miércoles, 22 de agosto de 2018

Domingo 19 de agosto de 2018 (Volvemos a "lo conocido")



Tras realizar el domingo pasado la primera ruta mensual del año volvemos a nuestros dominios, y dispuestos a darle al pedal nos hemos reunido a la hora habitual en la Plaza Mayor un grupito compuesto por Eltiolavara, Horacio, Transcastro, Noesperoanadie, Perejil, Jorge y Rafa.
Para hoy nos habíamos propuesto hacer una rutilla “de rodaje” y sin dificultades con el fin de estar prontito de vuelta para tomarnos unas cervecitas, y para ello abandonamos la Plaza Mayor con rumbo sureste para dirigirnos hacia el antiguo trazado del ferrocarril Madrid-Almorox.
Rodando a buen ritmo por el trazado del ferrocarril llegamos hasta la pista asfaltada que enlaza la carretera M-507 con la ermita de La Poveda, hacia donde pusimos rumbo para dejar la ermita a nuestra izquierda y continuar por el camino de La Poveda hasta llegar a la carretera M-507.
Cruzamos la carretera M-507 y nos incorporamos a la carretera que atraviesa la urbanización Carreta Quebrada (Picadas) para dirigirnos hacia el embalse de Picadas, donde pasamos sobre el muro de la presa para continuar después por la vía verde del embalse hasta llegar al final en la depuradora de Pelayos.
Cuando nos disponíamos a bordear el cerro del Cubo por un sendero…..¡Pinchazo de Noesperoanadie!!, lo que nos obligó a parar durante unos minutos para solventar el problema, arreglando el pinchazo en breve para bordear a continuación el cerro y después pasar bajo la circunvalación de la carretera M-501 junto a la nueva estación de tratamiento de agua de Pelayos.
Desde allí bordeamos el pueblo de Pelayos de la Presa hasta llegar donde el Monasterio de Santa María la Real de Valdeiglesias, donde nos incorporamos al GR-10 con rumbo a San Martín, aunque tras aproximadamente tres kilómetros tomamos un sendero a la izquierda por el que descendimos hasta enlazar con el camino del Puente de San Juan, que también une los pueblos de San Martín de Valdeiglesias y Pelayos aunque transcurre más cercano a la carretera M-501.
Llegamos a San Martín de Valdeiglesias y parando en el parque que hay junto a la antigua estación del tren, donde además de repostar agua hicimos la “parada barrita” de la jornada y la foto de grupo.
Tras el ratillo de relax decidimos variar la ruta prevista, y en vez de dirigirnos hacia la vía pecuaria del Boquerón, ascender por el camino de Marañones (el que va hacia el Bosque Encantado), y desde allí dirigirnos hacia el pueblo.
Y así lo hicimos, atravesamos el pueblo de San Martín de Valdeiglesias hasta llegar a la Ermita del Cristo de la Sangre junto a la carretera M-501, donde cruzamos la misma para comenzar a ascender por la pista asfaltada, que con algún tramo del 13% hizo que alguno se quedara algo descolgado.
Tras un primer kilómetro por asfalto, nos desviamos a la izquierda para incorporarnos al camino de la Fuenfría para continuar ascendiendo, aunque tras unos pocos metros Jorge “Rompenúcleos” (no es la primera vez que le pasa), se cargó el núcleo de la rueda trasera, con lo que al ver que la avería no tenía arreglo, tuvo que llamar para que le fueran a buscar.
La avería le obligó a realizar toda la subida “a pata”, con lo que perdimos mucho tiempo hasta que llegamos junto a la carretera M-541, lugar donde había quedado en que le recogerían y donde le dejamos mientras el resto del grupo continuábamos la marcha por el camino de la Fuenfría.
Enlazamos tras la subida con el camino-cortafuegos que pasa junto al “Canto del Pichón” y que nos llevó prácticamente hasta la Cañada de Talavera, la cual cruzamos para incorporarnos al antiguo camino de San Martín de Valdeiglesias a Villa del Prado, y realizar los últimos kilómetros de la ruta.
Al final no hemos podido tomarnos las cervecitas, porque debido a la avería de Jorge nos hemos retrasado bastante para ello, aunque nos ha salido una rutilla de unos 49 kilómetros en una jornada sin mucho calor en la que como siempre lo hemos pasado estupendamente con nuestro “cachondeíto” habitual.

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