lunes, 5 de marzo de 2018

Domingo 4 de marzo de 2018 (Visitando el arroyo de Labros)



Tras una noche “pasada por agua” (al igual que casi toda la semana), el domingo en la Plaza Mayor a la hora de siempre nos hemos juntado un cuarteto compuesto por Eltiolavara, Mariano y Rafa por parte del Club, además de Juan Carlos, el Presi de la U. C. Villa del Prado.
Con la cantidad de agua caída en jornadas anteriores, decidimos dirigirnos hacia “los saltos” del arroyo de Labros, donde el año pasado pudimos disfrutar de una estupenda “estampa” igualmente después de varios días de lluvia.
Tras los minutos habituales “de cortesía” esperando a algún rezagado y viendo que no aparecía nadie (el personal está vaguísimo este invierno), comenzamos la ruta tirando “p’al monte” intentando buscar terrenos no muy embarrados, (algo difícil después de una noche bastante pasada por agua), saliendo del pueblo por el antiguo camino de San Martín de Valdeiglesias, que a pesar de todo no se encontraba en muy malas condiciones aunque en algunos tramos había que “apretar bien al pedal”, ya que las ruedas se quedaban “pegaditas al suelo”, con la constante sensación de “ir pinchados”.
Tomándonoslo con tranquilidad realizamos toda la subida y continuamos con dirección hacia la Cañada de Talavera, donde llegamos tras bajar por un corto tramo de cortafuegos para dirigirnos hasta la Cañada de Talavera, subiendo a continuación la cuesta asfaltada “dándole al palique”, lo que hizo que nos resultara “más sencillo”, aunque Mariano acusaba la inactividad después de mucho tiempo sin dar pedales.
Reagrupándonos tras la cuesta, continuamos por el asfalto durante unos metros para a continuación girar a la izquierda y continuar por la Cañada de Talavera bajando con dirección hacia la carretera M-507.
Tras bajar durante unos metros por la Cañada de Talavera nos desviamos a la derecha y por un camino entre los pinos bajar hasta la carretera N-403 junto a la laguna del Pozo Alcornocoso, donde en la recta aprovechamos para cruzar la carretera N-403.
Nada más cruzar la carretera, tomamos a nuestra izquierda un camino-cortafuegos por el que rodando entre los pinos en paralelo a la misma realizamos un divertido descenso que nos condujo hasta la carretera M-507, junto al parque del “Campamento Alfonso VI”, cruzando la carretera para dirigirnos hacia nuestro lugar de destino de la ruta, mientras al acercarnos se oía el fuerte ruido producido por el agua del arroyo de Labros al saltar entre las piedras.
Al igual que el año pasado, aprovechamos el lugar para realizar nuestra “parada barrita”, además de una obligada fotito de grupo durante unos minutillos de relax antes de continuar la marcha siguiendo por un sendero en paralelo al arroyo.
Pusimos entonces rumbo de regreso al pueblo, para lo que nos dirigimos hacia la Cañada de Talavera para tomar a continuación un sendero que nos condujo a pasar bajo la carretera N-403 y continuar en paralelo a la misma hasta llegar a la pista hormigonada que sube hacia la urbanización de El Encinar del Alberche, por la que comenzamos a ascender.
Mientras ascendíamos, debatíamos sobre hacia dónde dirigirnos, a lo que Rafa propuso investigar un caminito entre las jaras que sale desde el alto en las cercanías de El Encinar, para lo que una vez llegados a ese punto, comenzamos a descender por “el camino en cuestión” en un descenso muy divertido zigzagueando entre las jaras hasta que …………¡¡Hasta aquí hemos llegao!!.
El camino se terminó y no nos quedó otra opción que pasar bajo una valla de alambre para incorporarnos al cortafuegos que bordea la urbanización de El Encinar, por el que continuamos bajando hasta llegar a la pista que va hacia la urbanización de Pinar de Almorox, incorporándonos a la misma durante unos metros para a continuación desviarnos a la izquierda para tomar un pequeño senderito entre los pinos por el que disfrutamos un montón.
Como todavía la ruta nos sabía a poco y teníamos que añadir algún “aliciente” más, decidimos ascender hasta el cerro “Cabecita de la Reina”, primero por un tramo de camino y a continuación por el cortafuegos que sirve de límite entre las provincias de Madrid y Toledo.
Tras un breve pero intenso tramo de subida en el que Mariano tuvo que echar pie a tierra, coronamos el cerro e hicimos una paradita para hacernos una nueva foto de grupo con las vistas de la zona, para a continuación descender por el cortafuegos.
Después de la rápida bajada, nos desviamos por el camino de Valdeolivas y llegamos hasta la parte de arriba de la urbanización de Las Hoyas, que bordeamos por un sendero que más parecía un arroyo entre las encinas hasta llegar a la M-540 (carretera del Alamín), tomando posteriormente el kilómetro obligatorio de la misma para poder enlazar de nuevo con el antiguo trazado del ferrocarril Madrid-Almorox junto a la finca "La Blanca" y regresar por él a Villa del Prado.
Mención especial se merece nuestro compi Mariano, que se ha portado como un jabato tras mes y medio “sin dar un pedal” por motivos laborales, mientras otros “huevones” que no tienen nada que hacer se quedan en casa en cuanto ven una gota en el ambiente.
En una jornada en la que hemos tenido un tiempo espectacular, nos ha salido una bonita ruta de unos 34 kilómetros con un terreno en mejores condiciones de lo esperado, y como hemos regresado pronto al pueblo, nada mejor que unas cervecitas en la Plaza Mayor para reponer “sales minerales” mientras comentábamos lo acontecido durante la jornada además de otras cuestiones.

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