Parece que “el fresquito” nos da un respiro y en esta jornada hemos
amanecido con una temperatura “agradable” para estas alturas del año, y
preparados para disfrutar nos hemos reunido en la Plaza Mayor a la hora de
siempre un “sexteto” compuesto por Eltiolavara, Jorge, Transcastro, Perejil,
Rafa y Jose Pablo “Senderitos”, al que después de unos años “al otro lado del
charco”, por fin parece que vamos a tener pronto de vuelta con nosotros.
Tras la leve lluvia del día anterior, teníamos por seguro de que el terreno
iba a estar espectacular para “senderear”, y por ello decidimos dirigirnos
hacia el pinar de Almorox, para desde allí improvisar el recorrido.
Y con ese destino comenzamos la ruta saliendo del pueblo por el antiguo
camino de San Martín de Valdeiglesias, donde en algunos tramos las ruedas se
quedaban “pegaditas al suelo”, con la constante sensación de “ir pinchados”.
Con Transcastro y Senderitos cerrando el grupo, realizamos el ascenso hasta
reagruparnos en el alto para después continuar con el camino y dirigirnos hacia
la Cañada de Talavera, donde nos desviamos a la izquierda para subir la cuesta
asfaltada y de nuevo reagruparnos antes de desviarnos a la izquierda para
seguir recorriendo la Cañada de Talavera bajando con dirección hacia la
carretera M-507.
Bajamos durante unos metros por la Cañada de Talavera hasta desviarnos a la
derecha y por un camino entre los pinos bajar hasta la carretera N-403 junto a
la laguna del Pozo Alcornocoso, donde cruzamos la carretera N-403.
Nada más cruzar la carretera, tomamos a nuestra izquierda un
camino-cortafuegos por el disfrutamos un montón descendiendo a toda velocidad
en paralelo a la carretera N-403 hasta llegar a la carretera M-507, junto al
parque del “Campamento Alfonso VI”.
Cruzamos la carretera, y cuando nos disponíamos a continuar la marcha
rodando en paralelo al arroyo de Labros, vimos unas indicaciones de un sendero “para
senderistas” que hasta ahora no conocíamos, con lo que fieles a nuestro estilo……..¡¡Allá
que fuimos a investigarlo!!.
Y resultó que aunque tuvimos que hacer frente a algún buen repecho, el
sendero era “una pasada”, y fuimos recorriéndolo siguiendo las balizas que
marcaban su recorrido hasta salir de nuevo a la Cañada de Talavera.
Nos incorporamos a la Cañada de Talavera durante unos metros y a
continuación nos desviamos a la izquierda para tomar un senderito que nos
condujo hasta el pantano del El Romillo, donde aprovechamos para en unas rocas
junto a la orilla realizar la “parada barrita” de la jornada y de paso hacernos
la fotito de grupo.
Repusimos fuerzas durante unos minutos y continuamos con nuestro recorrido
bordeando el pantano por el senderito para a continuación recorrer otro bonito
camino por la zona de Risco Pandero y enlazar a continuación con la Senda del
Cerro Cruz, por la que descendimos rápidamente hasta llegar a la carretera
M-544.
Pasamos como es habitual bajo la carretera por un puente y a continuación
tocaba realizar el ascenso de poco más de un kilómetro hasta llegar a Almorox,
donde nos dirigimos a la ermita de Nuestra Señora Virgen de la Piedad, donde
hicimos una paradita para reponer “líquido elemento”.
Y llegó la hora de poner rumbo de regreso al pueblo, donde nos esperaban
unas cervecitas a la salud de Rafa por ser el día de su cumpleaños, y para ello
nos incorporamos durante un kilómetro a la carretera N-403 hasta llegar a la
gasolinera de Almorox, teniendo un “sustillo” durante el trayecto al hacer
Perejil “el afilador” con Transcastro y caerse a la cuneta, aunque por suerte
sin consecuencias.
Rodamos a continuación en paralelo a la carretera para llegar hasta la
urbanización de Pinar de Almorox, atravesando la misma para salir al camino que
sube hacia la urbanización de El Encinar del Alberche, por el que ascendimos
unos metro hasta desviarnos a la derecha y bajar por unos divertidos senderos
hasta llegar a las cercanías de la urbanización de El Encinar.
Cruzamos entonces unas calles de la urbanización para a continuación
incorporarnos al cortafuegos que bordea la misma por su parte sur y enlazar con
el camino del Majanal,, por el que descendimos unos metros hasta desviarnos a
la izquierda y continuar descendiendo hasta llegar al arroyo Arrofresnos, que
aún baja seco y ascender a continuación por la ladera del Cerro Crespo hasta
enlazar con el camino del Valle y regresar al pueblo.
Y en una jornada que nos ha acompañado una temperatura espectacular en la
que incluso hemos pasado calor en algunos momentos, hemos hecho una preciosa
rutilla de unos 34 kilómetros en la que hemos disfrutado muchísimo con los
senderos y el terreno en un estado espectacular para nuestro deporte.
Tal y como estaban prometidas, en el pueblo nos esperaban las cervecitas a
la salud de Rafa, que nos tomamos sentaditos al sol en la Plaza Mayor mientras
charlábamos animadamente de “chorradas varias”……….
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