lunes, 10 de abril de 2017

Domingo 9 de abril de 2017 (1ª ruta de entrenamiento para la "Toledo-Villa del Prado")



Con la previsión de una mañana de calorcito nos hemos reunido en la Plaza Mayor para nuestra cita dominical un grupito compuesto por Alberto, Transcastro, Jorge, Horacio, Javichy y Rafa. Se unieron también a nosotros Pablo y Javi, dispuestos a “echarse unas pedaladas” en nuestra compañía.
Para la jornada de hoy teníamos previsto realizar una rutilla que Alberto había preparado “de entrenamiento” con vistas a la Toledo-Villa del Prado que realizaremos próximamente, con lo que tras los minutillos habituales “de cortesía” por los rezagados, comenzamos a pedalear desde la Plaza Mayor de Villa del Prado poniendo rumbo sur para abandonar Villa del Prado por el antiguo trazado del ferrocarril Madrid-Almorox, donde a los pocos metros el grupo perdió un integrante, ya que Javi sufrió un “problema mecánico” que no se pudo subsanar, lo que le obligó a volverse para el pueblo.
El resto del grupo, con Horacio en cabeza, continuamos rodando a buen ritmo por el trazado del ferrocarril llegando hasta la pista asfaltada que enlaza la carretera M-507 con la ermita de La Poveda, donde giramos a la izquierda para tomar durante unos metros la misma y a continuación desviarnos a la derecha para por un camino salir a la carretera M-507.
Cruzamos la carretera para incorporarnos al camino del Molino de Rodeles, que recorrimos hasta enlazar con el camino-sendero que transcurre por detrás del Safari Park, y por el que llegamos hasta la carretera de Picadas, a la que nos incorporamos para dirigirnos hacia la presa.
Pasamos sobre el muro y comenzamos a recorrer la vía verde, con “los llaneadores” Jorge y Javichy tirando del grupo “a paso ligero” hasta llegar a la explanada donde comienza la subida hacia la urbanización “El Morro”, donde giramos a la derecha para comenzar con dicha subida y atravesar la urbanización para continuar rodando por la carretera que enlaza la misma con Navas del Rey.
Atravesamos también el pueblo de Navas del Rey para dirigirnos hacia el cementerio, donde tomamos el camino bajo a Colmenar de Arroyo continuando después sobre la conducción Picadas-Valmayor hasta llegar a las cercanías de Colmenar de Arroyo, donde en una praderita al sol aprovechamos para hacer la “parada barrita” de la jornada además de una fotito de grupo y donde Pablo tomó esos minutos para arreglar un pinchazo en su rueda delantera que se había producido un par de kilómetros atrás y que parecía que el líquido antipinchazos no era capaz de solventar.
Tras reponer fuerzas, echamos de nuevo a rodar atravesando Colmenar de Arroyo para adentrarnos en “terreno desconocido” para nosotros, abandonando el pueblo para rodar entre encinas por el camino de Navalpozo, pasando algunas puertas y alambradas para salir a una conducción de agua del embalse de Picadas que se encuentra asfaltada por encima.
Rodamos sobre el asfalto durante unos metros para de nuevo saltar una valla y poder tomar la Cañada Real Leonesa, abandonándola posteriormente para internarnos en la finca El Salobral y realizar un rápido descenso que nos condujo hasta el camino de Chapinería a Perales, al que nos incorporamos para poner dirección Chapinería cruzando unos metros más adelante el arroyo de Carnero, que en esa zona sirve de límite entre los términos municipales de Navalagamella y Colmenar de Arroyo y que bajaba con bastante agua, por lo que tuvimos que refrescarnos un poquillo los pies.
Recorriendo el camino “picando hacia arriba” bajo un solecito considerable (27 graditos según el termómetro de Transcastro) pusimos rumbo hacia Chapinería llegando posteriormente al pueblo junto a la rotonda sobre la M-501, para disponernos a continuación a atravesar el pueblo realizando una paradita para reponer agua en una fuente y aprovechando Pablo para comprar en una tienda una botella de “coca-cola” fresquita que fuimos pasando “de mano en mano” para “refrescar el gañote” todo el grupo.
Reanudamos la marcha y atravesamos el pueblo para tomar la Cañada Segoviana durante unos metros hasta desviarnos para tomar un bonito sendero entre las encinas que transcurriendo por el Prado de la Lancha nos hizo disfrutar de una bonita bajada hasta enlazar de nuevo con la Cañada Segoviana, por la que continuamos descendiendo hasta las cercanías de Aldea del Fresno, bordeando a continuación el pueblo por el camino que recorre la orilla del río Alberche hasta llegar al puente de La Pedrera, donde nos incorporamos a la carretera M-507.
Tras rodar unos metros por el asfalto, tomamos el senderito que transcurre junto a la carretera y que recorrimos para enlazar con el camino de La Poveda, al que nos incorporamos para poner dirección hacia la ermita de La Poveda, pasando junto a la misma para continuar por la pista asfaltada hasta llegar de nuevo al antiguo trazado del ferrocarril Madrid-Almorox por el que realizamos los kilómetros finales de la ruta hasta regresar al pueblo.
Con la “única pega” de que hemos llegado al pueblo bastante más tarde de lo habitual, nos ha salido una estupenda ruta de unos 68 kilómetros que ha cumplido a la perfección con el objetivo de servirnos de entrenamiento para la “Toledo-Villa del Prado”, conociendo además una zona por la que no habíamos transitado nunca y que aunque atractiva por ser un gran encinar, nos ha dejado un “regusto amargo” por la cantidad de puertas y vallas que hemos tenido que sortear, con incontables carteles de “Propiedad Privada, Prohibido el paso”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario