Parece que ya por fin llegó el
verano para quedarse, y con previsión de una mañana calurosa nos hemos reunido
en la Plaza Mayor a la hora de siempre un buen grupo compuesto por Eltiolavara,
Perejil, Senderitos, Alberto, Transcastro, Jose, Horacio y Rafa, uniéndose a
nosotros “Los Caracoles” Jorge, Javi y Pablo.
Como hacía mucho tiempo que no lo
visitábamos, decidimos poner rumbo hacia “la antena de Robledo” (aunque en
realidad está en el término de San Martín de Valdeiglesias, sobre el cerro de “Cuerda
Verduguera”).
Así que minutos después de las
nueve comenzamos nuestra ruta dirigiéndonos hacia el norte para tomar el
antiguo camino de Villa del Prado a Pelayos de la Presa, por el que subimos a
buen ritmo llevando a Perejil “con la lengua fuera” tras su “falta de rodaje”
últimamente.
En el transcurso de la subida a
Javi “Caracol” se le soltó una biela y se quedó con ella enganchada a la cala,
con lo que hubo que hacer “parada mecánica” para que Eltiolavara solventara el
problema.
Nos reagrupamos en el alto y
descendimos a continuación hasta la Cañada de Talavera, junto a la laguna del
arroyo de Las Labores, desde donde continuamos la marcha por la Cañada para
descender a continuación hasta la depuradora de Pelayos.
En ese tramo el grupo se partió
en dos, ya que una parte tiró delante para tomar un sendero y Horacio se quedó
en último lugar y se despistó tirando hacia otro lado. Después de estar un rato
esperando junto a la depuradora hubo que llamarle por teléfono para indicarle
donde le estábamos esperando y tras salirle a buscar nos reunimos todos de
nuevo junto a la carretera M-501.
Tras unos metros por la carretera
nos dirigimos hacia el inicio de la pista que va hacia el cerro de la Cuerda de
la Parada, donde nos esperaba Javi “Tresme” que nos había llamado a ver por dónde
estábamos y se unió al grupo para iniciar desde allí la subida de la jornada.
Comenzamos con el primer tramo
durillo hormigonado, donde Perejil continuó con su “pajarón particular” dando
muestras de que la ruta se le iba a hacer larga o por lo menos todo el tramo de
subida, durante el que fue cerrando el grupo a buena distancia de los demás.
Después de la larga subida, nos
reagrupamos todos unos metros antes de tomar el desvío a la derecha para continuar
ascendiendo por la ladera del cerro Cuerda Verduguera hasta llegar a la pista
asfaltada, donde hicimos la “parada barrita” y la foto de grupo de la jornada.
Luego de reponer fuerzas,
comenzamos con el rápido y vertiginoso descenso por la pista asfaltada que nos
llevó hasta la carretera M-512, a la que nos incorporamos para descender durante
un kilómetro hasta llegar a la carretera M-501, que al tener mucho tráfico
tuvimos que esperar un tiempo para poder cruzar de manera prudente.
Tras cruzar la carretera, tocaba
un cortito pero intenso tramo de subida por una técnica trialera donde la
mayoría tuvo que echar “pie a tierra” y por la que enlazamos con el camino que
transcurre entre los pinos por la ladera del cerro del Monje y que nos llevó
hasta Navas del Rey.
Nos dirigimos hacia la plaza del
pueblo para “reponer agua” y allí nos dimos cuenta que de nuevo faltaba Horacio….¡¡otra
vez!!. Se había ido por carretera siguiendo a Perejil (vaya ideas) y éste le
había dejado tirado sin mirar para atrás……..¡¡En fin,…….!!!
Tras una nueva llamada a ver dónde
estaba, nos reunimos todos en la plaza para reanudar la marcha y tomamos la
carretera que va hacia la urbanización “El Morro”, bajando a continuación por
el camino hasta el embalse de Picadas, donde hubo que hacer una nueva parada
para arreglar un pinchazo de Jose.
Después de unos minutillos de
parón retomamos la marcha con dirección hacia la presa, aunque unos metros más
adelante a Javi de nuevo se le salió la biela y tuvo que parar a dar “otro
apretón” (menos mal que en ninguna de las dos veces se le salió bajando, que si
no……..la cosa había podido ser seria).
Tras el arreglo, continuamos la
marcha a buen ritmo recorriendo el bonito entorno de la vía verde hasta llegar
a la presa, pasando sobre el muro y continuando con el ascenso por la carretera
y posterior descenso hasta enlazar con el camino que transcurre del detrás del
Safari Park hasta enlazar con el camino del Molino de Rodeles, por el que
llegamos junto a la carretera M-507 a la altura de El Rececho.
Cruzamos la carretera y enlazamos
con el antiguo trazado del ferrocarril Madrid-Almorox para regresar al pueblo
tras hacernos una buena rutilla de unos 50 kilómetros en la que el calorcito
nos ha acompañado toda la mañana, llegando en algunos momentos a los 30 grados,
y en la que “hemos batido el récord” del grupo más numeroso en lo que va de año,
con doce integrantes.
Con los imprevistos de averías,
pinchazos y extravíos de unos y otros nos hemos retrasado un poco sobre el “horario
permitido” para tomarnos unas cervecitas (que bien merecidas estaban), así que
tuvimos que “aplazarlas” para el domingo que viene.
No hay comentarios:
Publicar un comentario