Hoy había una previsión meteorológica agradable para la época que estamos, y en la Plaza Mayor nos hemos reunido un quinteto compuesto por Alberto, David, Horacio, Juan Carlos y Rafa.
Al hacer buena temperatura y no ser necesario “entrar en calor” rápido, decidimos poner rumbo hacia el sur, por lo que abandonamos el pueblo con rumbo sur por la carretera M-540 para posteriormente incorporarnos al antiguo trazado del ferrocarril Madrid-Almorox, rodando a buen ritmo durante algo más de tres kilómetros hasta salir de nuevo a la carretera.
Rodamos durante unos metros en paralelo a la carretera por un senderito hasta la entrada de la urbanización Las Hoyas, donde nos incorporamos a un camino que bordea la urbanización por para dirigirnos hacia la zona de las casas de Valdeoliva y desde allí poner rumbo hacia Almorox llegando al pueblo por el antiguo trazado del Ferrocarril.
Atravesamos el pueblo pasando por la Plaza Mayor y tras reponer agua en el cementerio nos dirigimos por un camino en paralelo a la carretera N-403 hasta las cercanías del Polígono Industrial de Almorox, donde tomamos el Camino de los Aralejos para descender hasta el arroyo Tordillos.
Continuamos después la marcha por una zona muy bonita de encinas donde se ubica una pequeña ermita dedicada a la Virgen de la Nava, donde paramos a hacernos una fotito y reponer fuerzas antes de continuar hacia Paredes de Escalona.
Bordeamos el pueblo por un sendero junto al arroyo de Pedrillán, y continuamos después por otros senderos para posteriormente salir a la carretera M-543, la cual atravesamos para continuar de nuevo por unos bonitos senderos y recorrer posteriormente la zona de Prado Gamonal hasta llegar al camino de Los Enebrales, que atravesamos para continuar descendiendo por un sendero hasta llegar al puente de Las Barguillas.
Tras cruzar la carretera TO-1560 tomamos varios caminos y algunos senderos para llegar hasta la Cañada de Talavera, desde donde nos dirigimos hacia El Romillo para ascender por la pista hormigonada hasta El Encinar del Alberche, atravesando la urbanización para descender finalmente hasta el pueblo por la carretera M-507.
En una jornada con una temperatura casi primaveral en la que por momentos hemos pasado calorcillo, nos ha salido una preciosa ruta de unos 48 kilómetros en la que hemos recorrido una buena cantidad de senderos (con algún tramo inédito que no habíamos hecho hasta ahora), pasándolo genial viendo como el campo “barrunta” la primavera en forma de multitud de flores.
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