En esta jornada comenzamos con la primera de nuestras “rutas mensuales” de
las que iremos realizando a lo largo del año, siendo en esta ocasión el destino
seleccionado la localidad de Colmenar de Arroyo, desde donde estaba previsto
realizar un recorrido por la zona de Zarzalejo y Navalagamella, recorriendo
durante el mismo la “Senda de los Molinos” del río Perales.
Habíamos quedado a las 8,15 horas de la mañana en la estación de autobuses,
desde donde tras cargar las bicis en la “fregoneta” de Transcastro emprendimos
camino hacia Colmenar de Arroyo, donde al llegar realizamos los preparativos
oportunos de indumentaria y bicis para comenzar a rodar pocos minutos antes de
las 9,00 horas.
Como habíamos aparcado a la entrada del pueblo llegando desde Chapinería,
atravesamos el pueblo para dirigirnos hacia la carretera M-531, abandonando la
misma a la salida del pueblo desviándonos a la derecha para tomar el “camino
del Cerro Ramos”, por el que “picando hacia arriba” y con vallas que nos
separaban del ganado fuimos recorriendo los primeros kilómetros de la ruta.
Tras parar unos minutos en un alto para hacernos una fotito con “La
Almenara” a nuestra espalda, reanudamos la marcha para continuar por el camino
entre las encinas y con el “acojone” de algunos por las vacas hasta enlazar con
el Camino de Zarzalejo a San Martín de Valdeiglesias, por el que recorrimos
algo más de seis kilómetros “picando p’arriba” hasta llegar a la carretera
M-521, que tomamos durante unos pocos metros para a continuación continuar por
el camino con dirección a Zarzalejo.
En las cercanías de Zarzalejo nos desviamos a la derecha para tomar el “Camino
del Molino Patatero”, donde nos encontramos con un “compañero inesperado”, es
decir, un “bicharraco de toro enorme”, que se nos plantó en medio del camino y
que mientras se peleaba con otro toro dándose los dos cabezazos con una
alambrera de por medio nos hacía imposible pasar.
Tras unas cuantas risas y con un buen “atasco” de bikers en el camino,
finalmente conseguimos pasar y continuar con la ruta y llegar hasta la
carretera M-532, a la que nos incorporamos unos metros para poder enlazar con
la “Colada de la Encrucijada”, donde al inicio de la misma tuvimos que hacer
una “parada obligada” durante un buen rato ya que a Noesperoanadie se le rompió
el cable del cambio. ¡¡Menos mal que contamos con nuestro “Supermecánico”
Eltiolavara!!.......... que se puso “manos a la obra” y con su habitual pericia
solventó el problema sin inconvenientes.
Reanudamos la marcha y recorrimos la “Colada de la Encrucijada”, que “picando
para abajo” se nos hizo muy divertida, aunque teníamos que tomar algunas
precauciones con los bikers que venían en sentido contrario.
A continuación nos incorporamos al Cordel de la Cruz Verde y posteriormente
a la Cañada Real Leonesa, por la que descendimos hasta el Río Perales y el
comienzo de la bonita “Senda de los Molinos”, donde recorriendo el sendero en
paralelo al río (con algún que otro pequeño tramo en el que tuvimos que echar
la bici al hombro), disfrutamos de ese bonito lugar que incluso hubiera sido mejor
si el río hubiese llevado más agua, pero con tanto tiempo sin llover…….
Con alguna parada intermedia recorrimos la Senda de los Molinos y enlazamos
a continuación con otro bonito senderito que transcurre junto al arroyo del
Molino del Hondillo, por el que serpenteando entre las encinas llegamos hasta una
buena cuesta que nos llevó hasta el Mirador del Hondillo, donde disfrutamos de
unas bonitas vistas de la zona además de hacernos por supuesto una fotito.
Ya en Navalagamella, nos dirigimos a visitar unos búnkeres en las afueras
del pueblo, desde donde tomamos el último senderito que nos llevó hasta la
Iglesia de Nuestra Señora de la Estrella, para continuar atravesando algunas
calles del pueblo y poder enlazar con un bonito sendero que nos condujo hasta
la Cañada Real Leonesa.
Rodamos por la Cañada Real y llegamos hasta la conducción de agua
Picadas-Valmayor, que recorrimos durante algo más de un kilómetro (sorteando
una puerta al entrar y otra al salir) para a continuación descender hasta el
arroyo de La Yunta y volver a ascender para enlazar con el camino de Navalpozo
y regresar a Colmenar de Arroyo, punto de inicio de la ruta.
En esta primera ruta del año, nos ha salido una bonita ruta de unos 50
kilómetros, en la que como es habitual nos lo hemos pasado de maravilla, y
donde como también es habitual al llegar a los coches nos esperaba un “deseado”
avituallamiento líquido y sólido, del que dimos buena cuenta mientras
comentábamos las anécdotas de la jornada y planeábamos futuras rutas.
El próximo domingo…..volvemos a nuestros dominios!!!
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