lunes, 22 de agosto de 2016

Domingo 21 de agosto de 2016 (De senderos por San Martín)



De nuevo ha llegado el domingo, y fieles a nuestra cita con el pedal nos hemos juntado en la Plaza Mayor a la hora de siempre un buen grupo compuesto por Eltiolavara, Transcastro, Horacio, Jose "el Mara", Noesperoanadie, Javichy, Alberto y Rafa, además de Juan Pedro “Tresme”.
Como hacía una temperatura agradable, decidimos comenzar la ruta “tirando p’arriba”, así que “con las mismas” pusimos rumbo norte para tras pasar junto a las instalaciones de la piscina municipal tomar el antiguo camino de Villa del Prado a San Martín, por el que subimos a buen ritmillo con Transcastro en cabeza del grupo.
Realizamos toda la subida y llegamos hasta la Cañada de Talavera, donde giramos a la izquierda para hacer frente a la cuesta asfaltada y descender después hasta las cercanías de la carretera N-403, donde tomamos un camino que nos llevó a internarnos dentro de la finca "La Granjilla", transitando por un bonito entorno entre los pinos y realizando un tendido ascenso para a continuación descender hasta la carretera M-541, que cruzamos para continuar la marcha por diversos senderos en leve ascenso que nos llevaron hasta el "Alto de Castillejos", donde hicimos la primera “parada barrita” de la jornada.
Tras reponer fuerzas, reanudamos la marcha para disfrutar de un divertido descenso por unos senderos que nos llevó hasta la carretera M-501 junto a la ermita del Cristo de la Sangre de San Martín de Valdeiglesias, donde cruzamos la carretera para internarnos en el pueblo y atravesar el mismo hasta llegar a un parque junto a la antigua estación del tren de San Martín de Valdeiglesias, donde hicimos una nueva paradita para reponer agua en una fuente.
Continuamos la marcha tomando el camino (asfaltado) de la Nava durante unos metros para a continuación desviarnos a la derecha y tomar el camino (también asfaltado) de Los Molinos, por el que llegamos hasta el “Punto Limpio” de San Martín de Valdeiglesias, donde “por fin” desapareció el asfalto y continuamos por camino hasta llegar a la carretera de San Ramón, donde cruzamos para tomar unos senderitos por los que nos dirigimos hacia el cerro de San Esteban.
Comenzamos entonces el técnico y divertido ascenso por el sendero que transcurre por la ladera del cerro, rodando en algunos tramos sobre lanchas de piedra para a continuación descender hacia la “cara sur” del cerro y disfrutar de unas bonitas vistas del embalse.
Después de una fotito con el embalse de fondo, reanudamos la marcha haciendo frente a un descenso con alguna zona “jodida” donde tuvimos que echar “pie a tierra” y aún así alguno tuvo algún golpe con el sillín en “las partes nobles” o algún leve aterrizaje.
Tras la parte “chunga” del descenso, llegamos a una zona más cómoda por la que continuamos descendiendo hasta llegar a el muro del embalse, pasando sobre el mismo para continuar descendiendo hasta llegar a la gasolinera de Pelayos de la Presa junto a la carretera M-501.
Tomamos durante unos metros la carretera, pasando por la rotonda “con algo de acojone” por todo el tráfico que en esos momentos había y continuamos por ella unos metros hasta desviarnos a la derecha para enlazar con el comienzo de la vía verde de Picadas.
Fue “ver el llano” y a algunos se les pusieron las “orejas tiesas” y empezaron a darlo todo, mientras que Transcastro y Rafa se quedaron esperando a Horacio, que después de un mes de inactividad ya empezaba a notar el esfuerzo.
En el puente antes de llegar a la presa, el “trío de detrás” tuvo que hacer una parada obligada para reparar un pinchazo en la rueda trasera de Rafa, momento en el que Transcastro y Horacio aprovecharon para darse un chapuzón en el embalse y retomar la ruta “mas fresquitos”.
Una vez arreglado el pinchazo el trío reanudó la marcha para continuar con el ascenso por la carretera hasta llegar al alto, donde esperaba el resto del grupo para proseguir con el posterior descenso por la carretera hasta desviarnos a la derecha para tomar como es habitual el camino de detrás del Safari Park, por el que enlazamos con el camino del Molino de Rodeles hasta llegar a la carretera M-507 a la altura de "El Rececho" donde cruzamos la carretera para enlazar con el antiguo trazado del ferrocarril Madrid-Almorox y recorrer los últimos kilómetros hasta llegar al pueblo “sanos y salvos”.
Durante toda la jornada nos ha acompañado una agradable temperatura sin esa sensación de calor que veníamos sufriendo los últimos domingos y habiendo realizado una divertida rutilla de unos 47 kilómetros en la que hemos disfrutado de unos buenos tramos de senderitos.


No hay comentarios:

Publicar un comentario