martes, 14 de febrero de 2017

Domingo 12 de febrero de 2017 (Otra jornada más pasada por agua)



Tal como indicaba la previsión meteorológica, en esta ocasión tocaba una nueva jornada “pasada por agua”, lo que ha hecho que el grupo menguara quedando reducido a los “cuatro chalaos” que no fallan si no es por fuerza mayor, es decir Eltiolavara, Transcastro, Horacio, y Rafa.
Tras esperar los minutos habituales “de cortesía” por alguno que en el grupo de Whatsapp había dicho que sí que saldría y al final resultó que no, echamos a rodar abandonando la Plaza Mayor por la Avenida Reina Sofía con rumbo norte para pasar junto a las instalaciones de la piscina municipal y continuar hacia la ermita del Cristo para dirigirnos hacia el antiguo camino de Villa del Prado a San Martín de Valdeiglesias.
Desde el principio de la ascensión ya “se barruntaba” que íbamos a “echar buenas piernas”, ya que el terreno estaba bastante blandito debido a las lluvias que habían caído durante toda la noche, aún así realizamos una subida a buen ritmillo con Eltiolavara en cabeza y con la sensación de ir “con las ruedas pinchadas”.
Aunque salimos del pueblo “chispeando”, conforme íbamos ganando metros de altitud veíamos como las nubes estaban “agarradas” a los montes, por lo que la lluvia iba cayendo cada vez con más intensidad. Nos reagrupamos como es habitual en el alto que hay en las faldas del cerro Lucía para proseguir a continuación la marcha con dirección hacia la Cañada de Talavera, aunque en la parte final abandonamos el camino para bajar por un cortafuegos a nuestra izquierda y tomar a continuación un senderito por el que llegamos hasta la Cañada.
Atravesamos la Cañada y continuamos por los cortafuegos con dirección a San Martín de Valdeiglesias, para incorporarnos después al camino de la Fuenfría y llegar hasta la carretera M-541, que atravesamos para enseguida tomar un sendero a la derecha por el que hacía bastante tiempo que no rodábamos y que en esta ocasión debido a las lluvias ¡¡se había convertido en un arroyo!!.
Así nos incorporamos “al cauce” del arroyo para descender en paralelo a la carretera M-541 hasta enlazar con otro sendero por el que continuamos hasta llegar a la zona de “La Cancha”, donde bajo un tupido pino pudimos protegernos de la lluvia para poder hacer la “parada barrita” de la jornada además de la fotito de grupo.
Tras reponer fuerzas, reanudamos la marcha pasando junto a una explotación ganadera para continuar bajando por unos divertidos senderos hasta llegar a las cercanías de la carretera M-501, donde giramos a la derecha para tomar un camino en paralelo a la misma por el que esquivando los enormes charcos llegamos hasta las cercanías de Pelayos de la Presa.
Por un tubo pasamos bajo la carretera M-501 para dirigirnos hacia el pueblo, abandonando el mismo por el camino de Valdeyeros para a continuación tomar un senderito en paralelo a la carretera M-501 por el que llegamos hasta el cerro del Cubo, junto a la depuradora de aguas de Pelayos.
Con el “dilema” de elegir entre regresar al pueblo por Picadas o subiendo por “Las Eses”, pensamos que éstas últimas estarían en un estado “complicado” por las lluvias, por lo que nos decantamos mejor por recorrer toda la vía verde de Picadas hasta la presa, continuando con el ascenso por la carretera y posterior descenso hasta desviarnos a la derecha para tomar el camino que transcurre por detrás del Safari Park.
Con bastante barro por el camino enlazamos con el camino del Molino de Rodeles y continuamos hasta llegar a la carretera M-507 a la altura de "El Rececho", donde cruzamos la carretera para enlazar con el antiguo trazado del ferrocarril Madrid-Almorox y recorrer los últimos kilómetros hasta llegar al pueblo tras “marcarnos” una buena rutilla de unos 40 kilómetros con el terreno bastante blandito, lo que equivale a unos cuantos kilómetros más.
Mención especial para “el abuelo del Club”, Horacio, que recién cumplidas las “64 castañas” ha estado “inmenso” durante toda la jornada, yendo en cabeza del grupo en muchas ocasiones.
A pesar de que la lluvia nos ha acompañado durante buena parte de la ruta nos ha respetado durante el camino de regreso al pueblo y, como si estuviera planeado, minutos después de llegar a casa, comenzó a llover con ganas para no dejar en toda la tarde y buena parte de la noche.
Parece que para el finde que viene tendremos solecito!!!!

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