Jornada nublada aunque sin previsión de lluvia con la que nos hemos
despertado hoy, dándonos cita en la Plaza Mayor un grupo compuesto por Jorge, Transcastro,
Alberto, Rafa y…………..¡¡Alberto García!!! (que no salía con el Club desde el año
2015). Nos acompañaba también nuestro amigo Javi “el Parrillano”, que había
venido desde Alcorcón a compartir una mañana de bici con nosotros.
Entre las opciones de tirar p’al monte o aprovechar que no hacía mucho frio
y comenzar llaneando el personal optó por la segunda, con lo que decidimos poner
rumbo hacia la zona de Chapinería y Colmenar de Arroyo, por donde hacía mucho
tiempo que no rodábamos.
Y tras los minutos habituales de cortesía esperando a algún “posible
rezagado”, abandonamos la Plaza Mayor para dirigirnos hacia el suroeste y tomar
el antiguo trazado del ferrocarril Madrid-Almorox, por el que fuimos calentando
las piernas hasta llegar a la carretera que va desde la M-507 hasta la ermita
de La Poveda, a la que nos incorporamos durante unos metros para a continuación
desviarnos a la izquierda tomando un camino que recorre la zona de “Los
Albañales” para salir por él al camino de la Poveda, que tomamos hacia nuestra
izquierda para dirigirnos hacia la carretera M-507.
Recorrimos por la carretera M-507 unos tres kilómetros hasta llegar al
puente de “La Pedrera”, donde nos incorporamos al camino que transcurre en
paralelo al río Alberche y posteriormente al río Perales con dirección norte
hasta llegar a la carretera M-510 e incorporarnos a la misma durante unos metros
para desviarnos a la derecha y comenzar a ascender hacia Chapinería por la
Cañada Segoviana.
Ascendimos a buen ritmo por la Cañada, para a continuación desviarnos y
realizar la parte final del ascenso por un senderito entre las encinas que recorre
el cerro del “Prado de la Lancha” y por el que llegamos hasta Chapinería,
atravesando el pueblo para dirigirnos hacia la zona del campo de fútbol y desde
allí pasar bajo la carretera M-501 por un puente y realizar de paso la “parada
barrita” de la jornada, además de la habitual fotito de grupo.
Después de reponer fuerzas, reanudamos la marcha y nos dirigimos hacia la
urbanización de Valquigoso, atravesando la misma para tras rodar algo menos de
dos kilómetros llegar a Colmenar del Arroyo y tomar la Cañada de Talavera,
donde tuvimos que hacer frente a un ascenso de unos tres kilómetros para a continuación
descender hasta llegar a la carretera M-501 en el cruce con la carretera de
Robledo, donde como es habitual tuvimos que esperar para poder cruzar “con seguridad”.
Tocaba a continuación el ascenso por la trialera con dirección hacia Navas
del Rey, aunque nos encontramos con la sorpresa de que lo que antes era una
trialera con muchas grietas ahora se había convertido en un camino (aunque continúa
con la misma pendiente) por el que subimos hasta el pinar del Monje, bordeando
el cerro del mismo nombre por un senderito hasta salir al camino de La Jimena,
por el que nos dirigimos hacia Navas del Rey.
Bordeamos el pueblo y nos incorporamos al camino de Bajondillo, desviándonos
a continuación a la izquierda para dirigirnos hacia la trialera que recorriendo
la zona de Valgranado baja hasta el embalse de Picadas, para que así Jorge
pudiera probar su tija telescópica recién instalada.
Descendimos sin problemas hasta la orilla del embalse, teniendo entonces
dos opciones, o bien continuar por el senderito paralelo al embalse en el que tendríamos
que hacer algún tramo de “empuja-bike” o bien ascender por el rampón hormigonado
por el que hacía muchísimo tiempo que no ascendíamos.
Pero “antes de darnos cuenta” Transcastro ya se había encaminado hacia el
rampón, con lo que tras “meter todo lo que teníamos” nos dispusimos a afrontar
la subida, que aunque sólo tiene una longitud de unos 540 metros cuenta con una
“pendiente media” del 20%, con tramos que van desde el 17% al 25% y que nos
puso a prueba las patas y “la caldera”.
Únicamente Alberto García tuvo que poner algo de “pie a tierra” debido a su
“falta de costumbre” tras tanto tiempo sin realizar rutas largas, agrupándonos
al término del rampón para descender después hacia el embalse de Picadas, donde
rápidamente Alberto se puso en cabeza para demostrar que ese sí era “su terreno”
y poner un fuerte ritmo en dirección a la Presa.
Recorrimos a buen ritmo la vía verde hasta la presa, realizando después el
ascenso por la carretera para a continuación descender y desviarnos a la derecha
para tomar el camino que bordea el Safari Park y dirigirnos hacia la carretera
M-507, atravesando la misma para posteriormente enlazar con el antiguo trazado
del ferrocarril Madrid-Almorox y realizar los kilómetros finales de la ruta
hasta regresar al pueblo.
En esta jornada nos ha salido una ruta de cerca de 60 kilómetros que hemos
realizado en unas cuatro horas, resultando una media de unos 15km/hora aún habiendo
hecho frente a bastantes subidas, lo que da idea del buen ritmo al que nos
hemos movido durante toda la jornada.
Esperamos que la presencia hoy de nuestro compañero Alberto no sea “flor de
un día” y se prodigue más a menudo a compartir con nosotros las mañanas de los
domingos.
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