En una nueva jornada de bici en la que se preveía
calorcito nos hemos reunido a la hora de siempre en la Plaza Mayor Eltiolavara,
Horacio, Transcastro, Noesperoanadie, Jose "el Mara", Javichy y Rafa por
el Club, uniéndose también al grupo Paco "el Máquina".
Para hoy estaba previsto explorar unos nuevos senderos
en las cercanías de Cadalso y Entrepinos, así que con ese destino salimos del
pueblo por el antiguo camino de San Martín de Valdeiglesias subiendo todos a
buen ritmillo.
Al llegar al alto, nos reagrupamos y continuamos la
marcha hasta llegar a la Cañada de Talavera, que tomamos a nuestra izquierda
para hacer frente a la cuesta asfaltada y rodar durante unos metros por la
pista hasta desviarnos a la izquierda en una puerta y descender unos metros por
la Cañada de Talavera hasta desviarnos a la derecha y por un camino entre los
pinos bajar hasta la carretera N-403 junto a la laguna del Pozo Alcornocoso.
Cruzamos la carretera y tomamos un camino entre los
pinos por el cerro Alcornocoso, mientras comentábamos como afortunadamente el
monte se va recuperando lentamente del incendio que sufrió hace bastantes años
y que quemó buena parte del pinar.
Por un sendero entre las jaras bajamos hasta el arroyo
del Linar, que cruzamos sin problema al encontrarse seco, para después comenzar
a ascender por la ladera del cerro de la Cuba por un camino-sendero por el que
entre pinos llegamos hasta los pies de la Peña Muniana, donde a la sombrita de
un pino hicimos la "parada barrita" y una fotito de grupo de la jornada.
Tras reponer fuerzas, reanudamos la marcha por una
pista por la que llegamos hasta la entrada del camping "Pinar de Cadalso",
donde tomamos unos metros la carretera M-541 para posteriormente desviarnos a
la derecha y tomar un sendero junto al depósito del agua de Cadalso y continuar
bordeando el pueblo hasta llegar al cementerio de Cadalso.
Con el calorcito era mejor "tener sobrante"
de agua, así que tras preguntar a una señora, nos dijo que dentro del
cementerio había una fuente, así que entramos al "Campo Santo" y
rellenamos las botellas de agua bendita (falta iba a hacer para lo que vendría
después).
Una vez habíamos repostado agua, continuamos la marcha
y nos dirigimos hacia la carretera M-542, que cruzamos para comenzar el
descenso hacia el arroyo Tórtolas, aunque en vez de bajar por el camino, en una
curva tomamos un senderito casi escondido por el que serpenteando entre la
vegetación realizamos un divertido descenso tras el que llegamos a un camino
desde el que podíamos ver frente a nosotros el cuestón que se nos avecinaba.
Asi, "sin anestesia", comenzamos a hacer frente
a los rampones de la jornada, con tramos de más del 20% ascendiendo por la
ladera hacia el Alto Vordergado, donde hubo que darlo todo y más para poder
subir sobre la bici sin tener que hacer algo de "empuja-bike", en
especial en un corto tramo en curva que llegaba al 24% de inclinación.
Poco a poco fuimos llegando todos hasta el alto, donde
paramos unos segundos a la sombrita para "bajar pulsaciones" antes de
continuar disfrutar disfrutando por senderos de la bonita zona de la Dehesa de
los Llanos, bajando a continuación hasta la carretera M-542 mientras
disfrutábamos de las vistas.
Tras reagruparnos, atravesamos la carretera y cruzamos
el arroyo de Tórtolas para salir al antiguo camino de San Martín a Cadalso de
los Vidrios, que tomamos a nuestra derecha para dirigirnos hacia la vía
pecuaria del arroyo del Boquerón y poner así rumbo de regreso a Villa del
Prado.
A buen ritmillo realizamos el tendido ascenso por la
vía pecuaria hasta salir a la carretera M-542, que cruzamos para tomar un
sendero por el que pasamos junto a la laguna del manantial del Andrinoso, para
después tomar durante unos metros la carretera N-403 hasta enlazar con la pista
asfaltada que lleva hasta la Cañada de Talavera y bajar por ella hasta enlazar
con el antiguo camino de San Martín de Valdeiglesias con dirección hacia Villa
del Prado.
Antes de afrontar el descenso final hasta el pueblo
por el camino de San Martín, nos desviamos a la izquierda para tras pasar una
puerta, tomar el camino que discurre por la ladera del cerro Lucía pasando por
una explotación ganadera abandonada y enlazar así con el antiguo camino de
Villa del Prado a Pelayos.
Tras recorrer unos metros el camino, nos desviamos a
la derecha para tomar el divertido senderito que lleva hasta detrás del
depósito del agua de Villa del Prado, desde donde continuamos bajando por un
sendero entre los tomillos hasta salir al inicio del camino de Villa del Prado
a Pelayos.
En una jornada de bastante calorcito aunque llevadero
gracias a la brisilla que nos ha acompañado durante toda la mañana, hemos
realizado una ruta muy chula de unos 38 kilómetros, con gran parte de senderitos
(para disfrute de Paco), algunos de los cuales los hemos recorrido por primera
vez y quedan "archivados" para próximas rutas en las que pongamos
rumbo hacia esa bonita zona.
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