Con una previsión de muy buena climatología para la jornada de hoy, nos
hemos reunido en la Plaza Mayor un magnífico grupo de………¡¡11 bikers!!. Nos
encontrábamos allí por parte del Club Eltiolavara, Transcastro, Horacio,
Alberto, Perejil, Alberto García, Nacho y Rafa, uniéndose a nosotros Pablo y
Javi Padrós como “compañeros asiduos” además de Carlos y Dani, que se apuntaban
a disfrutar de una mañana con nosotros.
En esta ocasión el destino de nuestra ruta sería la zona de Entrepinos y
sus senderos, por donde hacía bastante tiempo que no disfrutábamos, para lo que
nos encaminamos hacia el antiguo camino de San Martín de Valdeiglesias, por el
que comenzamos a ascender a buen ritmo hasta llegar al “alto” en la ladera del
Cerro Lucía, donde hicimos una paradita de “reagrupamiento” para esperar a
alguno que venía mas “rezagado”.
Una vez llegó Perejil, que venía el último, descendimos por un sendero que
nos condujo hasta un cortafuegos sube-baja que transcurre en paralelo al arroyo
del Bodegón, para tomar a continuación un sendero junto al arroyo por el que llegamos
hasta la Cañada de Talavera.
Atravesamos la Cañada de Talavera y continuamos con dirección hacia San
Martín de Valdeiglesias para desviarnos posteriormente a la izquierda y tras
pasar por un hueco de la valla internarnos en la finca de “La Granjilla”, por
donde disfrutamos de un divertido camino que nos condujo hasta la carretera
M-541.
Cruzamos la misma para dirigirnos hacia el alto de Castillejos, y desde
allí descender hasta las cercanías de la carretera N-403, tomando a
continuación unos senderos para posteriormente salir a un camino por el que
ascendimos hasta la carretera N-403 para tras cruzarla continuar ascendiendo
hasta llegar a un alto donde realizamos la “parada barrita” de la jornada,
además de la fotito de grupo.
Tras reponer fuerzas, continuamos la marcha para dirigirnos hacia una
trialera por la que descendimos hasta la vía pecuaria del arroyo del Boquerón, donde
nos encontramos con la sorpresa de que estábamos “en el epicentro” de una
montería, con lo que tras las advertencias de un cazador y tras esperar que estuviéramos
todos tras el descenso (a algunos lo de ir p’abajo no se les da muy allá), “salimos
zumbando de allí” con dirección hacia la urbanización “El Mirador de Cadalso”.
Llegamos hasta la carretera M-542, y cruzamos la misma para rodar en
paralelo al arroyo de Tórtolas hasta llegar al comienzo de la trialera de
ascenso a la urbanización de Entrepinos, donde cada uno se tuvo que poner su
ritmo para afrontar una subida técnica y con buena inclinación.
Con algunos haciendo algo de “empuja-bike” finalmente llegamos todos arriba,
donde nos reagrupamos para a continuación bordear la urbanización de Entrepinos
y disfrutar a continuación de un tramo espectacular de descenso por un sendero
hasta bajar de nuevo a la carretera M-542.
Como alguno iba escaso de agua y no podíamos volver hacia el pueblo por la
vía pecuaria del Boquerón debido a la montería, decidimos dirigirnos hacia San
Martín de Valdeiglesias, para lo que cruzamos la carretera para incorporarnos
al GR-10 hasta llegar a San Martín, donde nos dirigimos a una fuente junto a la
antigua estación de ferrocarril para reponer allí el “líquido elemento”.
Allí el grupo perdió casi la mitad de los integrantes, ya que una parte prefería
“dar más vuelta” y hacer un recorrido más llano volviendo al pueblo por el
embalse de Picadas, mientras que la otra parte estaba por acortar los kilómetros
aunque fuera algo más duro, ya que íbamos bastante mal de hora.
Y así el grupo compuesto por Eltiolavara, Transcastro, Horacio, Nacho,
Alberto Fernández, Javi Padrós y Rafa tomamos la opción “corta”, atravesando el
pueblo de San Martín de Valdeiglesias para dirigirnos hacia la ermita del
Cristo de la Sangre y desde allí tras cruzar la carretera M-501 comenzar con el
ascenso por la pista que va hacia “El Bosque Encantado” para a continuación
desviarnos a la izquierda y tomar el camino de la Fuenfría para enlazar con el
Camino de San Martín por el que habíamos iniciado la ruta aunque ahora en sentido
inverso.
Como es habitual, antes de afrontar el descenso final hasta el pueblo nos
desviamos a la izquierda para descender por el camino que recorre la ladera del
cerro Lucía pasando por una explotación ganadera para enlazar con el antiguo
camino de Villa del Prado a Pelayos de la Presa, desviándonos para tomar el
senderito que conduce hasta el depósito del agua y disfrutar de un último y
divertido descenso hasta el pueblo.
Hemos disfrutado de una jornada espectacular en la que hemos realizado unos
53 kilómetros, con incluso calor en algunos momentos, y disfrutando de
bastantes tramos de senderos, en especial el descenso desde Entrepinos. La
parte “mala” es que nos hemos demorado bastante en la hora de llegada, finalizando
la ruta pasadas las dos de la tarde (y los que habían ido por Picadas, más
tarde aún).
No hay comentarios:
Publicar un comentario