De nuevo ha amanecido un día fresco, lo que ha hecho que algunos volvieran a la “manga larga”, y pese a ello, en la Plaza Mayor nos hemos reunido el grupo más grande en lo que va de año compuesto por Eltiolavara, David, Alberto, Horacio, Jorge, Noesperoanadie, Senderitos, Rafa, Juan Carlos, Carlos y Sergio.
Al igual que el domingo pasado, decidimos tirar p’arriba para entrar en calor, aunque en esta ocasión optamos por el antiguo camino de Villa del Prado a Pelayos de la Presa, por el que ascendimos unos siete kilómetros hasta desviarnos a la izquierda para tomar un camino que transcurre por la ladera del Cerro Rojo y del cerro de La Puebla para dirigirnos hacia la Cañada de Talavera.
Atravesamos la Cañada de Talavera y continuamos con dirección hacia San Martín de Valdeiglesias parando junto al “Canto del Pichón” para hacernos una fotito de grupo y continuar después por el camino de la Fuenfría hasta la carretera M-541, la cual atravesamos para un poco más adelante desviarnos a la izquierda y dirigirnos hacia el alto de Castillejos, desde donde realizamos un divertido descenso entre los pinos por el camino de Almorox y la zona de Vista Alegre.
Tras disfrutar de los senderos, tomamos unos metros de asfalto y descendimos hasta la carretera M-501 y junto a la ermita del Cristo de la Sangre realizamos la “parada barrita de la jornada antes de que el grupo se dividiera en dos, ya que Senderitos, Noesperoanadie y Jorge decidieron poner rumbo de regreso al pueblo dirigiéndose hacia Pelayos y la vía verde de Picadas, mientras el resto bordeábamos el pueblo de San Martín de Valdeiglesias para tomar el antiguo camino de San Martín de Valdeiglesias a Cadalso de los Vidrios.
Ascendimos hasta la carretera N-403 y tras atravesarla descendimos hasta incorporarnos a la vía pecuaria del Boquerón, por la que a un ritmo “considerable” ascendimos con dirección a la carretera M-541.
Atravesamos la carretera y nos dirigimos hacia la Cañada de Talavera, para tomar posteriormente el antiguo camino de Villa del Prado a San Martín de Valdeiglesias y poner rumbo de regreso al pueblo.
Como solemos hacer cuando volvemos por ese camino, antes de afrontar el descenso final hasta el pueblo nos desviamos a la izquierda para tomar el camino que “faldea” el cerro Lucía hasta enlazar con el camino de Pelayos y desviarnos más adelante a la derecha para tomar el divertido sendero que pasando por detrás del depósito del agua nos llevó de regreso a Villa del Prado.
En esta ocasión nos ha salido una ruta de unos 40 kilómetros en la que como es habitual hemos sobrepasado los mil metros de desnivel acumulado, pasándolo genial en el domingo que más bikers nos hemos reunido en lo que va de año.
A ver si es verdad y la gente se anima a “salir de la madriguera”…….
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