martes, 17 de enero de 2017

Domingo 15 de enero de 2017 (Disfrutando del invierno)



Tal como “toca” en estas fechas, continuamos con “bastante fresquete” por las mañanas, lo que hace que algunos prefieran quedarse en la cama calentitos, mientras en la Plaza Mayor a la hora de siempre nos juntábamos un grupo compuesto por Eltiolavara, Transcastro, Jose "el Mara", Horacio, Alberto, Rafa y Mariano.
Como es habitual durante los fríos domingos de invierno, es importante “entrar en calor” cuanto antes, así que tras los minutos habituales “de cortesía” tiramos “pal monte” pasando junto a las instalaciones de la piscina municipal y girando a la derecha para dirigirnos hacia el antiguo camino de Villa del Prado a Pelayos de la Presa.
A buen ritmo para “coger calorías”, realizamos la subida cada uno “en la medida de sus posibilidades” hasta llegar al alto en la ladera del Cerro Rojo, donde según llegábamos parábamos para reagruparnos, extrañándonos mucho el tiempo que Transcastro y Jose tardaban en llegar. Tras un buen rato intentando contactar con ellos por teléfono (no había cobertura), por fin les vimos aparecer y nos comentaron que Jose (quien sino!!!) había tenido un pinchazo. Tras la “guasa” con hacer un “ranking de pinchazos del año” (últimamente Jose está en racha) retomamos la marcha continuando con un rápido descenso que nos condujo hasta la Cañada de Talavera junto a la laguna que forman el arroyo del Jaralón y el arroyo de Las Labores.
Tras otra paradita para que Transcastro se pusiera los cubrebotas (se le habían helado los pinreles), nos dirigimos hacia hacia la trialera que baja al embalse de Picadas recorriendo la ladera del cerro del Pajar del Fraile y luego del Cerro Pocito hasta llegar al comienzo de la trialera.
Realizamos el descenso cada uno a su ritmo, con Jose en cabeza “a lo loco” y algunos poniendo pie a tierra en algún tramo hasta llegar junto al embalse de Picadas, donde giramos a la derecha para rodar con dirección al muro de la presa.
Llegamos entonces a la explanada donde comienza el camino de subida hacia la urbanización “El Morro” por el que para “no quedarnos fríos” comenzamos el ascenso con Horacio dejando al grupo impresionado de su ritmo.
Después de la subida, atravesamos la urbanización y continuamos por la carretera hasta llegar a Navas del Rey, donde en nuestro “lugar habitual”, hicimos la “parada barrita” de la jornada.
Tras reponer fuerzas, retomamos la marcha pedaleando contra un frío viento del norte hasta tomar el camino que transcurre por el pinar del Cerro del Monje, continuando después por una trialera que nos llevó hasta la carretera M-501, que tuvimos que cruzar con muchas precauciones debido al tráfico.
Unos metros después de atravesar la carretera, nos desviamos a la derecha para tomar un caminito “de nueva investigación”, por el que sorteando piedras ascendimos en paralelo a la carretera hasta incorporarnos al Camino del Tejar con dirección a Colmenar de Arroyo, por el que rodamos recorriendo el bonito entorno de la dehesa de Colmenar.
Tras recorrer la zona de “El Chaparral” llegamos hasta la carretera M-510, cruzando la misma para dirigirnos hacia la urbanización de Valquigoso, recorriendo sus calles sin asfaltar hasta enlazar con un camino que nos condujo hasta la rotonda sobra la carretera M-501, por la que rodamos para internarnos en el pueblo de Chapinería y atravesar el mismo hasta desviarnos a la izquierda para tomar un bonito sendero que transcurriendo por el Prado de la Lancha nos hizo disfrutar de una bonita bajada hasta enlazar con la Cañada Segoviana, realizando a mitad de la bajada una paradita para la foto de grupo de la jornada.
Por la Cañada Segoviana realizamos un rápido descenso que nos llevó hasta las cercanías de Aldea del Fresno, bordeando a continuación el pueblo por el camino que recorre la orilla del río Alberche hasta llegar al puente de La Pedrera, donde nos incorporamos a la carretera M-507.
Recorrimos por la carretera los casi tres kilómetros necesarios para poder enlazar con el camino de La Poveda, al que nos incorporamos para rodar con dirección a la ermita, aunque posteriormente y tras “sortear” una valla nos incorporamos al antiguo trazado del ferrocarril Madrid-Almorox por el que realizamos los kilómetros finales de la ruta hasta regresar al pueblo.
Y así nos hemos marcado una bonita ruta de unos 55 kilómetros por la zona de Navas del Rey, Colmenar de Arroyo y Chapinería en la que hemos conocido nuevos caminos, disfrutando como siempre de una buena jornada de pedaleo y buen rollo.
En espera de que llegue el buen tiempo, por suerte lo “único malo” de estos meses invernales es el fresquito de “primera hora”, ya que después el solecito acompaña y la temperatura resulta llevadera (eso si, con la indumentaria adecuada).

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