Con algo de fresquito a primera hora aunque con previsión de una buena
climatología nos hemos juntado en la Plaza Mayor para pedalear en la jornada de
hoy un grupito compuesto por Eltiolavara, Transcastro, Jorge, Horacio y Rafa.
Con unas cervecitas “en mente” con motivo de la celebración del “15º
cumpleaños del Club” al finalizar la ruta, se hacía “necesario” estar pronto de
vuelta, así que con ese fin unos minutos después de las nueve echamos a rodar
desde la Plaza Mayor de Villa del Prado poniendo rumbo sur para abandonar Villa
del Prado por el antiguo trazado del ferrocarril Madrid-Almorox, por el que
llegamos hasta la pista asfaltada que enlaza la carretera M-507 con la ermita
de La Poveda, donde giramos a la izquierda para tomar durante unos metros la
misma y a continuación desviarnos a la derecha para por un camino llegar hasta
la carretera M-507, con una paradita incluida durante unos minutos por un
“problema mecánico” de Transcastro.
Cruzamos la carretera para incorporarnos al camino del Molino de Rodeles,
que recorrimos hasta enlazar con el camino-sendero que transcurre por detrás
del Safari Park, y por el que llegamos hasta la carretera de Picadas,
incorporándonos a la misma para realizar un rápido ascenso para terminar de calentar
las piernas antes de descender hasta el muro del embalse.
Allí comenzamos a rodar a buen ritmo con Jorge “desbocao” tirando del grupo
y demostrando que es “pájaro de llaneo” hasta llegar a la explanada donde
comienza la subida hacia la urbanización “El Morro”, donde giramos a la derecha
para comenzar con dicha subida para tras unos metros girar de nuevo a la
derecha para afrontar “el paredón” de la jornada, con una subida por el camino
del Cerro de Mesa, que como su nombre indica recorre la ladera del mencionado
cerro y que con algún tramo de rampas del 30% nos puso “las patas” y sobre todo
“la patata” a reventar.
Siendo Rafa el que pudo llegar más arriba sobre la bici, tuvimos todos que
hacer unos metros de “empuja-bike” (unos más que otros) hasta llegar a unas
rocas al sol donde hicimos una paradita para tomar aire antes de continuar ya
con la parte más suave del ascenso, bordeando a continuación la urbanización de
Santa Ana para después incorporarnos al trazado de la conducción de agua
Picadas-Valmayor.
Rodando a buen ritmillo por el senderito que transcurre sobre la conducción
llegamos hasta las cercanías de Navas del Rey, abandonando el sendero para
girar a nuestra derecha para incorporarnos al camino de Socaancho, recorriendo a
continuación la zona más bonita de la jornada, un espectacular tramo de
senderos por la dehesa de Las Mojoneras para continuar después con otro bonito
sendero por el que llegamos hasta la carretera M-510, que cruzamos para
continuar hacia Chapinería.
Atravesamos a continuación el pueblo de Chapinería para dirigirnos hacia el
mirador que se encuentra sobre el Centro de Educación Ambiental “El Águila”,
donde hicimos la “parada-barrita” de la jornada mientras disfrutábamos de unas
espectaculares vistas de los encinares y del valle del río Perales.
Tras reponer fuerzas reanudamos la marcha para dirigirnos hacia un
senderito que conocimos durante la reciente “Rascaencinas” por el que
realizamos un divertido descenso para a continuación tomar el camino de las Lagunillas
y dirigirnos hacia el arroyo de la Oncalada, que cruzamos sobre unas piedras
para comenzar después con un bonito ascenso por un sendero entre las encinas
que nos condujo hasta la Cañada Segoviana.
Nos incorporamos a la cañada para realizar un rápido descenso con dirección
a Aldea del Fresno, tomando a continuación durante unos pocos metros la
carretera M-510 para tras pasar por el puente sobre el río Perales
incorporarnos al camino que transcurre en paralelo al río para llegar hasta el
puente de “La Pedrera” entre un buen “perfume a panceta” proveniente de las
barbacoas, que se encontraban “a pleno rendimiento”.
Tomamos durante unos metros la carretera M-507, para tras pasar por el
puente abandonar el asfalto para incorporarnos al senderito que transcurre
entre las encinas en paralelo a la carretera y que nos llevó hasta el camino de
La Poveda.
Mientras rodábamos por el camino de La Poveda, ante la duda de continuar
hacia la ermita o “acortar” por la vía y por cuál de las dos alternativas se
tardaba menos, Transcastro se ofreció en compañía de Horacio a tomar la opción
de la ermita mientras el resto pasábamos bajo la valla de alambre para
incorporarnos al antiguo trazado del ferrocarril Madrid-Almorox que recorre la
finca de El Rincón.
Al final resultó que llegamos al “punto de encuentro” exactamente al mismo
tiempo, agrupándonos de nuevo el quinteto para afrontar los últimos kilómetros
hasta el pueblo por el trazado del ferrocarril, con Jorge de nuevo dándolo todo
en “su terreno”.
Tras hacernos una buena rutilla de unos 50 kilómetros y cumpliendo con el
objetivo de estar de vuelta prontito, nos dirigimos a hacer una visita al amigo
Valentín para tomarnos esas merecidas cervecitas que habíamos previsto en
conmemoración de los 15 años de existencia del Club mientras brindábamos por al
menos otros 15 años de continuar saliendo a pedalear (aunque para entonces nos
hayamos tenido que pasar a las “bicis-eléctricas).
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