Mañana fresquita como es habitual últimamente y en la Plaza Mayor nos hemos reunido en esta ocasión Eltiolavara, Transcastro, David, Alberto Fernández, Alberto García, Horacio y Rafa, además de Adrián.
Tras debatir hacia donde dirigirnos, decidimos visitar el paraje denominado “Vado de las Vacas” junto al río Cofio en el término municipal de Robledo de Chavela y que nuestro amigo Jorge de Sevilla la Nueva nos había recomendado semanas atrás cuando durante la ruta habíamos coincidido con él.
Y con ese destino abandonamos el pueblo por el antiguo trazado del ferrocarril Madrid-Almorox para posteriormente desviarnos a la izquierda y atravesar la carretera M-507 y tomar el camino del Molino de Rodeles para pasar por detrás del Safari Park y desde allí dirigirnos hacia el embalse de Picadas.
Recorrimos toda la vía verde del embalse de Picadas y tomamos unos metros la carretera M-501 hasta llegar al mesón “El Puerto”, desde donde comenzamos a ascender por el lado derecho del embalse de San Juan dirigiéndonos hacia el cerro del Yelmo y la desembocadura del río Cofio, y ………que casualidad quiso que nos encontráramos con Jorge, así que ya teníamos el guía perfecto para la ruta.
Recorrimos la zona del Pinarejo y tras recorrer unos senderos llegamos por fin a nuestro destino, la zona donde el arroyo del Vado de las Vacas desemboca en el río Cofio, un sitio muy chulo y que no conocíamos hasta la fecha y que seguro que repetiremos en el futuro.
Y tras unos minutos de relax y la obligada fotito, emprendimos el camino de regreso tomando el camino del Vado de las Vacas y ascendiendo durante cinco kilómetros hasta llegar a la Cuerda de La Parada (GR-10), por donde descendimos hasta el Mesón El Puerto para después “rehacer” todo el camino que habíamos realizado por la mañana pero ahora en sentido inverso recorriendo la vía verde de Picadas, el camino del Molino de Rodeles y el antiguo trazado del ferrocarril Madrid-Almorox para regresar al pueblo.
Aunque por momentos cuando el sol se escondía tras alguna nube se notaba fresquito, nos ha hecho una buena mañana y hemos disfrutado muchísimo por unos nuevos parajes que no conocíamos, terminando al final con 60 kilómetros en “las patas” y habiéndolo pasado genial.
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