Nueva jornada invernal, en esta ocasión con el viento de acompañante además
del frío habitual, con lo que únicamente en la Plaza Mayor a nuestra hora
habitual se reúnen los “valientes”, estando en esta ocasión Eltiolavara, Perejil,
Rafa y Horacio, que se reincorporaba al grupo tras recuperarse por fin de sus
“costillas maltrechas”. Se nos ha unido también al grupo Javi “Tresme”, que
hacía mucho tiempo que no rodaba en nuestra compañía.
Y siguiendo con la costumbre invernal, pusimos rumbo p’al monte para quitar
el frío del cuerpo lo antes posible abandonando el pueblo por el antiguo camino
de San Martín de Valdeiglesias, con Horacio abriendo el grupo y Perejil “en
cola de pelotón”.
Realizamos los casi cinco kilómetros de ascensión hasta llegar al alto en
la ladera del Cerro Lucía y tras descender unos metros para ponernos “a
resguardo” del aire nos reagrupamos para después continuar por el camino y
dirigirnos hacia la Cañada de Talavera, llegando a la “bifurcación” de la “Casa
de la Coneja” y desviándonos a la derecha para continuar ascendiendo suavemente
por la ladera del Cerro de la Puebla hasta llegar a un “alto” entre éste cerro
y el Cerro Temblón, donde nos encontramos con un cartel que nos cerraba el paso
anunciando que había “fusilamiento” de animales (montería para entendernos).
Pasamos el cartel y por evitar la zona nos desviamos a la izquierda para
comenzar a subir por un cortafuegos por la ladera del cerro de la Puebla,
desviándonos después de nuevo a la izquierda para tomar el camino que habíamos
investigado hacía varias semanas y que recorre toda la falda del Cerro de la
Puebla hasta salir al cortafuegos que va desde la cima del cerro hasta el
camino de San Martín y por el que realizamos un rápido descenso.
Como en el camino de San Martín también nos encontramos con otro cartel de “Montería”,
continuamos bajando unos metros por el cortafuegos hasta llegar al arroyo del
Bodegón, desde donde cogimos un senderito para enlazar con la Cañada de
Talavera y girar a nuestra izquierda para subir por la cuesta asfaltada, donde
justo al llegar al alto pasamos una puerta en la alambrada para incorporarnos
al cortafuegos que sirve de delimitación de las Comunidades Autónomas de Madrid
y Toledo.
Realizamos un rápido descenso por el cortafuegos, que se encontraba en un
estado ideal por la poca lluvia que había caído el día anterior, llegando hasta
la carretera M-507, donde continuamos por un cortafuegos en paralelo a la misma
primero ascendiendo unos metros y después descendiendo hasta llegar al cruce de
las carreteras M-507 y N-403.
Tras pasar una valla nos incorporamos durante unos metros a la carretera
M-507 y tras cruzar la N-403 nos desviamos a la izquierda para dirigirnos hacia
las casas de Prado Luengo y desde allí tomar unos metros un camino en y enlazar
con el precioso senderito que descubrimos no hace mucho y que serpenteando
entre los pinos nos condujo hasta el Campamento Alfonso VI, donde hicimos la “parada
barrita” de la jornada además de una fotito de grupo.
Después de unos minutos de relax, reanudamos la marcha y atravesamos el
Campamento Alfonso VI para realizar a la inversa el camino que habíamos
descubierto el domingo pasado y que nos llevó a ascender por la zona de “El
Pedregal” y descender después hasta el camino del “Pajar del Mudo”, al que nos
incorporamos a nuestra izquierda para descender hasta la Cañada de Talavera.
Rodamos unos metros por la Cañada de Talavera hasta desviarnos a la derecha
para tomar un sendero que nos condujo hasta los tubos por los que solemos pasar
bajo la carretera N-403 para comenzar a continuación a ascender entre los pinos
hacia el Cerro de Pino Romero junto a la urbanización de El Encinar del
Alberche.
Atravesamos la urbanización y en 8ª fase salimos al cortafuegos que bordea
la misma por su parte sur, donde despedimos a Javi “Tresme” porque tenía que
estar pronto de vuelta en el pueblo y el resto continuamos hacia el camino del
Majanal y continuamos descendiendo durante unos tres kilómetros hasta llegar a
la parte de arriba de la urbanización de “Las Hoyas”, donde tras “conejear”
unos metros entre las jaras atravesando una parcela enlazamos con el camino que
bordea la urbanización y continuamos bajando hasta llegar a la carretera M-540.
Nos incorporamos al senderito paralelo a la misma y a continuación tomamos
unos metros de camino para enlazar con el antiguo trazado del ferrocarril
Madrid-Almorox, donde nos esperaba un fuerte viento que nos daba “de cara” y que
nos obligó a gastar las energías que nos quedaban hasta llegar al pueblo.
Nos ha salido una buena rutilla de unos 35 kilómetros en la que nos ha
acompañado el aire durante toda la jornada aunque en gran parte de la ruta
estábamos “protegidos” por el pinar, sintiendo viento más que nada al inicio y
al final de la ruta. Continuamos pasando el invierno y hoy con la buena noticia
del “retorno” de Horacio al grupo, uno de los fijos, ya que el personal está “de
un vago” últimamente……….
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