jueves, 11 de abril de 2019

Domingo 7 de abril de 2019 (Poquitos, pero bien "avenidos")


En esta jornada ha “hecho estragos” la previsión de mala meteorogía en televisión que indicaba que nos íbamos a mojar, lo que seguramente ha hecho a algunos desconectar el despertador. Finalmente ha amanecido un día soleado y en la Plaza Mayor a las 9,00 horas nos hemos reunido por parte del Club un trío compuesto por Horacio, Senderitos y Rafa, acompañados por Juan Carlos, de la U. C. Villa del Prado.
Así que el cuarteto en cuestión echamos a rodar minutos después de las nueve para abandonar el pueblo por el camino del Valle, cruzando el arroyo Arrofresnos y el arroyo Arrelobos para después ascender hasta el camino del Majanal.
Atravesamos el camino del Majanal y al llegar junto a una laguna nos desviamos a la derecha para tomar un camino entre las encinas que nos condujo hasta otra laguna donde nos desviamos a la izquierda para hacer frente a una buena rampa donde terminamos de calentar las piernas para después continuar ascendiendo entre las encinas hasta llegar a las cercanías de la urbanización de El Encinar del Alberche.
A continuación descendimos casi tres kilómetros hasta llegar a las casas de Valdeolivas, desde donde pusimos rumbo hacia Almorox para ya en las cercanías del pueblo tomar un camino a nuestra derecha que transcurre por la ladera del Cerro Miradero, enlazando a continuación con el Camino de la Fuente por el que llegamos finalmente hasta Almorox.
Una vez en Almorox, callejeamos un poco para atravesar el pueblo y dirigirnos hacia la Ermita de la Virgen de la Piedad, tomando a continuación un camino para descender hasta el arroyo de Tordillos, que cruzamos por un puente para a continuación pasar bajo la carretera M-544 y comenzar a ascender por el antiguo camino de Cadalso de los Vidrios a Almorox.
A los pocos metros de comenzar el ascenso nos desviamos a la izquierda siguiendo las indicaciones hacia la “Ermita de San Julián” haciendo frente a una buena cuestecita para continuar después por diversos caminos hasta llegar a la zona de la “Ermita” (o donde se supone que estaba……).
Abandonamos entonces el camino principal y tomamos una serie de senderos por la zona de Peña Cabrera por los que descendimos hasta el arroyo de Crespo para ascender a continuación con dirección hacia la Granja Escuela, donde al enlazar con el camino de Cadalso de los Vidrios a Almorox realizamos al solecito la “parada barrita” de la jornada y la fotito de grupo.
Tras los minutos de relax, nos incorporamos durante unos metros a La Cañada de Talavera para recorrer unos metros y desviarnos a la izquierda para incorporarnos a un sendero muy bonito que bordea el cerro Cruz hasta enlazar con el camino del Pajar del Mudo, por el que pusimos rumbo hacia Cadalso de los Vidrios, incorporándonos de nuevo al camino de Cadalso de los Vidrios a Almorox, por el que llegamos hasta la carretera M-507.
Atravesamos la carretera y nos dirigimos hacia Cadalso, bordeando el pueblo para tomar el bonito camino que recorre “La Nava del Cerro” y realizar un divertido descenso que nos condujo hasta la vía pecuaria del arroyo del Boquerón, llegando hasta la carretera M-541 y cruzando la misma para tras pasar junto a la laguna del manantial del Andrinoso incorporarnos unos metros a la carretera N-403 y dirigirnos hacia la Cañada de Talavera.
Descendimos por la cuesta asfaltada y posteriormente abandonamos la Cañada para incorporarnos al antiguo camino de San Martín de Valdeiglesias a Villa del Prado, por el que pusimos rumbo hacia el pueblo.
Antes de comenzar el descenso final hasta el pueblo nos desviamos a la izquierda para tomar el camino que recorre la ladera del cerro Lucía pasando por una explotación ganadera abandonada y enlazar a continuación con el antiguo camino de Villa del Prado a Pelayos de la Presa, recorriendo unos metros por el mismo hasta desviarnos a la derecha y tomar como es habitual el divertido senderito que lleva hasta detrás del depósito del agua de Villa del Prado y continuar desde allí hasta el pueblo.
Al final, a pesar de la previsión era mala, nos ha acompañado una mañana soleada aunque con algo de fresquito en la que nos hemos hecho una divertida ruta de unos 47 kilómetros con bastante sendero y con algo más de 1.000 metros de desnivel acumulado, con lo que hemos llegado al pueblo “con las patas duritas”.
¡¡Los que no han salido,……se lo han perdido!!

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