Para la jornada de hoy teníamos previsto realizar una
nueva "ruta mensual", encaminando en esta ocasión nuestras pedaladas
hacia San Agustín de Guadalix, para en compañía de nuestros amigos del club
"Cadaáveres Bike" realizar un recorrido por el bonito entorno del
Cañón del río Guadalix y pasando también por el embalse de Pedrezuela.
Habíamos quedado en la estación de autobuses a las 7,15
horas, y allí nos hemos dado cita Eltiolavara, Horacio, Noesperoanadie,
Transcastro, y Rafa. Tras cargar las bicis en la fregoneta de Eltiolavara nos
encaminamos hacia Aldea del Fresno para recoger allí a Jose "el
Mara", poniendo rumbo después hacia San Agustín de Guadalix.
Llegamos a San Agustín pasadas las 8,30, y nos
dirigimos hacia el Parque Lineal del río Guadalix, una zona
"merendero" junto al río en las cercanías del polígono industrial de
El Raso, donde habíamos quedado con los "Cadaáveres" de Getafe, con
los que íbamos a compartir la jornada.
Minutos después que nosotros llegaron al punto de
reunión los Cadaáveres, con un buen grupo compuesto por nueve integrantes, Javi
"el Tupé", Triky, Gus, Miguel, Alberto, Paco, Juanmi, Chicote y
.......
Tras los saludos y los preparativos oportunos, echamos
a rodar minutos antes de las nueve de la mañana, cruzando el río Guadalix por
un puente de madera para tomar a continuación un sendero a la orilla del río
por el que bordeamos el polígono industrial de "El Raso", volviendo a
cruzar posteriormente el río Guadalix por otro puente para dirigirnos hacia el
inicio del cañón del Guadalix.
Antes de llegar al cañón, tomamos un desvío a nuestra
izquierda que nos llevó hasta la cascada de "El Hervidero", una poza
con un par de cascadas donde hicimos la primera parada de la jornada para
hacernos las fotitos de rigor.
Reanudamos tras unos minutos la marcha retrocediendo
sobre nuestros pasos para volver al camino que nos llevaría hasta el inicio del
cañón, un sendero espectacular de algo mas de tres kilómetros y medio donde a
la sombrita pudimos disfrutar del entorno y de las vistas.
Tras recorrer el cañón, antes de comenzar con la
subida hacia Pedrezuela, nos desviamos a la izquierda para visitar el
"Azud del Mesto", un pequeño saldo de agua donde de nuevo hicimos una
paradita para fotitos.
De nuevo retrocedimos sobre nuestros pasos y tomamos
el camino hacia Pedrezuela, teniendo que hacer frente a la mayor cuesta de la
jornada, que subimos todos sin problemas para enlazar con una pista ancha por
la que nos dirigimos a Pedrezuela.
Atravesamos el pueblo y continuamos durante unos
metros por carretera hasta desviarnos a la izquierda para dirigirnos hacia el
embalse de Pedrezuela, donde estuvimos durante unos minutos sobre el muro de la
presa disfrutando de las vistas hasta que el personal de seguridad se acercó (haciéndonos
un "barrita-interruptus) a pedirnos amablemente que continuáramos la
marcha, ya que al parecer está prohibido pararse sobre el muro.
Sin inconvenientes le hicimos caso y tras cruzar el
muro nos detuvimos a la sombra de un árbol para continuar con nuestra
"parada barrita" de avituallamiento.
Tras reponer fuerzas, reanudamos la marcha por una
pista asfaltada de servicio del Canal Alto que nos llevó hasta la carretera
entre Pedrezuela y la Urbanización Montenebro, la cual cruzamos para continuar
por la pista hasta desviarnos a la izquierda un poco más adelante para bajar
por un sendero hasta el acueducto de Zegri, que recorrimos por encima (algunos
confesaron que habían pasado algo de vértigo).
Tras pasar sobre el acueducto, realizamos un corto
tramo de subida que nos llevó a volver a la pista del Canal Alto que habíamos dejado,
continuando después por la pista del Canal del Vellón y la pista del Canal del
Atazar, que pasan por la Dehesa Moncalvillo.
Continuamos por pista, pasando junto al acueducto de
la Retuerta, hasta desviarnos a la derecha para tomar un bonito sendero paralelo
al arroyo de Navalperal, por el que disfrutamos bajando hacia San Agustin de
Guadalix, que bordeamos para dirigirnos de nuevo hacia el punto de origen de la
ruta, el merendero del parque lineal.
Después de una rutilla fácil de unos 36 kilómetros que
realizamos sin problemas y que habíamos terminado antes de las doce de la
mañana, en los vehículos nos esperaba un "suculento" avituallamiento
sólido y líquido, así que una vez que nos hubimos "adecentado" un
poco y apañado las bicis en las fregonetas, montamos el tinglado a la sombra de
un árbol y nos dispusimos a recuperar fuerzas.
En un ambiente espectacular entre risas y buen rollo,
nos dimos "un buen homenaje" de comida y bebida en el que nos dejamos
alrededor de hora y media que se pasó "volando".
Tras recoger todo, nos despedimos de los cadaáveres
hasta una próxima ocasión (en principio en octubre, para visitar el valle de
Iruelas), y minutos después de las dos de la tarde emprendimos el camino de
regreso al pueblo, donde tras parar en Aldea del Fresno para dejar a Jose
llegamos a eso de las tres y media, la mejor hora para ducharse y echarse una
siestecita reponedora.
El próximo domingo, más.
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