miércoles, 21 de febrero de 2018

Domingo 18 de febrero de 2018 (Visitando la zona de Entrepinos)



Hoy el domingo ha amanecido fresquito, aunque con un cielo despejado que hacía prever que durante la segunda mitad de la ruta nos iba a acompañar una temperatura “agradable” para la época que estamos.
La “noche de carnaval” en Villa del Prado parece que ha influido para que en la Plaza Mayor a la hora habitual nos juntáramos únicamente un quinteto compuesto por Eltiolavara, Perejil, Horacio y Rafa por parte del Club además de Jose Manuel, que tras su primera experiencia con nosotros el domingo pasado se ha animado a repetir.
Y allí en la Plaza decidimos hacer un recorrido hacia Entrepinos, donde hacía bastante que no recorríamos los senderos de la zona, por lo que con ese objetivo abandonamos el pueblo por el antiguo camino de San Martín de Valdeiglesias a Villa del Prado, con ritmo tranquilo ya que Horacio y Perejil no se encontraban “muy allá” de fuerzas.
Poquito a poco realizamos los cinco kilómetros de la subida para reagruparnos en el alto en la ladera del cerro de Santa Lucía y continuar con dirección hacia la Cañada de Talavera, abandonando el camino unos metros más adelante para incorporarnos a un cortafuegos “sube-baja” por el que llegamos hasta los pies del cerro Otanejo, desde donde tomamos un senderito que transcurre junto al arroyo del Bodegón y que nos llevó hasta la Cañada de Talavera.
Nos incorporamos entonces a la Cañada de Talavera, donde giramos a nuestra izquierda para hacer frente a la cuesta asfaltada y posteriormente descender con dirección hacia la carretera N-403, a la que nos incorporamos durante unos pocos metros hasta desviarnos a la izquierda para abandonar el asfalto y tomar un camino para dirigirnos hacia la laguna del Manantial del Andrinoso.
Bordeamos la laguna por un sendero y cruzamos a continuación el arroyo del Linar para dirigirnos hacia la carretera M-541, la cual atravesamos para enlazar con la vía pecuaria del arroyo del Boquerón, aunque antes de empezar a bajar nos incorporamos a un sendero a nuestra derecha por el que más adelante y tras zigzaguear entre los pinos descendimos hasta la vía pecuaria. (Siempre buscando los senderos aunque demos más vuelta, ¡¡Somos así!!).
Una vez en la vía pecuaria, “enfilamos” hacia abajo y rodando a buen ritmo “a favor del terreno” llegamos hasta la urbanización “El Mirador de Cadalso” junto a la carretera M-542, donde cruzamos la misma para incorporarnos al camino que transcurre en paralelo al arroyo de Tórtolas y por el que llegamos hasta el comienzo de la subida hacia Entrepinos.
Afrontamos entonces ese intenso “poco más de un kilómetro” zigzagueante y técnico donde únicamente Eltiolavara y Rafa llegaron hasta el final sin bajarse, mientras que Perejil, Jose Manuel, y sobre todo Horacio, hacían algo de “empuja-bike”.
Al llegar arriba a la urbanización, aprovechamos para darnos un respiro y al solecito hacer la “parada barrita” de la jornada, además de nuestra obligada fotito de grupo.
Tras los minutos de relax, reanudamos la marcha recorriendo la calle que bordea la urbanización por su parte sur hasta llegar a un camino que a continuación se convertía en un divertido sendero que fuimos siguiendo, siguiendo……..hasta que no hubo salida!!!.
Retrocedimos sobre nuestras rodadas y conseguimos enlazar con el “sendero correcto” recorriendo toda la parte de arriba del cerro y a continuación bajando entre los matorrales hasta la carretera M-542, cruzando la misma y el arroyo Tórtolas para incorporarnos de nuevo a la vía pecuaria del arroyo del Boquerón, aunque ésta vez realizándola “cuesta arriba”.
Con Jose Manuel imprimiendo un ritmo “fuertecillo”, únicamente Eltiolavara y Rafa pudieron seguirle, quedándose Perejil y Horacio bastante rezagados en la subida, debiendo esperar el “trío de cabeza” unos cuantos minutos en el alto hasta poder reagruparnos.
Ya todos juntos continuamos “rehaciendo” el camino tomando unos metros la carretera N-403 y a continuación la pista asfaltada hasta enlazar con la cañada de Talavera, aunque antes de comenzar a bajar por la cuesta nos desviamos por un sendero para incorporarnos al cortafuegos que recorre el cerro de Pino Águila y descender hasta el arroyo del Bodegón, desde donde realizamos a la inversa que al principio de la ruta el tramo sube-baja hasta enlazar con el camino de San Martín.
Antes de comenzar el descenso final hasta el pueblo nos desviamos a la izquierda para tras pasar una puerta, tomar el camino que recorre la ladera del cerro Lucía pasando por una explotación ganadera abandonada y enlazar con el antiguo camino de Villa del Prado a Pelayos de la Presa, recorriendo unos metros por el mismo hasta desviarnos a la derecha tomando el divertido senderito que lleva hasta detrás del depósito del agua de Villa del Prado y continuar desde allí hasta el pueblo.
Aunque la mañana comenzó fesquita, al final como se preveía terminamos con una “temperatura agradable”, realizando una bonita ruta de unos 39 kilómetros en la que como es habitual hemos disfrutado muchísimo de nuestro deporte.

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