Otra jornada más nos sigue acompañando el viento, lo que a pesar de
disfrutar de una mañana soleada hacía que la “sensación térmica” fuera de más
frío del que en realidad hacía, aunque no lo suficiente para “dejar en casa” a
Eltiolavara, Senderitos, Horacio, Perejil, Jorge, Transcastro y Rafa, además de
a Pablo, un sobrino de Senderitos que debutaba con nosotros.
Para continuar con nuestra práctica habitual durante el invierno de tirar
“p’al monte” con el fin de entrar rápido en calor, en esta ocasión aprovechamos
que el próximo domingo se celebra en el pueblo al primera prueba del Open de
Madrid de MTB para recorrer una parte del circuito que normalmente se encuentra
cerrada por estar dentro de una finca privada, dirigiéndonos hacia el norte
para pasar junto a la Ermita del Cristo y tomar la calle del Cristo de la
Sangre hasta el final, donde nos desviamos a la derecha para internarnos en la
finca de “Las Pilitas” y comenzar a ascender entre los pinos por un bonito
sendero que nos llevó a enlazar con el sendero que normalmente hacemos de
bajada hacia el pueblo y que enlaza el camino de Pelayos con el depósito del
agua, aunque en esta ocasión lo cogimos en sentido opuesto para continuar
ascendiendo hasta el camino de Pelayos.
Recorrimos unos metros por el camino de Pelayos y nos desviamos a la
izquierda pasando junto a una puerta para comenzar a ascender por la ladera del
cerro del Juego de Bolos y el cerro Lucía, con una buena rampita del 18% en la
que terminamos de “ponernos a tono”.
Tras pasar junto a una explotación ganadera abandonada, enlazamos con el
antiguo camino de San Martín de Valdeiglesias a Villa del Prado, por el que
continuamos unos metros hasta desviarnos a la izquierda por un camino-cortafuegos
que nos llevó hasta los pies del cerro Otanejo, desde donde tomamos un
senderito que transcurre junto al arroyo del Bodegón y que nos llevó hasta la
Cañada de Talavera.
Nos incorporamos entonces a la Cañada de Talavera, donde giramos a nuestra
izquierda para hacer frente a la cuesta asfaltada para después descender hasta
la carretera N-403, a la que nos incorporamos durante unos pocos metros hasta
desviarnos a la izquierda para abandonar el asfalto y tomar un camino para
dirigirnos hacia la laguna del Manantial del Andrinoso.
Bordeamos la laguna por un sendero y cruzamos a continuación el arroyo del
Linar para dirigirnos hacia la carretera M-541, la cual atravesamos para
enlazar con la vía Pecuaria del arroyo del Boquerón, donde unos metros más
adelante comenzaríamos el bonito ascenso entre los pinos hacia Cadalso por la
ladera de La Nava del Cerro.
Continuamos con el ascenso y llegamos a las cercanías de Cadalso de los
Vidrios, bordeando una parte del pueblo por diversos senderitos entre los pinos
y atravesando a continuación el mismo para tomar la carretera M-542 durante un
kilómetro y medio hasta desviarnos a la derecha para comenzar un nuevo tramo “de
exploración” que había preparado “el Presi”.
Comenzamos por un camino con dirección a Cenicientos por el que nunca
habíamos transitado, para a continuación desviarnos a la izquierda para tomar
un senderito entre los tomillos por el que ascendimos con dirección al cerro de
Pedro Abad, haciendo durante el trayecto al solecito la “paraba barrita” de la
jornada.
Tras unos minutillos de relax, reanudamos la marcha y continuamos recorriendo
el senderito hasta llegar al camino de la Postura, por el que continuamos
descendiendo hasta llegar de nuevo a la carretera M-542, continuando después
por la pista asfaltada hasta enlazar con la Cañada de Talavera y atravesando la
misma para internarnos en otro tramo de senderos por la zona de la Ermita de
San Julián.
Continuamos después por un camino para descender hasta la carretera M-544 y
pasar bajo la misma para a continuación ascender hasta Almorox, atravesando el
pueblo para dirigirnos hacia el antiguo trazado del ferrocarril Madrid-Almorox,
al que nos incorporamos para después desviarnos por el camino de Valdeolivas y
llegar hasta la parte de atrás de la urbanización de Las Hoyas, donde enlazamos
con el camino que bordea la urbanización y continuamos bajando hasta llegar a
la carretera M-540.
Al igual que últimamente, nos incorporamos a un senderito paralelo a la
misma que transcurre sobre la conducción de agua y a continuación tomamos unos
metros de camino para enlazar con el antiguo trazado del ferrocarril
Madrid-Almorox, donde como los últimos dos domingos nos esperaba un fuerte viento
“de cara” y que nos obligó a gastar las energías que nos quedaban.
Aunque el domingo pasado no pudo ser, como en esta ocasión hemos llegado “bien
de hora” nos hemos podido tomar por fin unas cervecitas, en esta ocasión a la
salud de Horacio por haber sido su cumpleaños el día anterior, que nos han
sabido a gloria después de una preciosa ruta de unos 47 kilómetros en la que al
igual que el domingo pasado, hemos investigado con éxito y recorrido un nuevo
sendero que no conocíamos y que en el futuro recorreremos más veces…….
MUCHAS FELICIDADES, HORACIO!!!
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