Tras unos días pasados por agua, en la jornada de hoy el viento ha
desplazado las nubes, y dispuestos a combatir ese viento en la Plaza Mayor a la
hora de siempre nos hemos reunido un “sexteto” compuesto por Horacio, Mariano,
José “Mara”, Perejil, Jorge y Eltiolavara.
Como en esta ocasión no hacía un “frío invernal” y no era muy necesario “tirar
p’arriba” para combatirlo, decidimos abandonar el pueblo por el antiguo trazado
del ferrocarril Madrid-Almorox, por el que llegamos hasta la pista asfaltada
que enlaza la carretera M-507 con la ermita de La Poveda, donde giramos a la
izquierda para tomar durante unos metros la misma y a continuación desviarnos a
la derecha para por un camino llegar hasta la carretera M-507.
Cruzamos la carretera para incorporarnos al camino del Molino de Rodeles,
que recorrimos hasta enlazar con el camino-sendero que transcurre por detrás
del Safari Park, por el que rodamos mientras veíamos a todos los animales como
nunca tomando el sol y pegados a la alambrada.
Llegamos hasta la carretera de Picadas y realizamos el ascenso a buen
ritmillo aunque con Perejil un poquito Vago, bajando a continuación hasta la
presa y luchando contra el viento hasta desviarnos a la derecha para subir
hacia la urbanización “El Morro”, reagrupándonos en el alto tras la subida.
Tomamos a continuación un camino a la derecha que por bonitos tomillares y
subidas nos llevó hasta el transvase de agua Picadas-Valmayor, sobre el que
rodamos durante unos kilómetros luchando de nuevo contra fuertes rachas de
viento hasta desviarnos a la derecha para tomar el camino de Socaancho y
recorrer a continuación el bonito tramo de los senderos entre las encinas hasta
llegar a la carretera M-510 junto a la vieja cantera de Chapinería.
Cruzamos la carretera y junto a la laguna del Pozairón hicimos la “parada
barrita” del día y la fotito de grupo para el recuerdo, retomando la marcha
tras los minutos de relax para atravesar el pueblo y tomar otro bonito sendero
por el “Prado de la Lancha” por el que hicimos una divertida bajada hasta
enlazar con la Cañada Segoviana y continuar bajando hasta Aldea del Fresno.
Bordeamos el pueblo por el camino que transcurre junto al río hasta llegar
al puente de La Pedrera, donde nos incorporamos durante unos kilómetros a la
carretera M-507 hasta desviarnos a la izquierda para tomar el camino de La
Poveda y dirigirnos hacia la Ermita, donde tras repostar agua y subir la cuesta
nos encontramos con “un huracán” que pegaba de cara, y pensando que sería más
sencillo decidimos regresar al pueblo por el camino de La Aceña, dándonos
cuenta de que tampoco iba a ser tarea fácil.
Y así luchando contra “El Dios Eolo” y sufriendo de lo lindo estábamos de
regreso en el pueblo antes de las 13,00 horas, tras recorrer una bonita ruta de
unos 48 kilómetros en la que el aire no nos ha abandonado durante toda la
jornada.
El próximo domingo………., más!!!!!
Fdo. Eltiolavara
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