Con la previsión de una mañana de calorcito nos hemos reunido en la Plaza
Mayor para nuestra cita dominical un grupito compuesto por Alberto,
Transcastro, Jorge, Horacio, Javichy y Rafa. Se unieron también a nosotros
Pablo y Javi, dispuestos a “echarse unas pedaladas” en nuestra compañía.
Para la jornada de hoy teníamos previsto realizar una rutilla que Alberto
había preparado “de entrenamiento” con vistas a la Toledo-Villa del Prado que realizaremos
próximamente, con lo que tras los minutillos habituales “de cortesía” por los
rezagados, comenzamos a pedalear desde la Plaza Mayor de Villa del Prado
poniendo rumbo sur para abandonar Villa del Prado por el antiguo trazado del
ferrocarril Madrid-Almorox, donde a los pocos metros el grupo perdió un
integrante, ya que Javi sufrió un “problema mecánico” que no se pudo subsanar,
lo que le obligó a volverse para el pueblo.
El resto del grupo, con Horacio en cabeza, continuamos rodando a buen ritmo
por el trazado del ferrocarril llegando hasta la pista asfaltada que enlaza la
carretera M-507 con la ermita de La Poveda, donde giramos a la izquierda para
tomar durante unos metros la misma y a continuación desviarnos a la derecha
para por un camino salir a la carretera M-507.
Cruzamos la carretera para incorporarnos al camino del Molino de Rodeles,
que recorrimos hasta enlazar con el camino-sendero que transcurre por detrás
del Safari Park, y por el que llegamos hasta la carretera de Picadas, a la que
nos incorporamos para dirigirnos hacia la presa.
Pasamos sobre el muro y comenzamos a recorrer la vía verde, con “los
llaneadores” Jorge y Javichy tirando del grupo “a paso ligero” hasta llegar a
la explanada donde comienza la subida hacia la urbanización “El Morro”, donde
giramos a la derecha para comenzar con dicha subida y atravesar la urbanización
para continuar rodando por la carretera que enlaza la misma con Navas del Rey.
Atravesamos también el pueblo de Navas del Rey para dirigirnos hacia el
cementerio, donde tomamos el camino bajo a Colmenar de Arroyo continuando
después sobre la conducción Picadas-Valmayor hasta llegar a las cercanías de
Colmenar de Arroyo, donde en una praderita al sol aprovechamos para hacer la
“parada barrita” de la jornada además de una fotito de grupo y donde Pablo tomó
esos minutos para arreglar un pinchazo en su rueda delantera que se había
producido un par de kilómetros atrás y que parecía que el líquido antipinchazos
no era capaz de solventar.
Tras reponer fuerzas, echamos de nuevo a rodar atravesando Colmenar de
Arroyo para adentrarnos en “terreno desconocido” para nosotros, abandonando el
pueblo para rodar entre encinas por el camino de Navalpozo, pasando algunas
puertas y alambradas para salir a una conducción de agua del embalse de Picadas
que se encuentra asfaltada por encima.
Rodamos sobre el asfalto durante unos metros para de nuevo saltar una valla
y poder tomar la Cañada Real Leonesa, abandonándola posteriormente para internarnos
en la finca El Salobral y realizar un rápido descenso que nos condujo hasta el
camino de Chapinería a Perales, al que nos incorporamos para poner dirección
Chapinería cruzando unos metros más adelante el arroyo de Carnero, que en esa
zona sirve de límite entre los términos municipales de Navalagamella y Colmenar
de Arroyo y que bajaba con bastante agua, por lo que tuvimos que refrescarnos
un poquillo los pies.
Recorriendo el camino “picando hacia arriba” bajo un solecito considerable
(27 graditos según el termómetro de Transcastro) pusimos rumbo hacia Chapinería
llegando posteriormente al pueblo junto a la rotonda sobre la M-501, para
disponernos a continuación a atravesar el pueblo realizando una paradita para
reponer agua en una fuente y aprovechando Pablo para comprar en una tienda una
botella de “coca-cola” fresquita que fuimos pasando “de mano en mano” para
“refrescar el gañote” todo el grupo.
Reanudamos la marcha y atravesamos el pueblo para tomar la Cañada Segoviana
durante unos metros hasta desviarnos para tomar un bonito sendero entre las
encinas que transcurriendo por el Prado de la Lancha nos hizo disfrutar de una
bonita bajada hasta enlazar de nuevo con la Cañada Segoviana, por la que
continuamos descendiendo hasta las cercanías de Aldea del Fresno, bordeando a
continuación el pueblo por el camino que recorre la orilla del río Alberche
hasta llegar al puente de La Pedrera, donde nos incorporamos a la carretera
M-507.
Tras rodar unos metros por el asfalto, tomamos el senderito que transcurre
junto a la carretera y que recorrimos para enlazar con el camino de La Poveda,
al que nos incorporamos para poner dirección hacia la ermita de La Poveda,
pasando junto a la misma para continuar por la pista asfaltada hasta llegar de
nuevo al antiguo trazado del ferrocarril Madrid-Almorox por el que realizamos
los kilómetros finales de la ruta hasta regresar al pueblo.
Con la “única pega” de que hemos llegado al pueblo bastante más tarde de lo
habitual, nos ha salido una estupenda ruta de unos 68 kilómetros que ha
cumplido a la perfección con el objetivo de servirnos de entrenamiento para la
“Toledo-Villa del Prado”, conociendo además una zona por la que no habíamos
transitado nunca y que aunque atractiva por ser un gran encinar, nos ha dejado
un “regusto amargo” por la cantidad de puertas y vallas que hemos tenido que
sortear, con incontables carteles de “Propiedad Privada, Prohibido el paso”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario