lunes, 14 de marzo de 2022

Domingo 13 de marzo de 2022 (Disfrutando de la bajada de la Peña de Cenicientos)

 Tras una noche pasada por agua, nos hemos reunido en la Plaza Mayor un grupito compuesto por Eltiolavara, Transcastro, Alberto García, Alberto Fernández, Horacio, David y Rafa, además de Adrián.

Como llevábamos tiempo esperando para repetir el descenso desde la Peña de Cenicientos por un sendero que nos enseñó un compi de Cenicientos la vez anterior que estuvimos allí, ésta era la ocasión perfecta para así disfrutar del terreno en un estado espectacular, con lo que decidimos fijar allí nuestro destino.

Abandonamos el pueblo por el antiguo camino de Villa del Prado a San Martín de Valdeiglesias, por el que en algunas ocasiones parecía que “alguien sujetaba la bici” por lo blando de terreno, costando más dar pedales.

Llegamos hasta la Cañada de Talavera y desde allí nos dirigimos hacia la carretera N-403, por la que rodamos alrededor de un kilómetro hasta desviarnos a la izquierda para tomar la carretera M-541, por la que tras recorrer unos cinco kilómetros llegamos a Cadalso de los Vidrios, atravesando el pueblo para continuar por la misma carretera unos tres kilómetros y medio y desviarnos a la derecha para comenzar con el ascenso a la Peña.

Y comenzó el “calentón”, con un primer tramo de subida continua con algunas rampas del 17% y el 20% que ponen “la caldera” a tope, y tras un kilómetro y medio enlazamos con la pista principal, donde coincidimos con otros dos chavales que ascendían y que se unieron al grupo.

Completamos la ascensión y tras unos minutos para reponer fuerzas llegó el momento de disfrutar de aquello para lo que habíamos ido hasta allí, la bajada por la cara sur de la Peña de Cenicientos por un divertido sendero de cerca de dos kilómetros entre los pinos y las encinas que enseguida nos hizo olvidar la dureza de la subida.

Tras terminar el sendero, continuamos hacia Cenicientos, atravesando el pueblo para después tomar unos senderos y dirigirnos hacia la Cañada de Talavera, por la que pusimos rumbo de regreso a Villa del Prado llegando hasta El Romillo y ascendiendo posteriormente porla pista asfaltada hasta la urbanización de El Encinar del Alberche.

Como ya íbamos todos “justitos de fuerzas” decidimos bajar al pueblo por la carretera, así que tras atravesar la urbanización nos incorporamos a la carretera M-507 para recorrer unos cuatro kilómetros hasta regresar al pueblo.

Nos ha salido al final una espectacular ruta de unos 46 kilómetros en la que hemos sobrepasado los 1.200 metros de desnivel, pero en la que hemos disfrutado “como enanos” con los senderos, aunque en esta ocasión hemos tomado más carretera de lo habitual.

Y que decir de la climatología………hacía tiempo que no pasábamos ese calor, alguno incluso ya “enseñó cacha” por primera vez en lo que va de año………


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