de
Perales.
Enlazando con el camino de Navalcarnero a Villanueva de Perales llegamos
hasta la Cañada Real Segoviana, desde donde descendimos para llegar al pueblo,
realizando una breve paradita en una fuente para refrescarnos, ya que empezaba
a hacer bastante calorcito.
Después de refrescarnos, comenzamos de nuevo a darle al pedal para
dirigirnos hacia Villamantilla, donde bordeamos el pueblo para tomar el “camino
del río” y realizar un rápido descenso hasta el río Perales.
Y como “todo lo que se baja después hay que subirlo”, a continuación tocaba
el ascenso con dirección hacia Chapinería, donde aunque Alberto ya se había
recuperado del “bajón” inicial entre el calor que hacía y los kilómetros
acumulados ya Jose “no sentía las piernas”.
Hicimos una
paradita a la sombra de una encina para que “tomara aire” y un “gel” que le dio
Rafa a ver si le aportaba algo de energías (que buena falta le hacían) y
retomamos la marcha para dirigirnos hacia Aldea del Fresno subiendo por un
senderito entre las encinas por la zona de “Las Esperillas” hasta enlazar con
la Cañada Segoviana, por la que descendimos hasta Aldea del Fresno.
Con Jose ya
más recuperado (parecía que el gel había surtido efecto), bordeamos Aldea del
Fresno por el camino que transcurre junto al río hasta llegar de nuevo al
puente de “La Pedrera”, donde nos incorporamos a la carretera M-507 para
realizar el trayecto inverso al comienzo de la ruta y recorrer los casi tres kilómetros
necesarios para poder enlazar con el camino de La Poveda, al que nos
incorporamos para rodar con dirección a la ermita, pasando junto a la misma y
continuando por la pista asfaltada para posteriormente enlazar con el antiguo
trazado del ferrocarril Madrid-Almorox y realizar los kilómetros finales de la
ruta hasta regresar al pueblo.
Y así nos
hemos marcado un buen entreno de una “Talajara corta” de 80 kilómetros,
llegando al pueblo sobre las 13,00 horas, con lo que por fin después de muchas
semanas estábamos de regreso a una “hora prudencial” para tomarnos unas
merecidas cervecitas y claro está que no dejamos pasar la ocasión.
De esta
manera concluimos la jornada recuperando los líquidos perdidos en otra calurosa
mañana de agosto con unas birritas que nos supieron a gloria mientras
comentábamos lo bien que se había dado la ruta.
Mención
especial merece nuestro compi Jose, que a sabiendas de la kilometrada que le
esperaba y “resacoso” de la noche anterior se presentó dispuesto a sufrir sobre
la bici y a darlo todo como un jabato, un ejemplo para algunos……
No hay comentarios:
Publicar un comentario