miércoles, 4 de septiembre de 2019

Domingo 1 de septiembre de 2019 (De rutilla antes de las Fiestas Patronales)


Domingo previo antes del “paréntesis” motivado por las fiestas del pueblo (será difícil que alguno salga a dar pedales después de la noche de “La pólvora”), y listos para darle al pedal nos hemos reunido en la Plaza Mayor a nuestra hora habitual un grupito compuesto por Eltiolavara, Transcastro, Noesperoanadie, Horacio, César, Senderitos y Rafa.
Decidimos encaminarnos en esta jornada hacia la zona de Chapinería y Navas del Rey, echando a rodar tras los habituales “minutos de cortesía” y abandonando la Plaza Mayor para dirigirnos hacia el sureste e incorporarnos al antiguo trazado del ferrocarril Madrid-Almorox, por el que comenzamos a calentar las piernas mientras íbamos “de charleta”.
Tras recorrer unos tres kilómetros por el trazado del ferrocarril, enlazamos con la pista asfaltada que conduce hacia la Ermita de La Poveda, a la que nos incorporamos durante unos metros para a continuación desviarnos a la izquierda para tomar un camino que recorre la zona de “Los Albañales” y salir por el al camino de la Poveda, por el que llegamos hasta la carretera M-507.
Recorrimos por la carretera M-507 unos tres kilómetros hasta llegar al puente de “La Pedrera”, donde pasamos por debajo del mismo y continuamos por el camino que bordea Aldea del Fresno junto al cauce del río Perales hasta llegar a la carretera M-501, incorporándonos a la misma hasta enlazar con el comienzo de la Cañada Segoviana.
Realizamos el ascenso “a ritmo ligero” y ,tras completar la “primera parte” del mismo, nos reagrupamos para desviarnos a la derecha y descender por un senderito entre las encinas por la zona de “Las Esperillas”, cruzando a continuación el arroyo de la Oncalada para por el camino de Chapinería dirigirnos hacia la carretera M-501.
Pasamos bajo la carretera M-501 y bordeamos la “Estación de tratamiento de residuos” para comenzar de nuevo a ascender por el “Camino de Chapinería”, convertido en un senderito divertido pero que nos puso “a tope”.
Enlazamos a continuación con el camino del Perejón, donde en el cruce y a la sombrita de una encina hicimos la “parada barrita” de la jornada además de la fotito de grupo, para tras unos minutos de relax reanudar la marcha y dirigirnos hacia Chapinería.
Atravesamos el pueblo de Chapinería con paradita incluida para reponer “líquido elemento” y continuamos nuestro recorrido para tomar un sendero que desde el pueblo nos condujo hasta la carretera M-501, que atravesamos para continuar por unos bonitos senderos por la zona de la “Huerta de los Álamos” y “Las Mojoneras” hasta salir al camino de Socaancho.
Por el camino de Socaancho enlazamos con la conducción de agua de Picadas-Valmayor, sobre la que rodamos algo más de un par de kilómetros para llegar a la urbanización de Santa Ana, desde donde realizamos un vertiginoso descenso que nos llevó hasta el embalse de Picadas.
Nos incorporamos entonces a la vía verde de Picadas recorriendo todo el tramo hasta llegar al muro de la presa, continuando después con la subida por la carretera y posterior descenso por la misma hasta desviarnos a la derecha para tomar el camino que va por detrás del Safari-Park.
Enlazamos después con el camino del Molino de Rodeles y llegamos hasta la carretera M-507, cruzando la misma para rodar en paralelo a la carretera durante un kilómetro y volver a atravesarla para incorporarnos al “Camino de la Viña de Pesceto” y regresar al pueblo por el camino de Picañejo, que hacía muchísimo tiempo que no tomábamos de regreso al pueblo.
Y para no perder las buenas costumbres, nada mejor que una sesión de “rehidratación” tomándonos unas cervecitas y echándonos unas risas tras realizar una bonita ruta de unos 55 kilómetros en la que como es habitual lo hemos pasado genial.

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