lunes, 21 de agosto de 2017

Domingo 20 de agosto de 2017 (Por fin unas cervecitas al final)




De nuevo para darle al pedal en otra calurosa jornada nos hemos reunido a las 8,00 horas en la Plaza Mayor un cuarteto compuesto por Alberto, Jorge, Rafa y Jose, que con resaca y tras un mes de “parón ciclista” retomaba el asunto del pedaleo.
Como ya sabíamos que no aparecería nadie mas, echamos a rodar a las 8,07 horas minutos abandonando la Plaza Mayor con dirección sur para dirigirnos hacia el antiguo trazado del ferrocarril Madrid-Almorox.
Rodando por el trazado del ferrocarril fuimos calentando las piernas hasta llegar a la pista asfaltada que va hacia la ermita de La Poveda, a la que nos incorporamos para dirigirnos hacia la ermita, pasando junto a la misma para continuar por el “Camino de La Poveda” hacia la carretera M-507.
Recorríamos a buen ritmo el camino cuando……¡¡Pinchazo de Alberto!!!......¡¡Joder, ya empezamos!!. Allí nos pusimos raudos a solventar la incidencia y al revisar la cubierta por dentro antes de poner la cámara resultó que tenía….¡¡cinco abrojos!!. Debe ser que había ido recolectando…….
Reparamos la rueda y continuamos por el camino hasta llegar a la carretera M-507, a la que nos incorporamos hasta llegar al puente de "La Pedrera" sobre el río Alberche, donde tomamos un camino en paralelo al río con dirección sur para más adelante girar a la izquierda hasta llegar a la carretera M-510, a la que nos incorporamos durante unos metros hasta girar a la derecha para tomar un caminito que al principio asciende suavemente pero que después se convierte en “un cuestón” donde Jose sudó una parte de los cubatas de la noche anterior.
Tras el cuestón llegamos a la zona de “Suertes Viejas”, desde donde nos dirigimos hacia el camino de Navayuncosa para poner rumbo hacia Villamanta continuando con un ritmo considerable.
Llegamos hasta la carretera M-530 y nos incorporamos a ella durante unos pocos metros hasta desviarnos a la derecha para tomar un camino por el que descendimos hasta Villamanta, donde bordeamos el pueblo por el antiguo trazado del ferrocarril hasta desviarnos a la derecha y tomar el “Camino de Valdeyeso” para dirigirnos hacia Navalcarnero.
Rodando “por parejas”, algo más adelantados marchaban Jorge y Rafa, y por otro lado marchaban Alberto, que no se encontraba fino y Jose, que acusaba la inactividad, llegamos hasta la autovía N-V, girando entonces a la izquierda para en paralelo a la misma hasta llegar a Navalcanero, donde en el barrio de “Los Manzanos” hicimos la “parada barrita” de la jornada, aprovechando Jose para comprar Aquarius en una tiendecita que había.
Tras reponer fuerzas, retomamos la marcha para bordear el pueblo de Navalcarnero y pasar bajo la carretera M-600 por un puente para tomar el camino Hondo y el camino del Tochuelo para poner rumbo hacia el siguiente pueblo de paso, Villanueva de Perales.
Enlazando con el camino de Navalcarnero a Villanueva de Perales llegamos hasta la Cañada Real Segoviana, desde donde descendimos para llegar al pueblo, realizando una breve paradita en una fuente para refrescarnos, ya que empezaba a hacer bastante calorcito.
Después de refrescarnos, comenzamos de nuevo a darle al pedal para dirigirnos hacia Villamantilla, donde bordeamos el pueblo para tomar el “camino del río” y realizar un rápido descenso hasta el río Perales.
Y como “todo lo que se baja después hay que subirlo”, a continuación tocaba el ascenso con dirección hacia Chapinería, donde aunque Alberto ya se había recuperado del “bajón” inicial entre el calor que hacía y los kilómetros acumulados ya Jose “no sentía las piernas”.
Hicimos una paradita a la sombra de una encina para que “tomara aire” y un “gel” que le dio Rafa a ver si le aportaba algo de energías (que buena falta le hacían) y retomamos la marcha para dirigirnos hacia Aldea del Fresno subiendo por un senderito entre las encinas por la zona de “Las Esperillas” hasta enlazar con la Cañada Segoviana, por la que descendimos hasta Aldea del Fresno.
Con Jose ya más recuperado (parecía que el gel había surtido efecto), bordeamos Aldea del Fresno por el camino que transcurre junto al río hasta llegar de nuevo al puente de “La Pedrera”, donde nos incorporamos a la carretera M-507 para realizar el trayecto inverso al comienzo de la ruta y recorrer los casi tres kilómetros necesarios para poder enlazar con el camino de La Poveda, al que nos incorporamos para rodar con dirección a la ermita, pasando junto a la misma y continuando por la pista asfaltada para posteriormente enlazar con el antiguo trazado del ferrocarril Madrid-Almorox y realizar los kilómetros finales de la ruta hasta regresar al pueblo.
Y así nos hemos marcado un buen entreno de una “Talajara corta” de 80 kilómetros, llegando al pueblo sobre las 13,00 horas, con lo que por fin después de muchas semanas estábamos de regreso a una “hora prudencial” para tomarnos unas merecidas cervecitas y claro está que no dejamos pasar la ocasión.
De esta manera concluimos la jornada recuperando los líquidos perdidos en otra calurosa mañana de agosto con unas birritas que nos supieron a gloria mientras comentábamos lo bien que se había dado la ruta.
Mención especial merece nuestro compi Jose, que a sabiendas de la kilometrada que le esperaba y “resacoso” de la noche anterior se presentó dispuesto a sufrir sobre la bici y a darlo todo como un jabato, un ejemplo para algunos……

No hay comentarios:

Publicar un comentario