Después de no haber participado en la edición del año anterior y con el
“aliciente” de un nuevo recorrido, nos decidimos a participar este año en la
XII Edición de “La Talajara” en Talavera de la Reina, aunque en esta ocasión y
a diferencia de en el año 2016 en la “distancia corta”, es decir, la de 75
kilómetros.
Al ser la hora de comienzo las nueve de la mañana, para ir con tiempo
habíamos quedado en la estación de autobuses a las siete una representación del
Club compuesta por Eltiolavara, Transcastro, Noesperoanadie, Horacio, Alberto,
Jorge y Rafa, poniendo rumbo a Talavera una vez que hubimos apañado las bicis
en el furgón.
Aunque la previsión era que iba a ser una jornada calurosa, llegamos a
Talavera con bastante “fresquete”, con lo que al ir de manga corta preparados
para la carrera “no veíamos el momento” de que el sol comenzase a calentar.
Tras los preparativos oportunos nos dirigimos hacia la “parrilla de salida”,
donde tuvimos que esperar unos minutos para que puntualmente se diera la salida
y comenzáramos a rodar, pasando bajo el arco de salida un par de minutos
después del comienzo.
La prueba comenzó dando un pequeño rodeo por Talavera para dirigirnos al
puente de “Castilla - La Mancha y cruzar sobre el río Tajo para incorporarnos
al camino de Las Herencias a Talavera, por el que rodamos unos once kilómetros
hasta llegar a Las Herencias, donde tras un pequeño avituallamiento comenzaba
la primera subida de la jornada al incorporarnos al camino de Las Herencias a
Belvís de la Jara.
La subida no era exigente, pero al ser muchos bikers (algunos no muy
preparados), en el momento que alguno echaba “pie a tierra” y encima no se
apartaba se organizaban los “tapones” y obligaban al resto a bajarse de la bici
también.
En las cercanías de Belvís de la Jara abandonamos el camino para dirigirnos
hacia Aldeanueva de Barbarroya, donde junto a la antigua estación del tren
estaba el avituallamiento “importante”, y donde paramos durante unos minutos
para reponer fuerzas y “vaciar la vejiga”.
Reanudamos la marcha y ya únicamente quedaban por delante unos treinta y
cinco kilómetros hasta la meta, siendo la mitad de ellos por el trazado de la “Vía
verde de la Jara” hasta llegar a Calera y Chozas, y siendo aquí donde el grupo
se dividió en dos, por un lado Eltiolavara, Jorge, Noesperoanadie y Alberto,
que tiraron por delante al ser el terreno favorable, mientras que Transcastro y
Rafa se quedaban haciendo de “escuderos” de Horacio, que en el llano con la “e-burra”
no podía seguir el ritmo.
A cinco kilómetros de meta, Jorge pagó el esfuerzo en forma de calambres en
las dos piernas, quedándose con él Eltiolavara y Alberto, con lo que el trío de
detrás también pudo enlazar y así volver a juntarse un sexteto, ya que
Noesperoanadie haciendo honor a su apodo “enfiló” hacia la meta sin mirar por
el retrovisor.
Y a ritmo tranquilo recorrimos los últimos cinco kilómetros hasta llegar a
meta, donde nos hicimos una fotito en el podio antes de recoger las famosas “migas”
y dirigirnos hacia donde habíamos dejado los coches para “dar buena cuenta” del
avituallamiento líquido y sólido que nos estaba esperando.
Al término de la marcha, coincidimos todos en que había sido los 75
kilómetros más fáciles que habíamos hecho nunca, ya que de no ser por el “percance”
de Jorge y por adaptarnos al ritmo de la e-burra podríamos haberla hecho en
tres horas.
Igual el año que viene volvemos a probar la de 135 kilómetros………..
No hay comentarios:
Publicar un comentario